Ayer se cumplieron quince años del secuestro por ETA del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco, que provocó la mayor movilización social en Euskadi y España contra la banda terrorista.
El secuestro de Blanco, el 10 de julio de 1997, fue la respuesta de ETA a la liberación, nueve días antes, del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y a la detención del comando que le mantuvo encerrado encerrado en un zulo durante 532 días.
Para liberar al concejal, ETA exigió al Gobierno de José María Aznar que trasladara a los presos de la banda a cárceles de Euskadi en el plazo de 48 horas, bajo la amenaza de asesinar a Blanco. El Gobierno no cedió y ETA cumplió su amenaza: el sábado 12 de julio Miguel Ángel Blanco fue abandonado junto a un sendero en las afueras de Lasarte (Gipuzkoa) maniatado y gravemente herido por dos disparos en la cabeza que le causaron la muerte horas después.
Para liberar al concejal, ETA exigió al Gobierno de José María Aznar que trasladara a los presos de la banda a cárceles de Euskadi en el plazo de 48 horas, bajo la amenaza de asesinar a Blanco. El Gobierno no cedió y ETA cumplió su amenaza: el sábado 12 de julio Miguel Ángel Blanco fue abandonado junto a un sendero en las afueras de Lasarte (Gipuzkoa) maniatado y gravemente herido por dos disparos en la cabeza que le causaron la muerte horas después.