Manuel Horario Rodríguez estaba en un parque junto a sus escoltas, uno de los cuales fue asesinado

Secuestran en México a un empresario de origen asturiano

Un policía examina el cuerpo del escolta asesinado. (Foto: EFE)
El empresario español Manuel Horacio Rodríguez Díaz, quien vive en México desde hace varias décadas, fue secuestrado en la sureña ciudad de Oaxaca, en una acción donde uno de sus escoltas fue asesinado y otro herido, informaron fuentes oficiales. Rodríguez Díaz, de 69 años, realizaba ejercicio en el parque El Tequio cuando dos hombres armados atacaron a sus escoltas y subieron al empresario a una camioneta que arrancó con rumbo desconocido, dijo la Fiscalía estatal.
En la acción murió el policía auxiliar Víctor Hugo Vázquez y resultó herido el también uniformado Elodio Martínez, quien fue llevado a un hospital de la ciudad para ser atendido. Vázquez presentaba tres heridas de bala en la parte posterior del cráneo y cuatro más en la espalda.

Fuentes del consulado de España en México confirmaron el secuestro del empresario, quien es originario del concejo asturiano de Salas y estaba dedicado en México a la venta de materiales para la construcción. El empresario es familiar cercano de la secretaria de Turismo del estado de Oaxaca, Beatriz Rodríguez, y ya había sido secuestrado hace unos 8 años.

Horas antes de conocerse este secuestro, fuentes diplomáticas italianas confirmaron que hace un mes fue también secuestrado en Oaxaca el empresario italiano Claudio Conti. Fuentes de la embajada italiana explicaron que el secuestro de Conti, propietario de un restaurante cerca de Puerto Escondido, no es el único caso detectado en la zona, donde se está produciendo 'una criminalidad que antes no existía'. Conti es dueño de un restaurante en la playa Zicatela de Puerto Escondido, donde al parecer fue secuestrado por varios hombres a comienzos de junio. El empresario regenta un hotel y un restaurante e inspiró al escritor italiano Pino Cacucci, quien escribió basándose en su vida el libro 'Puerto Escondido', en el que se basó la película con el mismo título dirigida en 1992 por Gabriele Salvatores.

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