El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, reivindicó el avance de las políticas sociales desde 2004 y el mantenimiento de 'lo esencial' a pesar de la crisis, pero el PP custionó sus cifras y la mayoría de la oposición le echó en cara los recortes del último año. En el debate monográfico celebrado en el pleno del Congreso para analizar las políticas sociales, Zapatero quiso demostrar con un aluvión de datos y gráficos que su Gobierno es el que más se ha preocupado por el Estado del bienestar, un discurso que derivó en una guerra de cifras con Mariano Rajoy y acusaciones mutuas de manipulación.
En su comparecencia a petición propia, el jefe del Ejecutivo reiteró su apuesta por las reformas estructurales y mostró su convicción de que sólo siguiendo esa senda se podrá garantizar el Estado del bienestar. Entre los retos de futuro, marcado por el envejecimiento de la población, ha destacado la educación, la conciliación, la vivienda y la sanidad y ha pedido al hemiciclo apoyo para esa nueva agenda social, aunque la oposición ha mostrado su desconfianza al repasar los ajustes aplicados desde mayo y los datos del paro.
BURLA CRUEL Y DE MAL GUSTO
Rajoy le afeó una gestión económica 'ruinosa', le acusó de utilizar el gasto social como 'paliativo de las calamidades' que está causando y consideró 'una burla cruel y una broma de mal gusto' que quisiera 'presumir' en la Cámara. Rebatió las cifras ofrecidas por Zapatero, quien, entre otros logros, había destacado que el 80 por ciento de la población desempleada está protegida, que el gasto en becas se ha duplicado desde 2004, que el salario mínimo ha aumentado un 39 por ciento o que las pensiones han subido un 51 por ciento.
El líder del Partido Popular le acusó de 'escamotear' 800.000 parados en sus cifras, rebajo la cobertura del desempleo al 64por ciento, y le acusó de hacer 'propaganda' con medidas que al poco tiempo se ve obligado a retirar 'por falta de dinero', como el 'cheque bebé' o la deducción de los 400 euros de la renta.
BURLA CRUEL Y DE MAL GUSTO
Rajoy le afeó una gestión económica 'ruinosa', le acusó de utilizar el gasto social como 'paliativo de las calamidades' que está causando y consideró 'una burla cruel y una broma de mal gusto' que quisiera 'presumir' en la Cámara. Rebatió las cifras ofrecidas por Zapatero, quien, entre otros logros, había destacado que el 80 por ciento de la población desempleada está protegida, que el gasto en becas se ha duplicado desde 2004, que el salario mínimo ha aumentado un 39 por ciento o que las pensiones han subido un 51 por ciento.
El líder del Partido Popular le acusó de 'escamotear' 800.000 parados en sus cifras, rebajo la cobertura del desempleo al 64por ciento, y le acusó de hacer 'propaganda' con medidas que al poco tiempo se ve obligado a retirar 'por falta de dinero', como el 'cheque bebé' o la deducción de los 400 euros de la renta.
