Entre los lemas de los asistentes a la concentración de Madrid se escucharon consignas contra Rajoy y los poderes públicos

Las víctimas salen a la calle contra el auto que obliga a excarcelar a etarras

Los asistentes a la convocatoria de la Asociación Víctimas del Terrorismo abarrotaron la Plaza de Colón de Madrid.  (Foto: J.C. HIDALGO)
Las víctimas del terrorismo, y también las de otros delitos muy graves, sacaron ayer músculo en la Plaza de Colón de Madrid para mostrar su fuerza y lograr que su voz traspasara las fronteras españolas y llegara a Estrasburgo con un claro mensaje: No están solas.
En apenas cinco días, la convocante, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), logró organizar un gran acto de protesta ante lo que considera un nuevo ultraje a la memoria de las víctimas: la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de poner fin a la doctrina Parot y dejar vía libre así a la excarcelación de medio centenar de etarras y a otros condenados por delitos graves.

Oficialmente no se ofrecieron cifras de la concentración, pero los jardines del Descubrimiento, la plaza de Colón y las calles Génova y Goya y el Paseo de Recoletos estuvieron abarrotadas. Hasta proclamas por la unidad de España, incitadas desde el escenario presidido por dos grandes lazos negros y la palabra 'Justicia', se escucharon antes y después de la concentración, abierta y cerrada con el himno nacional.

En todos los puntos de la protesta era palpable la indignación por la decisión de la Corte Europea y, salvo excepciones, los asistentes repartieron culpas entre unos y otros, entre socialistas y populares. Quizá por ello, el PP, otrora de la mano de las víctimas en la pancarta, tuvo que pasar ayer un mal trago de críticas y abucheos.


CRÍTICAS A RAJOY

De 'cobardes' y 'cínicos' les tacharon los concentrados, que echaron de menos al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, protagonista de algunas de las consignas, como 'Rajoy, marioneta, te va a votar la ETA'. Todos juntos, a pie del escenario y codo con codo con sus colegas del PP vasco, escucharon sin pestañear el discurso de la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, que culpó a todos los poderes públicos -Gobierno, partidos, jueces, Audiencia Nacional- de no haber estado a la altura, y les instó a que hagan examen de conciencia.

El PSOE tampoco se fue de rositas y en algunas de las pequeñas pancartas que portaban asistentes al acto, sus siglas estaban unidas a las del PP en un mismo reproche.

La única dirigente del PP que capeó mejor las críticas fue Esperanza Aguirre, jaleada con gritos de 'presidenta, presidenta' mientras hacía el paseíllo al final del acto entre saludos, besos y aplausos de algunos de los congregados. Pocas caras del resto de los partidos. Yolanda Barcina, de UPN y presidenta de Navarra; Jordi Cañas, portavoz de Ciutadans en el Parlamento de Cataluña, y algún miembro de UPyD de Madrid. Si estaban representantes de otros partidos, no se han dejado ver.

Mucha bandera española; fotografías de víctimas de ETA, entre ellas la de Miguel Ángel Blanco; fichas policiales de etarras; boinas verdes medio uniformados; aplausos a la Guardia Civil y gritos de pena de muerte o de venganza a la americana han estado presentes en la concentración, que ha coincidido con la de la 'marea blanca' por la sanidad pública con algún pequeño encontronazo. Una canción por las víctimas y un minuto de silencio dieron paso a los discursos de la presentadora, la periodista Isabel San Sebastián, y de Pedraza, ante la presencia en el estrado de la madre de una de las niñas de Alcásser y la de Sandra Palop.


'NO SE PUEDE PERDONAR'

Pero antes, la AVT dio la voz a víctimas de los etarras Henri Parot (cuyo caso dio nombre a la doctrina) y de Inés del Río, la primera terrorista excarcelada tras darle la razón el TEDH. José María Pino es una víctima de ETA, pero no pudo asistir al acto porque ha sufrido un ataque de ansiedad. En su nombre habló una amiga para recordar que Parot mató a su padre en un atentado contra la casa cuartel de Zaragoza y destrozó la vida a toda la familia. 'No se puede perdonar', proclamó, poco antes de que interviniera en el acto Enrique González, un sargento de la Guardia Civil que sobrevivió a un atentado de la etarra Inés del Río y que se ha preguntado: '¿Dónde están mis derechos humanos? ¿Qué hay de mi derecho a la vida y de mis compañeros?'

Y así algunos más, como Beatriz Sánchez, que tenía 5 años en el citado atentado de Zaragoza y que fue tajante: 'Lo siento mucho. Ni perdono no olvido'. Después le tocó el turno a Pedraza, que beligerante aunque más comedida que en otras ocasiones, consiguió aunar a todos en el grito 'no estáis solas' y en un ¡Viva España!.

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