Cerca de tres mil ciudadanos movidos por su indignación ante la clase política se volvieron a concentrar ayer en la madrileña Puerta del Sol, así como otros cientos de personas en otras ciudades españolas, para reclamar un cambio político y social. La histórica plaza madrileña estaba custodiada por más una docena de patrullas de policías antidisturbios, aunque la protesta, que en todo momento se autodefinió como 'pacífica y honesta', se desarrollaba anoche sin incidentes.
A partir de las 20.00 horas, cientos de ciudadanos se fueron uniendo a esta protesta, convocada a través de las redes sociales y páginas web, y que se iniciaba al grito de 'que no, que no nos representan'. Algunos manifestantes acudieron con cacerolas y también se vieron numerosas pancartas con lemas como 'ZP nos falló y nos reprime', 'No hay tanto pan para tanto chorizo' o 'No a las pensione s vitalicias de los políticos'.
Las pancartas contra la clase política y las élites económicas tiñeron de color la plaza con lemas como 'Nosotros os votamos, nosotros os botamos', 'Que se queden en paro banqueros y políticos; otra crisis es posible', 'No por mucho cotizar te jubilas más temprano' o 'Yo también quiero ser irlandés'.
Los concentrados iniciaban a las 21.00 horas una asamblea para decidir si, al igual que el día anterior, lunes, acababan acampando en el lugar para pasar la noche y mostrar su repulsa hacia la clase política en general. El grito casi unánime de los asistentes a esa hora era 'No nos vamos' y, ante la pregunta realizada por los portavoces megáfono en mano sobre si permanecer en el lugar, se escuchaba un 'sí' al unísono. 'No tenemos casa, nos quedamos en la plaza', era otro de los lemas más repetidos en ese momento en una protesta autocalificada como 'pacífica y honesta'.
En declaraciones a los medios de comunicación, Carlos Paredes, uno de los portavoces de la plataforma 'Democracia Real Ya', organización desde la que partió la manifestación del pasado domingo, reclamó reiteradamente que la protesta sea pacífica y que aquellos ciudadanos que quieran hacer uso de la violencia 'se queden en casa'. Además, subrayó que en esta ocasión no son la organización convocante, aunque mantuvo su discurso crítico contra los recortes sociales y contra los 'privilegios de unos pocos', lo que justifica 'este sentimiento de indignación'.
DETENIDOS EN LIBERTAD
Por la mañana, los desalojados por de madrugada se trasladaron a los Juzgados de Plaza de Castilla para pedir la liberación de los arrestados en la manifestación del domingo. Los 18 detenidos fueron puestos en libertad con cargos. Se les acusa de alteración del orden público y de destruir mobiliario urbano. A las puertas de los juzgados de Plaza de Castilla, de Madrid, se reunió más de un centenar de personas, esperando su salida.
Durante la espera, un grupo de manifestantes llegó a agredir a un fotógrafo, Sergio Barrenechea, y dos compañeros suyos de televisión de la Agencia Efe, Justo Medrano y Lucía Fonseca. Los tres ueron objeto de golpes y salivazos cuando cubrían la información.
Las pancartas contra la clase política y las élites económicas tiñeron de color la plaza con lemas como 'Nosotros os votamos, nosotros os botamos', 'Que se queden en paro banqueros y políticos; otra crisis es posible', 'No por mucho cotizar te jubilas más temprano' o 'Yo también quiero ser irlandés'.
Los concentrados iniciaban a las 21.00 horas una asamblea para decidir si, al igual que el día anterior, lunes, acababan acampando en el lugar para pasar la noche y mostrar su repulsa hacia la clase política en general. El grito casi unánime de los asistentes a esa hora era 'No nos vamos' y, ante la pregunta realizada por los portavoces megáfono en mano sobre si permanecer en el lugar, se escuchaba un 'sí' al unísono. 'No tenemos casa, nos quedamos en la plaza', era otro de los lemas más repetidos en ese momento en una protesta autocalificada como 'pacífica y honesta'.
En declaraciones a los medios de comunicación, Carlos Paredes, uno de los portavoces de la plataforma 'Democracia Real Ya', organización desde la que partió la manifestación del pasado domingo, reclamó reiteradamente que la protesta sea pacífica y que aquellos ciudadanos que quieran hacer uso de la violencia 'se queden en casa'. Además, subrayó que en esta ocasión no son la organización convocante, aunque mantuvo su discurso crítico contra los recortes sociales y contra los 'privilegios de unos pocos', lo que justifica 'este sentimiento de indignación'.
DETENIDOS EN LIBERTAD
Por la mañana, los desalojados por de madrugada se trasladaron a los Juzgados de Plaza de Castilla para pedir la liberación de los arrestados en la manifestación del domingo. Los 18 detenidos fueron puestos en libertad con cargos. Se les acusa de alteración del orden público y de destruir mobiliario urbano. A las puertas de los juzgados de Plaza de Castilla, de Madrid, se reunió más de un centenar de personas, esperando su salida.
Durante la espera, un grupo de manifestantes llegó a agredir a un fotógrafo, Sergio Barrenechea, y dos compañeros suyos de televisión de la Agencia Efe, Justo Medrano y Lucía Fonseca. Los tres ueron objeto de golpes y salivazos cuando cubrían la información.
