El Gobierno aprobó ayer el Real Decreto que establece un tiempo máximo de espera en las prestaciones del Sistema Nacional de Salud, que no podrá exceder de 180 días naturales para las intervenciones quirúrgicas de cirugía cardíaca valvular y coronaria, cataratas y prótesis de rodilla y cadera. El texto fija por primera vez un tiempo máximo de espera, que no podrá excederse, para intervenir quirúrgicamente, y será de obligado cumplimiento para las comunidades autónomas. El tiempo máximo se contará desde la fecha de entrada del usuario en el registro de lista de espera.
El portavoz del Gobierno, José Blanco, aseguró que el Real Decreto reafirma el principio de equidad, de tal forma que el tiempo de espera para determinadas intervenciones quirúrgicas será el mismo 'viva uno donde viva' . Además, la norma se irá ampliando en el futuro para limitar progresivamente el tiempo de espera para atender consultas externas o realizar un procedimiento diagnóstico o terapéutico a un usuario del Sistema Nacional de Salud (SNS).
TRES CRITERIOS
El Real Decreto fue aprobado a propuesta de la ministra de Sanidad, Leire Pajín, y tras el acuerdo alcanzado con las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial de Salud.
Para el establecimiento de los tiempos máximos de espera en la realización de determinadas intervenciones quirúrgica se aplicaron tres criterios.
El primero, la gravedad de las patologías motivo de la atención. Es decir, las que originan riesgo de muerte o de discapacidad o disminuyen de forma importante la calidad de vida. También se tuvo en cuenta la eficacia de la intervención quirúrgica para aumentar la supervivencia, disminuir la discapacidad o mejorar la calidad de vida, así como que su realización temprana evitase la progresión de la enfermedad o las secuelas de la misma.
TRES CRITERIOS
El Real Decreto fue aprobado a propuesta de la ministra de Sanidad, Leire Pajín, y tras el acuerdo alcanzado con las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial de Salud.
Para el establecimiento de los tiempos máximos de espera en la realización de determinadas intervenciones quirúrgica se aplicaron tres criterios.
El primero, la gravedad de las patologías motivo de la atención. Es decir, las que originan riesgo de muerte o de discapacidad o disminuyen de forma importante la calidad de vida. También se tuvo en cuenta la eficacia de la intervención quirúrgica para aumentar la supervivencia, disminuir la discapacidad o mejorar la calidad de vida, así como que su realización temprana evitase la progresión de la enfermedad o las secuelas de la misma.
