La muerte de Rita Barberá reabre el debate sobre los juicios políticos

Barberá, el pasado lunes, a las puertas del Tribunal Supremo.
photo_camera Barberá, el pasado lunes, a las puertas del Tribunal Supremo.

Aznar lamenta que haya fallecido "habiendo sido excluida del partido al que dedicó su vida", ahora  "impactado y apenado"

La senadora y exalcaldesa de Valencia Rita Barberá falleció ayer en un hotel de Madrid a consecuencia de un infarto, y el PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, se ha volcado en elogiar su trayectoria mientras que algunos de sus dirigentes criticaron el "linchamiento" que sufrió en los últimos meses. A primera hora de la mañana, una hermana de Barberá llamó a los servicios de emergencias de Madrid para que acudieran al hotel Villa Real, situado a escasos metros del Congreso, con el fin de atender a la senadora.

Durante más de media hora intentaron reanimarla, pero sólo pudieron certificar su fallecimiento a consecuencia de un infarto. La noticia de su muerte se conoció escasos minutos antes de que comenzaran sendas sesiones plenarias del Congreso y del Senado, lo que provocó un aluvión de reacciones por parte de dirigentes de todos los partidos.

El último acto en el que pudo verse a Barberá, de 68 años, fue el pasado lunes en el Tribunal Supremo, donde compareció para declarar por un posible blanqueo de dinero vinculado al denominado caso Imelsa y volvió a declararse inocente y a negar que existiera una caja B en el PP valenciano.

El comportamiento de otros partidos por este asunto fue recordado ayer de forma continua por muchos dirigentes del PP que consideraron que Barberá no se merecía ese trato. Rajoy no aludió a ello en sus declaraciones a los periodistas en el Congreso, y, visiblemente emocionado, comentó que pudo hablar con ella hacía poco, transmitió a la familia sus condolencias, dijo estar "enormemente apenado" y recordó que dedicó toda su vida al PP y a Valencia.

Lamentos y elogios

Tras él se sucedieron también los elogios de otros miembros de su partido, como José María Aznar, quien también lamentó que Barberá haya fallecido "habiendo sido excluida del partido al que dedicó su vida", en referencia al hecho de que el pasado 14 de septiembre abandonase el PP como muestra de entrega al partido y para no causarle ningún perjuicio.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo que los cargos del PP están "impactados y apenados", y María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y ministra de Defensa, calificó a Barberá de una magnífica política y "una mujer honesta"

Ente quienes denunciaron la actitud de otros partidos con ella, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, consideró o que sufrió un "linchamiento" político y mediático con el que se traspasaron "todas las fronteras". También el ministro de Justicia, Rafael Catalá, lamentó  que sufriera "tanta crítica injustificada" y "tantas barbaridades" que cree que "cada uno tendrá sobre su conciencia".

Y el ministro de Educación  y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, dijo que "algunos no se portaron bien" en los últimos tiempos con ella, pero añadió que era generosa y los habrá perdonado.

La presidenta del Congreso, Ana Pastor, calificó a la exalcaldesa de "excelente política", y el presidente del Senado, Pío García Escudero, dijo que la muerte de Barberá es una "noticia terrible" que deja un gran sentimiento de tristeza. 

Rajoy y Cospedal mantuvieron siempre su apoyo a la senadora

Han pasado poco más de dos meses desde que Rita Barberá dejase el PP. Lo hizo el pasado 14 de septiembre tras la decisión del Supremo de investigarla por supuesto blanqueo de capitales. Y subrayaba en un comunicado que se iba como muestra de entrega al partido y para no causar ningún perjuicio.

Cerraba así una etapa de cuarenta años. Cuatro décadas en las que el PP no se puede entender sin la que fue su alcaldesa más votada, la abanderada del municipalismo popular. Y aunque se fue del partido aquel día -si no lo hubiera hecho voluntariamente, habría sido suspendida de militancia por su imputación- Barberá ya llevaba mucho más tiempo sola frente al PP.

Probablemente Mariano Rajoy y la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, hayan sido los dos dirigentes que más y durante más tiempo la han defendido. Ambos lo demostraron hace ocho meses cuando dieron por buenas las explicaciones de Barberá al poco tiempo de estallar el caso y antes de ser imputada. Una visión que no compartieron otros líderes populares, sobre todo los más jóvenes, y sonadas fueron las declaraciones de Javier Maroto o Pablo Casado al respecto.

Esas diferencias dejaban ver la tensión interna que el asunto estaba provocando, entre otras cosas porque Barberá se resistía a irse y en el PP no la querían echar. Una tensión que no acabó con la salida del PP, porque la exalcaldesa decidió mantener su escaño en el Senado. Desde entonces, la respuesta oficial de la dirección del PP para cualquier pregunta relacionada con Barberá era la misma: "ya no está en el partido". 

Críticas a Podemos por su ausencia "pueril y fuera de lugar" en el duelo

En Congreso y Senado se guardó un minuto de silencio, y los representantes de Unidos Podemos decidieron ausentarse del que hubo en la Cámara Baja, en un gesto que fue recriminado por responsables del resto de partidos, al entender la formación morada que se trataba de un "homenaje político" a una senadora marcada por casos de corrupción.

Pablo Iglesias lamentó la muerte de Barberá pero rechazó participar en un "homenaje político" a la senadora, y añadió que "no estaría mal" que alguna vez se guardaran también minutos de silencio por las víctimas de la pobreza energética. Opinión que secundó también el coordinador de IU, Alberto Garzón, que se ausentó del duelo porque no le parecía oportuno "blanquear la vida de nadie".

El portavoz del PP, Rafael Hernando, criticó a los de Podemos por su ausencia en el duelo que sí secundaron los diputados de ERC o de Compromís. "Pensé que esta gente era de otro tipo, pero me han confirmado mis peores temores", señaló.

Las críticas llegaron también desde las filas socialistas que reprocharon la actitud "pueril" y "fuera de lugar" de Podemos. Antonio Hernando se dirigió directamente al grupo liderado por Pablo Iglesias: "En la vida hay que saber comportarse y la política también hay que saber comportarse de igual modo".

Reproches también del portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, que señaló que guardar un minuto de silencio por Barberá no es ningún "homenaje político" a su figura como denuncia Podemos.

El funeral por Rita Barberá se oficiará hoy por la tarde en Valencia, y su familia ha expresado su deseo de que se celebre en la intimidad, sin la presencia de instituciones ni partidos políticos, aunque Mariano Rajoy confirmó su asistencia. 

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