Presos de ETA buscan beneficios penales que hasta ahora rechazaban

Un pequeño número de presos de ETA integrados en el colectivo de reclusos de la banda (EPPK), el que agrupa a los internos fieles a la cúpula etarra, comenzó a solicitar en los últimos días acogerse individualmente a beneficios penitenciarios que hasta ahora rechazaban. Así lo confirmaron fuentes penitenciarias, que explicaron que por el momento se trata de un reducido grupo de reclusos enfermos, que cumplieron las tres cuartas partes de la condena, o a quienes se aplicaron la llamada doctrina Parot.
El pasado 13 de noviembre, el EPPK anunció que los reclusos etarras comenzarían de forma inmediata a reclamar la aplicación de los beneficios penitenciarios a los que, a su juicio, tienen derecho. Sin embargo, hasta esta semana no se había presentado ninguna solicitud formal ante las direcciones de cada uno de los centros penitenciarios.

La expectación creada en las cárceles por el anuncio de ETA de un final definitivo de su actividad terrorista provocó el temor de muchos internos de quedar al margen de hipotéticas 'soluciones colectivas' para los presos de la banda.


CONDENA DE 10 AÑOS

La Audiencia Nacional condenó a diez años de cárcel a la etarra Idioa Mendizabal, que dijo sentirse 'orgullosa' de su militancia en la banda terrorista ETA, por colocar una bomba que no llegó a explotar en los servicios de caballeros de la Bolsa de Bilbao el 4 de marzo de 2002.

La sentencia considera probado que Mendizabal, que formaba parte del 'comando K-Olaia', participó en la colocación de un artilugio explosivo con el fin de 'causar alarma y temor en la población'.

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