Rubalcaba critica al PP por llevar al Congreso las actas de ETA, que son 'bazofia llena de mentiras'

El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El caso del chivatazo protagoniza el rifirrafe entre populares y socialistas en la Cámara Baja

Son 'bazofia llena de mentiras', a ojos de Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente primero del Gobierno y titular de Interior. Son las actas de ETA que se han dado a conocer en los últimos días y que los populares llevaron este miércoles a la sesión de control del Ejecutivo en el Congreso de los Diputados. Para el ministro, los documentos se suman 'al habitual arsenal de infamias' que la Oposición presenta en la Cámara Baja. Los populares sostienen que la irritación del 'número dos' del Ejecutivo se deriva de que los textos 'le ponen contra las cuerdas' e insisten en que 'pida perdón a los españoles'... 'Y márchese a su casa'. Ha llegado, dicen, el 'fin de ciclo' socialista.

El caso del chivatazo vuelve a ser protagonista en el Congreso, y, una vez más, genera el rifirrafe de la semana entre populares y socialistas. Esta vez, fue a más, debido a las novedades que se han conocido a raíz de la publicación de las actas que el etarra Francisco Javier López Peña 'Thierry' redactó tras sus reuniones con representantes del Gobierno entre julio de 2005 y mayo de 2007. El PP llevó los textos a la Cámara Baja y Rubalcaba se indignó por ello.

'Al habitual arsenal de infamias que trae usted a esta Cámara, ahora ha traído las de ETA', dijo el vicepresidente primero al diputado popular Ignacio Gil Lázaro. A su juicio, esos documentos son 'bazofia llena de mentiras' y la Oposición 'lo sabe perfectamente'. De hecho, en la sesión de control, acusó al grupo popular de llevar el debate al hemiciclo 'porque le interesa'.

Según denunció, hay algo sospechoso en esta actuación: 'Cada vez que ETA emite un comunicado, el PP dice que es una falsedad y que es mentira, pero, cuando aparecen documentos que pueden afectar al Gobierno, entonces sí; entonces es verdad y el Gobierno tiene que dar explicaciones'.

Gil Lázaro sostuvo que esa indignación evidencia que las actas de 'Thierry' ponen a Rubalcaba 'contra las cuerdas', porque desenmascaran 'manipulación' y 'engaño'. Acto seguido, pidió al vicepresidente: 'Diga si es cierto o no que trataron de evitar las detenciones del chivatazo, que pidieron excusas por ellas, que compartieron la irritación con la banda'.

De hecho, su intervención dio comienzo con una pregunta en referencia al caso Faisán: '¿Cómo valora que el fiscal pida la imputación del que fuera su director de la Policía?'. La respuesta de Rubalcaba fue: 'No la valoro porque no la ha pedido'. El Ministerio Público no pidió la imputación. Lo que hizo fue no oponerse a ella.

Después, el diputado popular instó a los miembros del Ejecutivo a desmentir 'que ocultaron cartas de extorsión, que ofrecieron a ETA dinero de todos los españoles, que cambiaron al fiscal, que al acuerdo político era posible y que estaban dispuestos a sacar a los asesinos a la calle'. Según recordó, fue el PSOE quien, tras el 11-M, 'en un momento muy dramático', dijo que la banda 'mata, pero no engaña'... '¿Acaso ya no le vale esa sentencia?'.

Los populares defienden que 'los españoles tienen derecho a saber si el Gobierno les mintió y si se traspasó la Ley (...) España no se merece que alguien como usted se atrinchere en la mentira'. Por todo ello, empujó a Rubalcaba: 'Pida perdón a los españoles y márchese a su casa. Ya no tiene margen para más trucos, insultos, evasivas, ni guasas'.

El vicepresidente es 'el mayor exponente de un final de ciclo', el ciclo 'del PSOE en el Gobierno', dijo Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz del grupo en el Congreso. 'Le pusieron ahí para explicar lo que hacía el Ejecutivo y va a tener que irse porque es incapaz de explicar lo que hizo en el Ministerio de Interior', en cuanto al chivatazo y las actas.

'APRETAD MÁS QUE NUNCA'

Alfredo Pérez Rubalcaba sostuvo que, durante la negociación con ETA, dio órdenes precisas a los cuerpos de seguridad: 'Apretad más que nunca'. Por la Audiencia Nacional 'han pasado los responsables de la policía francesa, de la Guardia Civil, de la Policía, de la Ertzaintza'. El juez les preguntó sobre su recibieron 'instrucciones del Gobierno' de parar 'la lucha antiterrorista'. Ellos corroboraron lo que mantiene el vicepresidente. 'Eso han dicho ante la Audiencia Nacional. ¿Sabe por qué? Porque eso es lo que les dije yo'.

Gracias a ello, insistió el ministro, 'se evitó que en esta tregua pasase lo que pasó en la de 1998, y por eso estamos hoy donde estamos'. Aquella vez, el PP dialogó con ETA, 'y ETA rompió'... 'Nosotros también dialogamos, y ETA también rompió, pero las cosas son distintas. Por eso estamos al final del terrorismo'. La diferencia, dijo, es que su 'obsesión' era evitar que la banda aprovechase el proceso para rearmarse, como ocurrió en la anterior tregua.

Rubalcaba puso fin a su intervención instando a Gil Lázaro, a marcharse 'a eses televisiones de extrema derecha'... 'Dígales que los policías franceses y la Guardia Civil y la Policía y la Ertzaintza han ido a la Audiencia a mentir para salvar la cara a este ministro, dígaselo si se atreve'.

DOS REPRESENTANTES DEL GOBIERNO SE EXCUSARON ANTE ETA

Más allá de lo que diga Rubalcaba, el auto del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz refleja que dos representantes del Gobierno se excusaron ante miembros de ETA por la detención de integrantes del aparato de extorsión de la banda, en Francia. Fue en una reunión que tuvo lugar el 22 de junio de 2006 (dos días después de los arrestos), a petición de la banda, como parte de las negociaciones que se recogen en las famosas actas.

Los representantes 'habrían vertido manifestaciones en respuesta a recriminaciones por parte de la organización terrorista' en relación a la actuación policial. Los dos se refirieron también a 'determinados aspectos de la investigación judicial en curso'. Todo ello se desprende de la documentación que las autoridades galas incautaron a 'Thierry'.

El magistrado mantiene en secreto las identidades de los miembros del Ejecutivo, que aseguraron a los etarras que habían intentado evitar las detenciones. De hecho, según han publicado medios de comunicación, les pusieron sobre aviso a través de una llamada telefónica a Joseba Elosúa, el dueño del Faisán.

El acta refleja que los representantes admitieron que los arrestos habían sido 'un accidente grave', inevitable debido a la intervención del juez. También mantuvieron que el Ejecutivo había cambiado al fiscal general y que había comunicado a las Fuerzas de Seguridad del Estado que evitaran realizar detenciones. 'Ha sido muy difícil hacerlo porque la Guardia Civil sólo obedece al Duque de Ahumada', asegura ETA que dijo el Gobierno.

En la reunión los miembros del Ejecutivo recriminaron a la banda que continuara alentando la kale borroka y enviando cartas de extorsión a los empresarios. También dijeron que no tenían interés en terminar con la izquierda abertzale y que querían que Batasuna fuera un partido legal.

Cuando el acta llegó a sus manos, Pablo Ruz solicitó a la Secretaría de Estado de Seguridad y a la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno que identificaran a todos los negociadores. Son cuatro personas, a las que designa: 'Go-1', 'Go-2', 'Go-3' y 'Go-4'. Después, el juez tomó declaración a cinco testigos protegidos y a numerosos cargos de la Policía y la Guardia Civil.

El magistrado también solicitó 'las personas físicas o instituciones' que pudieron actuar como intermediarias y recurrió a Francia para completar los datos sobre los encuentros.

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