Ramón Jaúregui reconoce a fusilados navarros en un acto de reparación moral

El Parlamento de Navarra ha acogido hoy un emotivo acto en el que el ministro de Presidencia en funciones, Ramón Jaúregui, ha entregado a los familiares de fusilados navarros en la Guerra Civil un total de 64 certificados de reparación y reconocimiento personal.

La Cámara, según su presidente, Alberto Catalán, se ha convertido en 'un espacio para el reconocimiento' al albergar un acto cuya importancia ha sido destacada por la presidenta de la Asociación de Familiares de Fusilados y Desaparecidos de Navarra (AFFNA), Olga Alcega.

'A partir de hoy podéis decir alto y claro que vuestros familiares padecieron persecución y violencia por razones políticas e ideológicas', ha valorado Olga Alcega, quien ha destacado la importancia de esta 'merecida' reparación moral.

Una reparación que ha sido agradecida por familiares de seis de los asesinados, en unos discursos repletos de emoción: 'Los mataron, pero no tuvieron en cuenta que los muertos tenían vivos y los vivos, memoria', han coincidido dos de ellos en subrayar.

'Ellas no perdieron la vida, pero tampoco vivieron', ha dicho otro al recordar a las viudas y madres de las víctimas.

La emoción del acto ha sido reconocida por el ministro de Presidencia, quien, a su llegada al Parlamento, ha confesado a los periodistas que sentía mucho honor y mucho orgullo' por poder vivir este reconocimiento 'como hijo de navarro y como hijo de represaliados también'.

'Es curioso con qué fuerza golpea nuestra memoria el recuerdo de tanto sufrimiento, tanta tragedia, que hemos mantenido ocultos durante demasiado tiempo', ha comentado tras entregar, a cada familiar, uno de los 64 certificados de reparación y reconocimiento personal.

Se trata, según ha destacado Jaúregui, 'de un acto de justicia, tardío probablemente' en el que se ha reconocido formalmente que esas personas 'padecieron una persecución por razones políticas e ideológicas'.

El ministro, quien ha valorado la Ley de Memoria Histórica y sus logros, se ha preguntado a quién puede ofender una iniciativa de estas características 'si no hay afán vengativo'. 'Si no estamos buscando culpables, si no cuestionamos el perdón, simplemente exigimos el reconocimiento de la memoria', ha enfatizado.

'La verdad no abre ninguna herida, las cierra. La verdad y la justicia cierran las heridas, el conocimiento de los hechos, el reconocimiento del pasado no ofende a nadie, sino que hace grande la verdad', ha afirmado.

Ha destacado también la importancia de que el Parlamento haya albergado el acto, cuya esencia es 'reconocer y declarar el carácter radicalmente injusto de todas las condenas, las sanciones, y cualesquiera formas de violencia personal producidas por razones políticas, ideológicas o de creencias religiosa durante la guerra civil y durante la dictadura'.

'La reconciliación que hicimos en su momento no puede ser perturbada por este reconocimiento de la verdad, porque lo que perjudicaría, lo que perturbaría la reconciliación es el olvido', ha concluido Jaúregui antes de que el baile de un aurresku cerrara el acto, a cuyo término se ha exhibido una bandera republicana ante los aplausos del público.

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