El presidente del Gobierno destacó que 'mientras yo sea presidente no se fragmentará España'

Rajoy cierra la posibilidad de negociar la consulta catalana

Alicia Sánchez-Camacho y Mariano Rajoy saludan a los asistentes a la convención del PPC. (Foto: ALBERT OLIVÉ)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dio ayer un portazo a cualquier posibilidad de que en Cataluña se pueda celebrar una consulta, lo que recibió las críticas de los partidos soberanistas y del presidente catalán, Artur Mas, que mantienen que 'habrá consulta y será legal'. En un ambiente de euforia en las filas populares, Rajoy clausuró la Convención del PPC en el Palau de Congresos de Catalunya junto a la líder regional, Alicia Sánchez-Camacho.
Ante unos 1.500 asistentes, que corearon cánticos de apoyo a Rajoy, éste afirmó de forma tajante que mientras él sea presidente del Gobierno 'ni se celebrará ese referéndum que algunos pretenden, ni se fragmentará España'. 'Que quede claro', apostilló el jefe del Ejecutivo tras hacer esa promesa, para después insistir en que, 'sencillamente', la ley no permite la consulta, y en que la soberanía es de todos los españoles y no de una sola parte.

En ningún momento mencionó Rajoy al presidente de la Generalitat, Artur Mas, aunque sí le dirigió , tanto a él como a los partidos soberanistas, varios mensajes. Ha pedido que 'se respeten las reglas de convivencia', advirtió de que Cataluña no puede 'equivocarse de camino' porque sus ciudadanos 'no tienen la culpa de la pérdida de visión de algunos dirigentes' y aseguró que está dispuesto al diálogo pero para hablar de problemas reales y 'desde el respeto a la ley'. Y lamentó que haya quienes decidieran ya 'todo unilateralmente', desde la consulta, a la fecha pasando por las preguntas. 'Y si me apuran hasta la respuesta', apostilló.


SÁNCHEZ-CAMACHO

La líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, por su parte, pidió al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que recupere el 'seny' de su antecesor Josep Tarradellas (ERC), a quien invocó como ejemplo de la búsqueda de consenso y de la defensa de los lazos que unen a Catalunya con España, y definió como 'el presidente del realismo audaz'.

Camacho subrayó que 'no se hubiera llegado a este disparate' con políticos de la altura de Tarradellas, y ha considerado que el actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hubiera encontrado hoy en él a un interlocutor responsable y dispuesto al diálogo, por lo que ha instado a Mas a infundirse del espíritu de su predecesor.

Camacho reivindicó al PP catalán como un partido de centroderecha liberal, tan catalán como español, moderado, constructivo y responsable: 'Es nuestra oportunidad y nuestra obligación'.

Las reacciones desde Cataluña no se hicieron esperar. El portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, ha acusado por su lado al PP de hacer 'un aquelarre del miedo en Barcelona, en contra de la democracia'. Para el coordinador general de IU, Cayo Lara, el problema de Cataluña y España 'no es un problema de bandera porque las banderas nunca trajeron pan' sino de una política neoliberal emprendida por gobiernos del PP y del PSOE y apoyadas por CiU.

Mientras que, en paralelo, la presidenta de la Junta de Andalucía, la socialista Susana Díaz, criticó a Rajoy por 'no liderar el proyecto común' de España ante Cataluña y apeló al 'diálogo' ante el 'choque de trenes'.

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