El presunto testaferro de miembros de la trama Gürtel, Antonio Villaverde, admitió ayer que sabía que las cuentas que manejaba de los imputados Francisco Correa, Pablo Crespo y el exalcalde de Majadahonda Guillermo Ortega eran opacas a la Hacienda española pero que desconocía cuál era su procedencia.
Villaverde, imputado en el caso Gürtel por blanqueo de capitales y un delito contra la Hacienda pública, reconoció ante el juez Pablo Ruz que llegó a mover 1,8 millones de euros de estos tres imputados, aunque aseguró que del total de todos sus clientes llegó a gestionar entre 300 y 400 millones y que su comisión era del 0,5% de los saldos medios anuales.
Durante su declaración aclaró además que su labor como mediador de esas cuentas en el extranjero, principalmente en Suiza, era a nivel de gestor. De este modo explicó que su actividad era en materializar las órdenes de transferencia que recibía de los titulares de esas cuentas en Suiza.
Durante su declaración aclaró además que su labor como mediador de esas cuentas en el extranjero, principalmente en Suiza, era a nivel de gestor. De este modo explicó que su actividad era en materializar las órdenes de transferencia que recibía de los titulares de esas cuentas en Suiza.