Los presos de ETA no deberán pedir perdón por acogerse al Plan Integral de Reinserción del Gobierno

- El requisito del perdón se exigirá a lo largo del proceso en caso de que los reclusos quisieran progresar de grado penitenciario - El Gobierno asegura que 'no ha cambiado, ni va a cambiar su política antiterrorista'
- El requisito del perdón se exigirá a lo largo del proceso en caso de que los reclusos quisieran progresar de grado penitenciario

- El Gobierno asegura que 'no ha cambiado, ni va a cambiar su política antiterrorista'El Plan Integral de Reinserción que pondrá en marcha el Ministerio del Interior y que prevé el agrupamiento de los reclusos de ETA 'preferiblemente en cárceles del País Vasco' plantea que todos los internos de la organización terrorista, con independencia de si entre sus condenas figura la de pertenencia a banda armada, tendrán que firmar un documento renunciando expresamente a la banda. El requisito del perdón, sin embargo, será indispensable a lo largo del proceso en caso de que los presos quisieran progresar de grado penitenciario.

'Este plan se realizará en todos los centros penitenciarios que alberguen a reclusos vinculados a un tipo de terrorismo y en el desarrollo específico en casos de los presos etarras preferentemente en centros ubicados en el País Vasco, aunque podrían utilizarse otros próximos en función de las características de los penados que se incorporen al programa', han indicado fuentes del Departamento de Interior.

La iniciativa, que comenzará a andar 'en los próximos días', prevé el agrupamiento de los presos que participen en ella 'en función de su grado de compromiso'.

Los objetivos y fines son 'la asunción de la responsabilidad del penado, superar los elementos de la convicción que le llevaron a cometer la violencia, una progresiva asunción de valores cívicos y de respeto a la vida y la libertad de los ciudadanos, así como las exigencias legales de perdón expreso a las víctimas, la reparación del daño y colaboración con las autoridades para disminuir los efectos de los delitos cometidos'.

Actualmente, los presos de ETA que se acogen a la denominada 'Vía Nanclares' ya tienen que firmar un documento renunciando a ETA, pidiendo perdón a las víctimas y mostrando su compromiso de hacer frente a las indemnizaciones y colaborar con la Justicia. A cambio reciben beneficios penitenciarios como permisos de salida, concesiones del artículo 100.2 -por el que pueden salir a diario de prisión- o el tercer grado previo a la libertad condicional.

En el nuevo Plan previsto por el Ministerio, la moneda de cambio es el acercamiento a cárceles más próximas a sus domicilios preferentemente del País Vasco sin el requisito de que pidan perdón como se exige para acceder a beneficios. Esta condición se exigiría a lo largo del programa en los casos de los presos que quieran progresar de grado penitenciario.

UNA DESVINCULACIÓN 'CLARA, SOLEMNE Y PÚBLICA'

El propio ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha explicado este martes que los etarras que quieran acogerse a este plan deberán de expresar de manera 'clara, solemne y pública' su desvinculación de la banda terrorista , pero ha aclarado que este paso será una condición 'necesaria pero no suficiente' para su acercamiento al País Vasco.

'Si una persona de ETA dice solemnemente que quiere dejar de pertenecer a la organización terrorista ETA, que se desvincula de su pasado, esa persona cumpliría la condición necesaria, no suficiente para ser acercada', ha dicho a los periodistas a su llegada a una reunión de ministros europeos de Interior en Luxemburgo.

En caso de que se comprobara que esa voluntad es falsa, según ha concretado el ministro, 'se volvería a su punto de origen' y, en cualquier caso, 'requeriría del resto de cumplimiento del programa de reinserción y los requisitos establecidos en la ley para cogerse al resto de beneficios'.

No obstante, y ante las críticas recibidas por parte de las víctimas del terrorismo, Fernández Díaz ha precisado posteriormente que dicho programa no supone 'ningún cambio' en la política que mantiene el Ejecutivo en relación a ETA y que 'no aporta ningún beneficio penitenciario', sino que se trata de un intento por reactivar la 'vía Nanclares'.

En los mismos términos se ha pronunciado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante una rueda de prensa conjunta con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, que recalcó que el Ejecutivo 'no ha cambiado, ni va a cambiar su política antiterrorista'.

'La posición del Gobierno es la misma de siempre, que ETA tiene que desaparecer, no hay más camino que ese, y el cumplimiento de la Ley', exclamó y añadió que su Ejecutivo no tiene 'nada' que negociar con una organización terrorista. 'Ni lo hemos hecho, ni lo vamos a hacer', apostilló.

LA 'VÍA NANCLARES' 'HA ENTRADO EN SUSPENSO'

Los emisarios de la banda en las prisiones les habían transmitido la idea de que se iba a producir una solución global a su situación, sin embargo, seis meses después de la decisión de ETA el Ejecutivo no ha llevado a cabo gestos significativos y la situación en las cárceles se había estancado frenándose las deserciones en el seno de la banda.

Esta situación la reconoció el propio ministro del Interior el pasado 20 de marzo durante una comparecencia en el Senado donde dijo que la 'Vía Nanclares' 'ha quedado en suspenso' desde el anuncio de cese definitivo de la violencia de la banda por las expectativas que generó en los etarras encarcelados la posibilidad de acogerse a beneficios 'sin pagar peaje'.

El Departamento de Interior prevé trasladar en los próximos días a los responsables de todos los centros penitenciarios en los que hay presos terroristas, que serán claves para tratar de detectar a aquellos que estuvieran dispuestos a participar en los programas y las aulas de reinserción.

Según estas fuentes se intentará contar con aquellos presos que no reciben la asistencia de los abogados oficiales de la banda, aquellos internos menos activos en la disciplina y las protestas organizadas por el colectivo en prisión o aquellos que en el pasado manifestaron sus dudas acerca de la viabilidad de la violencia de ETA.

Desde Interior avanzan que 'habrá pluralidad de casos' y que cuando tengan el volumen de los presos que van a participar se hará el diseño correspondiente en el que creen que será 'positivo' agrupar a presos de un mismo perfil, si bien advierten de que habrá casos en los que será mejor 'una evolución individual'.

El plan consistirá en la organización de aulas para los presos en los que se les pondrá en contacto con la realidad social que les rodea teniendo como objetivo la reinserción. En estas aulas, se impartirán valores de convivencia y además tendrán acceso a la formación con el fin de prepararles a acceder a la vida laboral.

TAMBIÉN GRAPO, ISLAMISTAS Y CRIMEN ORGANIZADO

La iniciativa incluye también a otros grupos terroristas como los GRAPO y organizaciones islamistas, así como integrantes de bandas dedicadas al crimen organizado.

Actualmente, en las cárceles españolas hay más de 500 presos de la banda terrorista ETA mientras que los presos de los GRAPO rondan la treintena. Alrededor de 50 es la cifra de presos islamistas y algo menos de 400 los presos relacionados con delincuencia organizada, según los datos a los que ha tenido acceso Europa Press.

Debido a las distintas características de los presos terroristas, el Plan de Reinserción prevé una aplicación diferencia en función del grupo al que pertenezcan. Este plan será impartido por los educadores del centro y también por 'personal externo que haya demostrado acreditadamente su valía para el tema'.

Estos trabajos de reinserción son complementarios con la denominada 'Vía Nanclares' a la que se acogen los presos que rompen de forma fehaciente con la organización criminal y su pasado terrorista.

La incorporación a este plan integral será voluntaria y para ello será preciso haber condenado previamente la violencia por la que el preso fue condenado y haberse desvinculado de su pasado criminal.

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