Una sentencia anula una donación que una mujer obtuvo al engañar a su tía

La Audiencia de Valencia ha declarado nula una donación en 2008 de dos propiedades de una anciana de 97 años, viuda y sin hijos, a uno de sus sobrinos al considerar que éste engañó a la anciana, que no sabía leer ni escribir, para obtener los inmuebles.
La sentencia de la Sección Séptima, a la que Efe ha tenido acceso, estima el recurso de apelación interpuesto por la mujer -ya fallecida- contra el fallo del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Sueca, que absolvía al sobrino y daba por buena las escrituras firmadas.

La anciana recurrió la sentencia y solicitó que se declarara nula de pleno derecho la donación ante notario otorgada mediante escritura pública el 16 de diciembre de 2008, alegando que en la operación medió engaño de su sobrino, receptor de las propiedades.

La demandante alegó que su sobrino le mintió al indicarle que el testamento que la anciana había redactado presentaba un problema y, por ello, decidió acompañarla a la notaría.

Según sostiene, allí el sobrino le hizo firmar una escritura de donación de la nuda propiedad -con lo que obtenía derecho sobre el dominio pero no sobre el usufructo- de sus bienes y, acto seguido, un nuevo testamento en el que nombraba herederos a todos sus sobrinos.

Por su parte, el demandado insiste en que la mujer, viuda y sin descendencia, decidió hacer la donación por iniciativa propia y defiende que la anciana tenía 'plena capacidad' para hacerlo a pesar de su estado y edad.

En el transcurso del proceso, la anciana declaró sentirse 'engañada' por su familiar, hijo de uno de sus hermanos, y ahora, ya fallecida, son sus herederos los que continúan con el procedimiento.

La anciana era viuda, no tenía hijos y contaba con tres hermanos: Miguel, padre de los hoy actores en el proceso; Ignacio, que murió sin descendencia, y Benito, padre del demandado.

Basándose en la prueba documental y testifical practicada, el tribunal concluye que el demandado engañó a su tía cuando la acompañó a suscribir la escritura de donación.

Destaca que, en su propia declaración, la propietaria dijo que 'nunca' tuvo la intención de donar sus bienes a su sobrino y que su ánimo era el de no desprenderse de su casa mientras viviera.

Según el juez, el sobrino, para lograr el otorgamiento de la escritura de donación y testamento, se auxilió de personas ajenas a la cuidadora habitual de la anciana para trasladarla a la notaría, y que le dijo a la asistenta que se la llevaban 'a comprar ropa'.

Por todo ello, estima el recurso de la demandante -para el caso, el de sus herederos- y declara nula la donación de la mujer a su sobrino de la nuda propiedad de la mitad indivisa de dos propiedades, situadas en Albacete y Casas Juan Núñez (Albacete).

La Audiencia condena de este modo al demandado a la restitución de la nuda propiedad de las viviendas al caudal hereditario de la mujer.

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