La escopeta fue hallada en la casa de los fallecidos, que vivían con su hijo

Un matrimonio aparece muerto a tiros en Cáceres

Operarios de una funeraria retiran los cuerpos sin vida del matrimonio. (Foto: E. MARTINENA)
Los cuerpos sin vida de un matrimonio fueron hallados ayer por la mañana en el interior de su vivienda de la zona cacereña de 'La Mejostilla', sin que hasta el momento se conozcan las causas.
Según la Delegación del Gobierno en Extremadura, los cuerpos fueron hallados a primera hora de la mañana de ayer por un familiar, aunque no se puede confirmar cuando se produjo su muerte.

Las mismas fuentes informaron de que dentro de la vivienda se encontró una escopeta con la que, supuestamente, se provocaron las muertes.

La Policía llegó al domicilio donde ocurrieron los hechos sobre las diez de la mañana y se marchó pasada la una de la tarde, momento en el que los dos cadáveres fueron trasladados al Centro Anatómico Forense para practicarles la autopsia, por orden del juez.

El magistrado del Juzgado número 2 de Cáceres, Francisco Matías Lázaro, de guardia en el momento de los hechos, se hizo cargo del caso y decretó el secreto expreso del sumario.

Las primeras investigaciones del caso se centran en el entorno más cercano de las víctimas, sin descartar aún ninguna posibilidad. Los vecinos de la zona aseguraron que no escucharon ningún disparo ni nada extraño durante la madrugada.

Desde la comisaría de Cáceres, el comisario jefe Luis Ochagavía confirmó las dos muertes del matrimonio de más de 70 años y ratificó que 'están abiertas todas las líneas de investigación' y que 'de momento no se puede dar ninguna información'.

La urbanización Sierra de Gredos, lugar de residencia del matrimonio, vio alterada su tranquilidad con la noticia de la muerte de dos de sus vecinos, quienes realataron que se trataba de un matrimonio de más de 70 años, con cinco hijos, de los cuales uno de ellos vivía con la pareja.

Padre e hijo, indicaron los vecinos, que prefieren mantener su anonimato, eran aficionados a la caza. Al parecer, el hombre, Manuel Barra, estaba ya jubilado, y la familia es la propietaria de la empresa 'Plásticos Barra', instalada en Puente Vadillo en Cáceres, negocio por lo que el fallecido era muy conocido en la capital de Cáceres.

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