Miles de personas respondieron ayer a la llamada de la plataforma Voces contra el Terrorismo, del expresidente de la AVT (Asociación Víctimas del Terrorismo), Francisco José Alcaraz, y reactivaron en la calle la llamada 'rebelión cívica' -en contra de la negociación con ETA- para que la banda no pueda presentarse a las elecciones.
La manifestación, encabezada con el lema 'No más mentiras, no más treguas trampa', en alusión al último alto el fuego, discurrió por el barrio de Salamanca de Madrid, con constantes gritos pidiendo la dimisión del presidente del Gobierno,Rodríguez Zapatero, y con críticas al ministro del Interior, Pérez Rubalcaba.
'Zapatero dimisión'; 'Rubalcaba, papanatas, el Faisán te delata'; Rubalcaba, traidor' o 'Rubalcaba, el chollo se te acaba' son algunas de las consignas que corearon los asistentes a esta marcha, que partió en su cabecera con varias víctimas del terrorismo en sillas de ruedas, como la madre de Irene Villa. Una primera fila que dejaba patente las huellas del terror y que fue aplaudida a ambos lados de la calle Serrano por miles de personas que también vitorearon los nombres de los representantes del PP que, a título personal, secundaron la protesta, entre ellos Jaime Mayor Oreja, único integrante de la dirección o el eurodiputados Carlos Iturgáiz.
APOYO DE SIETE COLECTIVOS
La manifestación la apoyaron siete colectivos de víctimas, como Covite, la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, la de la Asociación Española de Guardias Civiles, la Unión de Oficiales de la Guardia Civil, la asociación Verde Esperanza y las asociaciones riojana y murciana de víctimas. Sin embargo, no logró el respaldo de la AVT, que dirigió Alcaraz entre 2004 y 2008, ni el de la Federación de Asociaciones Autonómicas de Víctimas del Terrorismo. Alcaraz recalcó durante la protesta, de dos horas y media de duración, que las víctimas no están dispuestas a que 'ETA siga en las instituciones' e insistió en que van a seguir 'pidiendo justicia, a pesar de que el Gobierno quiera vendernos mentira como que ETA de alguna forma quiere un fin'. 'Queremos un fin por la derrota', aseveró Alcaraz en declaraciones a los periodistas; un mensaje en el que coincidieron las víctimas que intervinieron, emocionadas, al final del acto, como la madre de la pequeña de seis años que murió en 2002 en un atentado en Santa Pola, quien lamentó que uno de los asesinos de su hija se haya podido comunicar con su padre por videoconferencia mientras ella espera que se celebre el juicio.
'El Gobierno nos quiere hacer creer que hay una ETA buena y una mala. Quieren que creamos que los terroristas se arrepienten por oleadas sin contrapartidas, pero eso no es verdad', afirmó frente a las víctimas Regina Otaola, que al igual que otras fue interrumpida con aplausos y abucheos cuando se nombraban los nombres de Zapatero y, sobre todo, Rubalcaba. Como cuando lo hizo Santiago Abascal, de la Fundación de Defensa de la Nación Española, quien pidió a los políticos que estén a la altura de España y persigan a los terroristas 'sin chivatazos'.
'Zapatero dimisión'; 'Rubalcaba, papanatas, el Faisán te delata'; Rubalcaba, traidor' o 'Rubalcaba, el chollo se te acaba' son algunas de las consignas que corearon los asistentes a esta marcha, que partió en su cabecera con varias víctimas del terrorismo en sillas de ruedas, como la madre de Irene Villa. Una primera fila que dejaba patente las huellas del terror y que fue aplaudida a ambos lados de la calle Serrano por miles de personas que también vitorearon los nombres de los representantes del PP que, a título personal, secundaron la protesta, entre ellos Jaime Mayor Oreja, único integrante de la dirección o el eurodiputados Carlos Iturgáiz.
APOYO DE SIETE COLECTIVOS
La manifestación la apoyaron siete colectivos de víctimas, como Covite, la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, la de la Asociación Española de Guardias Civiles, la Unión de Oficiales de la Guardia Civil, la asociación Verde Esperanza y las asociaciones riojana y murciana de víctimas. Sin embargo, no logró el respaldo de la AVT, que dirigió Alcaraz entre 2004 y 2008, ni el de la Federación de Asociaciones Autonómicas de Víctimas del Terrorismo. Alcaraz recalcó durante la protesta, de dos horas y media de duración, que las víctimas no están dispuestas a que 'ETA siga en las instituciones' e insistió en que van a seguir 'pidiendo justicia, a pesar de que el Gobierno quiera vendernos mentira como que ETA de alguna forma quiere un fin'. 'Queremos un fin por la derrota', aseveró Alcaraz en declaraciones a los periodistas; un mensaje en el que coincidieron las víctimas que intervinieron, emocionadas, al final del acto, como la madre de la pequeña de seis años que murió en 2002 en un atentado en Santa Pola, quien lamentó que uno de los asesinos de su hija se haya podido comunicar con su padre por videoconferencia mientras ella espera que se celebre el juicio.
'El Gobierno nos quiere hacer creer que hay una ETA buena y una mala. Quieren que creamos que los terroristas se arrepienten por oleadas sin contrapartidas, pero eso no es verdad', afirmó frente a las víctimas Regina Otaola, que al igual que otras fue interrumpida con aplausos y abucheos cuando se nombraban los nombres de Zapatero y, sobre todo, Rubalcaba. Como cuando lo hizo Santiago Abascal, de la Fundación de Defensa de la Nación Española, quien pidió a los políticos que estén a la altura de España y persigan a los terroristas 'sin chivatazos'.
