No negarás la urna tres veces

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Los cuatro candidatos de los principales partidos negaron la posibilidad de tener que repetir las elecciones tras el último debate . La política española camina a orillas del "desastre" y el "bloqueo". 

Si hay un síntoma de que España es un país mejor que hace un siglo es la evolución de la palabra 'desastre'. Del desastre de Annual al "desastre", como suele enunciar Mariano Rajoy, de unas terceras elecciones. Hay crisis del voto perezoso, como si en la fiesta de la democracia tener que meter otra vez la papeleta fuese pasar del uso, al abuso. 

En el pasado debate 'a cuatro', Pedro Piqueras hizo la pregunta que le envió España en el primer minuto de tanteo. "¿Se comprometen ustedes a hacer todo lo posible para evitar otra vez una situación como esta?", dijo. Entonces no iba a haber terceras elecciones porque eso supondría que las segundas, a dos semanas de celebrarse, habrían sido una pérdida de tiempo. 

Y como la política muchas veces es negación, Pablo Iglesias respondió: "No, no va a haber terceras elecciones. Hay dos opciones, o gobierno del PP o gobierno progresista con el PSOE". Rajoy: "Si se deja gobernar al partido más votado, no habrá nuevas eleccions". Decía Rivera que "si de Ciudadanos depende, habrá gobierno en España", y Sánchez prefería hacer descansar su propio destino sobre los hombros de "los millones de votantes socialistas" que de aquellas decían a las empresas demoscópicas un sí al 'sorpasso'. 

Quedó claro que las elecciones no se producirían si había una mayoría holgada. Porque si dependiera, como finalmente ocurrió, de la interpretación que cada cada partido iba a hacer del "mensaje de los españoles", la hipótesis de las tercera convocatoria electoral no se podía descartar. La urna ya no podía ser negada tres veces.

El pasado martes, la reunión entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez resultó un fiasco. El presidente en funciones fue un paso más allá. Sostuvo que si el secretario general del PSOE insistía en su 'no', habría que ir a votar otra vez. El "fantasma de las elecciones" ya había cambiado a categoría de posibilidad. "Si no se ponen de acuerdo las derechas, ¿por qué tiene que hacerlo la izquierda?", se excusaba Sánchez. En el diccionario político y periodístico español, resucitan "bloqueo" y "desastre". 

PRIMER PASO

El encuentro entre Rajoy y Rivera de ayer sirve poco más que para abrir una vía, un "canal de comunicación permanente" entre ambos, que en última instancia tiene que desembocar en la abstención del PSOE. 

"Es un primer paso" de un proceso de negociación que no va a ser "fácil ni corto", aseguró el candidato del Partido Popular, quien tiene el mandato del rey de intentar formar Gobierno. Si decide no acudir a la investidura, la torsión a la que se verá sometida la Constitución no tendrá precedente. Y las elecciones, después de haber sido hipótesis y posibilidad, serán una realidad en ciernes.

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