Rumana, china y brasileña son las nacionalidades más frecuentes de las mujeres explotadas

la Policía liberó este año a 400 víctimas de explotación sexual

Imagen failitada por la Policía Nacional tras una redada en un club de alterne.
Casi 400 mujeres fueron liberadas en lo que va de año de las redes que se dedican a la explotación sexual, negocio que sigue moviendo mucho dinero en España -casi cinco millones de euros al día-.
Para atajar el delito de trata, incorporado en la reforma del Código Penal de 2010, la Policía ha puesto en marcha un plan que justo ayer cumplía cuatro meses, y que ya está dando frutos, como puso de manifiesto el inspector jefe José Nieto, responsable de Inteligencia y Análisis de Datos de la Comisaría General de Extranjería y Documentación. Gracias a este plan, la Policía Nacional ha recibido a través del correo electrónico [email protected] y del teléfono 900 10 50 90 casi 500 comunicaciones sobre esta actividad, lo que ha permitido la apertura de veinte investigaciones, de las cuales tres ya han finalizado con algunos detenidos en prisión. Según Nieto, en lo que va de año la Policía ha liberado a casi 400 víctimas, que ha derivado a las ONG, y arrestado a 608 personas relacionadas con este delito.


NACIONALIDADES

Rumana, china, brasileña, nigeriana y paraguaya son, por ese orden, las nacionalidades de las víctimas de explotación sexual, en tanto que el mayor número de arrestados corresponde a españoles, rumanos, chinos y nigerianos. No se puede saber el número exacto de mujeres que ejercen la prostitución obligadas por las redes, aunque se cifra en unas 12.300 el número de víctimas identificadas en lugares 'de riesgo', como polígonos, clubes de alterne o pisos. Esta cantidad, dicen los expertos policiales, puede ser tan sólo la punta del iceberg y representar apenas un tercio de las mujeres que están siendo explotadas.

A pesar del control y vigilancia de los clubes por parte de la Policía, la mayoría de éstos están dados de alta como hostales, con las licencias en regla y, por tanto, no es fácil llevar a cabo la actuación policial. Por eso, señala Nieto, es tan importante la colaboración ciudadana y de las propias víctimas, como también lo es la cooperación con las policías de los países de origen. 'De poco sirve reventar una operación en Sevilla o Barcelona, si el captador de las mujeres está en Paraguay o en Rumanía y no se le detiene', apostilla el inspector jefe.

No sólo se está explotando a las mujeres en los clubes, polígonos o las calles, sino que cada vez más, como viene observando la Policía, se están utilizando pisos, más económicos para la organización y más rentables, pero también más difíciles de controlar.

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