En una solemne ceremonia en el Salón de Columnas del Palacio Real ante unos 150 representantes de las instituciones del Estado
El Rey ha firmado hoy la ley orgánica que hará efectiva a medianoche su abdicación, en una solemne ceremonia celebrada en el Salón de Columnas del Palacio Real, ante su hijo, el futuro Rey Felipe VI, y unos 150 representantes de las instituciones del Estado.
Ha dado un efusivo abrazo y ha cedido a su hijo, el Príncipe de Asturias, su sitio en la presidencia de la ceremonia de sanción de su abdicación, como símbolo del traspaso en la Corona de España.
Nada más sancionar con su firma la ley orgánica de su abdicación, el Rey se ha dirigido al lugar que ocupaba al inicio del acto y, tras besar a la Reina Sofía y abrazar a su hijo, le ha cedido el sitio que ocupaba.
Todos los presidentes autonómicos, con las excepciones del lehendakari, Iñigo Urkullu, y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, han asistido al acto en el Palacio Real.
Los únicos ausentes, Urkullu y Mas sí asistirán mañana en el Congreso de los Diputados a la proclamación de Felipe VI por las Cortes Generales.
El lehendakari explicó la semana pasada que asistirá a la proclamación por "responsabilidad institucional", pero a ningún acto más de los programados, mientras que Artur Mas ha adelantado el regreso de su viaje a Estados Unidos para acudir mañana al Congreso de los Diputados, también por "respeto institucional".
En el lateral izquierdo de la sala, detrás de la mesa donde el Rey ha firmado la abdicación y a unos pasos de la bandera nacional y la europea, estaban ubicadas las enseñas de todas las comunidades autónomas, así como de las ciudades autónomas de Ceuta y de Melilla.
El orden de las banderas reproducía el de la aprobación de los estatutos de autonomía, con la de Euskadi en primer lugar, seguida por las de Cataluña, Galicia y Andalucía.
