El quinto texto de la psicóloga Patricia Ramírez se centra en "la idea de aprender a gestionar la vida propia sin depender de los demás", desde la pregunta inicial de si somos lo que deseamos ser.
"Cuenta contigo. No busques fuera, las soluciones están en ti" es la invitación que la psicóloga Patricia Ramírez hace en su nuevo libro para trabajar desde el interior de uno mismo y alcanzar los propósitos personales, tanto en el mundo del deporte como en cualquier otra faceta.
Editado por "Conecta", el quinto texto de Ramírez se centra en "la idea de aprender a gestionar la vida propia sin depender de los demás", desde la pregunta inicial de si somos lo que deseamos ser y mediante un recorrido de veinte capítulos que acaba en una meta donde "Al final tú eliges contar contigo".
Enamorada de un trabajo que eligió por seguir el modelo de una profesora de filosofía, aunque ya antes leía textos sobre la materia, Ramírez repasó en una visita a EFE el papel de la psicología en el deporte con la experiencia de su trabajo en clubes de fútbol como Betis o Mallorca y con deportistas individuales.
¿Cómo surge la idea del libro?
Sale de las necesidades que recogí en la consulta de gente cuya felicidad dependía de cosas que tenían que ocurrir. Está dirigido a todo el mundo. Pensé que podíamos empezar a contar con nosotros, invertir el proceso y en vez de esperar a que lo de fuera cambie para ser feliz ver qué tengo yo dentro y qué puedo hacer para que el entorno cambie.
¿Cómo trabaja habitualmente con los deportistas?
Muchos que me llegan son los que no están siendo importantes en su equipo porque el entrenador no cuenta con ellos. Yo les digo: vamos a contar primero contigo. Entrena como si fueras titular, haz lo que dependa de ti y la decisión del entrenador llegará.
En el libro afirma "no te falta talento, pero no crees en ti". ¿Creyendo se puede llegar a ser como Messi?
R: No. No todos podemos llegar a ser Messi. Si hay algo determinante para alcanzar la excelencia en cualquier actividad es el talento, que tiene un componente biológico. Pero todos tenemos capacidad de mejora. Si invierto las 10.000 horas que la universidad de Florida dice que hay que invertir para que una destreza se convierta en algo brillante como en mi caso mi voz, yo no cantaré bien, pero el que nace con ese talento llegará a cantar bien.
¿Y cómo motivar a los que ya han conseguido casi todo?
El que ya tiene dos mundiales puede querer un tercero. Siempre hay cosas por las que seguir luchando y un objetivo para superarse.
¿En el deporte español se trabaja bien la parte psicológica?
Cuando pregunto a un deportista qué porcentaje del éxito atribuye a la mente, si es un jugador de golf me puede decir un 80% y si es un jugador de equipo un 60 o un 50%, pero ese porcentaje tan alto cuando preguntas qué tiempo le dedican a entrenarla te dicen 0.
Cuando cometen un error en el campo la mayoría se queda pillado dándole vueltas, pero si les das una herramienta para dejar de estar pillado y volver a estar concentrado están ganando un minuto en un partido o la capacidad de reacción.
¿Qué es más difícil motivar o acabar con complejos?
Lo que me parece complicado es que los entrenadores valoran mucho el tema de ser muy competitivo. Muchos jugadores quieren tener esa garra, pero hay quien no la tiene y se invierte mucho tiempo en querer sacar garra de personas que igual tienen otra destreza y que podrían compensar eso con otra cosa. A veces hacer a alguien simular garra o competitividad es complicado porque no está en su persona. Le vas dando pautas para fingirlo y a veces se siente ridículo.
¿Recuerda algún momento especialmente difícil en algún equipo?
En el Mallorca por un expediente de regulación de empleo, cuando la plantilla iba a jugar en Valladolid y recibió a los representantes del sindicato AFE. Cuando escuché su charla pensé que no tenía sentido lo que iba a decir y lo cambié. Fue un `Cuenta contigo`. Dije: no sabemos qué va a pasar con el club, ni de qué depende, pero sí sabemos que somos un escaparate. Si todos trabajamos bien la gente que esté ahí fuera querrá llevarnos a otro sitio y si el juego es mejor tiene mas visibilidad.
En el libro habla de demasiada autoexigencia...
Competimos demasiado. Si te tomas muy en serio tu afición un día dejará de serlo. Yo en la consulta tengo ahora casi más corredores populares que deportistas de alto rendimiento. Se ha montado un mundo alrededor y un nivel de autoexigencia que el día que no salen a correr se sienten culpables y aquí tenemos el problema, ya no es afición, es una responsabilidad.
