ENCUENTRO CORDIAL

Los reyes transmiten al papa el deseo de “verle en España"

El primer viaje de Felipe VI como monarca, destacó por lo distendido del ambiente 

El papa Francisco recibió ayer a los reyes de España con una cordial bienvenida, en la que no faltaron las bromas, y Felipe VI se despidió del pontífice "con la esperanza de verle en España", tras explicarle que el relevo en la Corona fue "muy intenso", pero lo vivió "tranquilo".

Antes de entrar en la biblioteca privada del papa para esta reunión, que duró unos 40 minutos, don Felipe se dirigió al papa para preguntarle, sonriente, "¿Los monaguillos delante?", en alusión a la reciente visita al Vaticano de los reyes Juan Carlos y Sofía, cuando el pontífice, con esta expresión, les invitó a pasar antes que él. "Así es, ¿se lo contó su padre?", contestó, divertido, el papa, antes de ceder el paso a Felipe VI y la reina Letizia para dar inicio al encuentro.

Para esta audiencia con el papa, don Felipe acudió a la Santa Sede con traje y corbata azul oscuro, mientras que doña Letizia vestía un traje de chaqueta blanco y no llevaba mantilla.

El papa y don Felipe se mostraron muy sonrientes en las palabras que intercambiaron tanto al inicio como al término de la reunión, momento en que el rey se despidió de él "con la esperanza de verle en España" y el pontífice se dirigió además a la reina para decirla: "Con la esperanza de volver a verla pronto".

En el habitual intercambio de regalos, los reyes entregaron al papa un facsímil del "Oráculo manual y arte de prudencia" del jesuita Baltasar Gracián, al tiempo que le explicaba cómo el original se encuentra en la Pampa argentina. Por su parte, el papa obsequió a sus invitados con un medallón de bronce que reproduce el diseño inicial de la basílica de San Pedro -que, a diferencia del definitivo, contaba con una columnata cerrada en torno a la plaza-, así como con un ejemplar de su exhortación apostólica "Evangelis Gaudium".

Tras la audiencia, los reyes mantuvieron un encuentro de 35 minutos con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, en el que trataron diversos asuntos sociales, entre ellos el desempleo y la situación de los jóvenes en España, así como cuestiones relacionadas con Iberoamérica. Don Felipe comentó con Parolin que, en la audiencia con el papa, había reiterado la invitación para que el pontífice visite España con ocasión del quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, un viaje fácil de llevar a cabo, porque "puede ser cuestión de horas", según subrayó el rey ante el secretario de Estado.

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