El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, propuso ayer que los desahucios se traten igual que las quiebras de las empresas mediante una reforma de la legislación hipotecaria que permita a las familias con dificultades acudir a procesos concursales negociados con los bancos para evitar la pérdida de su vivienda.
'Cuando una empresa quiebra hay una serie de mecanismos jurídicos para que ello no suponga el cierre de la empresa y despidos. Lo mismo debería pasar con las hipotecas', manifestó Rubalcaba durante una rueda de prensa en la sede socialista de Ferraz posterior a la reunión del equipo de expertos designado por el PSOE para trabajar con el Gobierno en la modificación de la ley hipotecaria.
Dicho mecanismo, tal y como matizó Rubalcaba, sería obligatorio para los bancos con ayudas públicas, mientras que al resto de entidades les convendría acogerse a él y llegar a un acuerdo con los propietarios. 'Estamos proponiendo unos procesos jurídicos de ejecución de la hipoteca que no compensen y les interese ir a procesos concursales', detalló.
Según Rubalcaba, el objetivo de dicho mecanismo, incluido en la propuesta que presentarán mañana al Gobierno, es que 'nadie se quede sin casa por no poder pagar una hipoteca en un momento de dificultad sobrevenida con el que no contaba cuando firmó la hipoteca'. En este sentido, dijo que está dirigido, por ejemplo, a 'personas de buena fe' que tras firmar una hipoteca se quedan sin empleo.
EFECTOS RETROACTIVOS
Asimismo, Rubalcaba explicó que dicho mecanismo tendría efectos retroactivos ya que estaría dirigido a las nuevas hipotecas, a las ya firmadas y a las hipotecas en ejecución. 'Para las hipotecas en las que ha empezado el proceso de ejecución, porque se ha constatado que no puede pagar la persona correspondiente, nosotros creemos que ese proceso se puede reconducir al procedimiento concursal que proponemos', defendió.
No obstante, reconoció que su propuesta dejaría fuera a aquellas personas 'que ya han perdido sus casas'. 'Esta gente necesita un tratamiento distinto vía políticas de vivienda. Ese colectivo que está ya sin casa, hay que ir por otra fórmula', añadió.
EL SILENCIO DEL GOBIERNO
La presión social, política y, sobre todo, la conmoción por hechos tan dramáticos como dos suicidios en las últimas semanas, el segundo el pasado viernes, con la muerte de Amaia Egaña en Barakaldo, por lo que numerosas sucursales de entidades vascas amanecieron ayer con pintadas en las que se las tacha de 'asesinas', provocaron que el Gobierno y el PSOE negocien medidas urgentes para frenar los procesos de ejecuciones hipotecarias.
Sin embargo llama la atención y así lo reprochan algunas voces, que el presidente del Ejecutivo de Mariano Rajoy, guarde silencio y se escude detrás del atril de un mitin en Cataluña para anunciar cómo va afrontar el drama de los desahucios. 'Estas medidas no deben anunciarse en un mitin sino con el máximo respeto posible porque está afectando a mucha gente', sentenció el candidato de ERC a la Generalitat, Oriol Junqueras.
Dicho mecanismo, tal y como matizó Rubalcaba, sería obligatorio para los bancos con ayudas públicas, mientras que al resto de entidades les convendría acogerse a él y llegar a un acuerdo con los propietarios. 'Estamos proponiendo unos procesos jurídicos de ejecución de la hipoteca que no compensen y les interese ir a procesos concursales', detalló.
Según Rubalcaba, el objetivo de dicho mecanismo, incluido en la propuesta que presentarán mañana al Gobierno, es que 'nadie se quede sin casa por no poder pagar una hipoteca en un momento de dificultad sobrevenida con el que no contaba cuando firmó la hipoteca'. En este sentido, dijo que está dirigido, por ejemplo, a 'personas de buena fe' que tras firmar una hipoteca se quedan sin empleo.
EFECTOS RETROACTIVOS
Asimismo, Rubalcaba explicó que dicho mecanismo tendría efectos retroactivos ya que estaría dirigido a las nuevas hipotecas, a las ya firmadas y a las hipotecas en ejecución. 'Para las hipotecas en las que ha empezado el proceso de ejecución, porque se ha constatado que no puede pagar la persona correspondiente, nosotros creemos que ese proceso se puede reconducir al procedimiento concursal que proponemos', defendió.
No obstante, reconoció que su propuesta dejaría fuera a aquellas personas 'que ya han perdido sus casas'. 'Esta gente necesita un tratamiento distinto vía políticas de vivienda. Ese colectivo que está ya sin casa, hay que ir por otra fórmula', añadió.
EL SILENCIO DEL GOBIERNO
La presión social, política y, sobre todo, la conmoción por hechos tan dramáticos como dos suicidios en las últimas semanas, el segundo el pasado viernes, con la muerte de Amaia Egaña en Barakaldo, por lo que numerosas sucursales de entidades vascas amanecieron ayer con pintadas en las que se las tacha de 'asesinas', provocaron que el Gobierno y el PSOE negocien medidas urgentes para frenar los procesos de ejecuciones hipotecarias.
Sin embargo llama la atención y así lo reprochan algunas voces, que el presidente del Ejecutivo de Mariano Rajoy, guarde silencio y se escude detrás del atril de un mitin en Cataluña para anunciar cómo va afrontar el drama de los desahucios. 'Estas medidas no deben anunciarse en un mitin sino con el máximo respeto posible porque está afectando a mucha gente', sentenció el candidato de ERC a la Generalitat, Oriol Junqueras.
