El Lute regresa a su escondite en Málaga 40 años después

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photo_camera El Lute(d) observa a una mujer que le señala la casa en el barrio malagueño de Mangas Verdes en el que se ocultó en 1972 logrando escapar. (ZAPATA)

Uno de los presos más famosos del franquismo, se ha reencontrado con los vecinos en las empinadas calles del barrio malagueño de Mangas Verdes, donde se ocultó en 1972 y logró escapar de la Guardia Civil.

Eleuterio Sánchez, el Lute, uno de los presos más famosos del franquismo, se ha reencontrado hoy, 40 años después, con los vecinos en las empinadas calles del barrio malagueño de Mangas Verdes, donde se ocultó en 1972 y logró escapar de la Guardia Civil.

A punto de cumplir 74 años, el Lute ha visitado esta zona de Málaga, en la que estuvo escondido un año antes de su detención en Sevilla, con motivo de una jornada sobre reinserción social organizada por la asociación de vecinos del barrio.

De esta etapa de clandestinidad, Eleuterio Sánchez tiene recuerdos "difusos" y apenas le vienen a la memoria las caras de los vecinos con los que convivió, pero guarda "en el corazón" que le mantuvieran en el "anonimato", porque, aunque él se disfrazaba, había "muchísima gente que sabía quién era".

En una España "insolidaria, dictatorial, muy inculta", agradece que estas personas, "sabiendo que si se chivaban podían ser incluso premiadas con mucho dinero", no lo hicieran y le dieran su cariño y amistad, algo que para él es "inolvidable".

Allí llegó buscando protección en la casa de su hermana, huyendo de la Guardia Civil, que le había "pegado dos tiros" en Cártama y había logrado localizar la vivienda en la que vivía en la zona del Camino de Antequera, en Málaga capital.

Después protagonizó en este barrio una "dura huida", ya que la Guardia Civil estaba rodeando la vivienda y tuvo que saltar por los tejados y ocultarse junto a sus hermanos en un cerro, desde el que vio cómo sacaban a sus dos hijos, de 9 y 6 años, a punta de rifle, ha relatado emocionado a los periodistas.

Desde entonces había regresado a Málaga "más bien de pasada", y ni siquiera había pisado el barrio de Mangas Verdes para el rodaje de la película "El Lute, mañana seré libre", porque "no me llamaron", ha puntualizado.

En la jornada ha descubierto un mosaico que conmemora su historia y ha compartido un desayuno con alumnos de sexto de Primaria del colegio Ángel Ganivet y numerosos vecinos, antes de participar esta tarde en una mesa redonda con representantes de entidades que desarrollan programas de reinserción con menores infractores.

A preguntas de los alumnos del centro, que han buscado información en las últimas semanas sobre Eleuterio Sánchez, ha desvelado que los conocidos nunca le llamaron "el Lute", sino "Leuterio", y que su apodo "fue cosa de la Policía, en 1965".

Ha incidido en la importancia de la formación al recordar que entró en la cárcel a los 22 años "siendo analfabeto" y que fue en prisión donde se adentró "en la cultura de la 'aeiou'", que le descubrió "un mundo nuevo", tras lo que se licenció en Derecho Penal, porque pensaba que "quizá podía remover los cimientos del sistema".

Cuestionado sobre si se arrepiente de su pasado, ha afirmado: "Mea culpa, no", para añadir que le hubiese gustado tener "la suerte" que tienen los niños actualmente de empezar a leer y sumar a corta edad, una oportunidad con la que "del Lute no se hubiese hablado nunca; quizá, de don Eleuterio".

Debido a la notoriedad de sus fugas, los escolares le han preguntado si le resultaba fácil escaparse de la cárcel, a lo que ha respondido, entre risas, que "no, en absoluto".

"Si para algo están construidas las cárceles, no es para rehabilitar y regenerar, como nos dicen, sino para que no se fugue nadie", y es un "principio humano" que el preso busque la libertad. "Yo busqué la libertad -ha subrayado- y la conseguí".

Sánchez, que llegó a estar condenado a muerte en 1965 y fue indultado en 1981, ha aclarado que tiene edad para estar jubilado, pero no lo está porque salió de la cárcel, después de 18 años, "con una mano detrás y otra delante".

"Hoy los presos cuando salen de la cárcel salen con un subsidio de desempleo y el tiempo que han estado les cuenta como cotizado a la Seguridad Social. En mi época, no", ha explicado.

Autor de seis libros, tres de ellos de memorias, es poco activo en redes sociales, pues a pesar de tener perfil en Facebook, la Asociación de Vecinos Mangas Verdes ha tardado en poder localizarlo a través de esta plataforma para organizar esta jornada.

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