Ya rebasó los niveles de 1995, cuando transcurría la última etapa de gobierno de Felipe González

La preocupación por la clase política llega a cotas históricas

La preocupación por la clase política batió su récord histórico el pasado mes de mayo fulminando su máxima marca de la democracia, que databa de mediados de la década de los noventa, los conocidos como 'años de la crispación'.
Así lo pone de manifiesto el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hecho público ayer, en el que también la inquietud por el paro llega a máximos y se sitúa en cotas similares a las de hace 15 años. El trabajo de campo de este último barómetro del CIS se realizó entre los días 3 y 11 de mayo, coincidiendo con el arranque de la campaña electoral, pero antes de que el Movimiento 15 de mayo diera lugar a protestas por toda España en contra de la situación política.

En concreto, el paro sigue en cabeza de los problemas nacionales con presencia en un 84,1 por ciento de los cuestionarios, mientras que la clase política, que es mencionada en el 22,1 por ciento de los sondeos se afianza en el tercer puesto. Entre ambas, los problemas económicos figuran con un 46,7 por ciento.

En vísperas de la proliferación de protestas de los 'indignadas' por el funcionamiento de la democracia, la percepción de los políticos como una problema se anotó un nuevo récord histórico y suma ya 15 meses consecutivos como tercera preocupación nacional. Hasta ahora su marca máxima se había fijado en septiembre de 1995, coincidiendo con la última etapa de Felipe González en el Gobierno y la dura oposición del PP de José María Aznar. En esta época de 'crispación', los políticos eran citados como un problema por el 21,5 por ciento de los entrevistados, exactamente el mismo porcentaje que sumó el pasado mes de abril.


GOBIERNO Y PARTIDOS

El Gobierno, los partidos, la corrupción y el fraude también aparecen ya entre los diez principales problemas del país. En concreto, el epígrafe dedicado al Ejecutivo y las formaciones políticas, repitió en mayo como séptimo problema, con un 5,4 por ciento de menciones, seguido de la corrupción, con un 5 por ciento. También las cifras de la incertidumbre sobre el empleo está en una de sus cotas más altas con un 84,1 por ciento de alusiones. La última vez que se llegó a este nivel fue en octubre de 1997, cuando llegó al 85,3 por ciento.

El CIS preguntó en esta ocasión también por las cosas que más temen los españoles y, en consonancia, con los principales problemas tanto objetivos como subjetivos queda claro que lo que más miedo da (al 35,5 por ciento) es quedarse sin dinero para atender sus necesidades básicas y las de su familia, mientras que el 32 por ciento teme quedarse en paro o que lo haga algún familiar.

De hecho, un casi ocho de cada diez españoles consideran que es muy o bastante probable que ellos o algún allegado se quede sin trabajo y cerca de la mitad ve factible que no tengan dinero suficiente para su mantenimiento y el de su familia.

Como cuarta preocupación repite la inmigración (11,2 por ciento), y en mayo el quinto puesto fue para el terrorismo, que, en pleno debate sobre la presencia de Bildu, subió casi 3,5 puntos respecto al mes anterior, al parecer en el 9 por ciento de los cuestionarios.

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