… Y Casado se va

Casado (JULIO MUÑOZ)
photo_camera Casado (JULIO MUÑOZ)
Alberto Núñez Feijóo ha elegido a dos de los en su día fieles a Soraya Sáenz de Santamaría en la pugna con Pablo Casado para liderar el PP, Cuca Gamara y Elías Bendodo, como sus números dos y tres en la nueva estructura del partido.

Lo explicó muy bien González Pons,  hombre clave en el nuevo PP aunque no será secretario general ni coordinador general del partido, sino que como hombre de la máxima confianza de Feijóo  asumirá las tareas que le pida el presidente del partido según lo que necesite en cada momento. Tal y como reseñó González Pons:  el partido se renovará  “sumando y no restando, aquí no sobra nadie”.

Borrón y cuenta nueva. El jueves por la mañana Feijóo anunció que Cuca Gamarra será la nueva secretaria general del PP y el viernes por la mañana que el coordinador  general, número tres de facto del partido, será Elías Bendodo. Tienen varios puntos en común: los dos se enteraron apenas minutos antes de que Feijóo les había elegido como guardia pretoriana; los dos habían apoyado a Soraya Sáenz de Santamaría en el congreso que eligió presidente a  Casado tras su pacto con Cospedal; los dos proceden de la política no nacional, municipal Gamarra y municipal y regional Bendodo. Y los dos cuentan con experiencia sobrada de gestión, en Logroño la primera y en Andalucía el segundo. Al final de la tarde, Feijóo anunció dos cargos más: el extremeño José Antonio Monago presidirá el comité  de Derechos y Garantías, y el presidente de la Diputación de A Coruña, Diego Calvo, el Comité Electoral.

Bendodo. Es el brazo derecho de Juanma Moreno en el gobierno andaluz, como consejero de la presidencia y bastante más que consejero de la presidencia. Antes concejal de Málaga y presidente de la Diputación. Su nombramiento es demostración clara de que en el PP de Feijóo Andalucía va a tener un papel fundamental. Se comprende: quien gana Andalucía tiene muchas papeletas para ganar las generales, y además mucho antes de que Feijóo pensara ser candidato a la presidencia del PP había establecido unas relación es muy estrecha con Juanma Moreno. Quien, por cierto, también había apoyado a Soraya en el congreso de Casado. Así se hace la historia. Juanma era, y seguramente sigue siéndolo, amigo personal de Pablo Casado aunque no tanto de Garcia Egea, pero fue de los primeros en dase cuenta de que Casado no llevaba al PP al triunfo.

A punto de abandonar la la  zona de confort en que se encontraba –así definió el extremeño Monago  la situación política de Feijóo como gobernante de  Galicia-   éste último vivió el  congreso de Sevilla en  un clima  de entusiasmo colectivo. Incluso varios de los colaboradores más cercanos a Pablo Casado  han decidido sumarse a la ola que, para la mayoría de los asistentes, se va a llevar por delante a Pedro Sánchez.

Se sumaban también a otra ola más que se hizo muy presente en la ciudad andaluza: la sensación de que Pedro Sánchez está temblando ante la posibilidad de que Juanma Moreno adelante las elecciones andaluzas. Si lo hace, pillaría al PSOE en su peor momento. Con un candidato en Andalucía que todavía no se ha consolidado, Juan Espadas, y con un presidente de gobierno que atraviesa el momento más oscuro de su mandato:  crisis económica galopante, inflación disparada,   recibo energético imposible de pagar my sus coaligados y socios empeñados en exigir que se aprueben iniciativas que rechazan  que espantan el voto de centro y también de gran parte de la izquierda.

Y ya que estamos con Juanma Moreno, su entrada en el salón plenario junto a Isabel Ayuso, que más que entrada fue una irrupción con la gente aplaudiendo apoteósicamente  en pie, era la “foto” que define la situación actual del PP: recuperan figuras que no siempre han sido bien tratados por la antigua “Génova”  a pesar de que  son líderes per se, como lo es Fejóo. Por el número de votantes que los respaldan, por su gestión en tiempos difíciles, y por el empeño que pusieron en tomare la decisión valiente de emprender el relevo en la cúpula del partido. Llevaban tiempo expresando su malestar por la marcha del PP y las interferencias de Egea en las políticas territoriales, pero respetaron  a la dirección nacional hasta que la batalla con Ayuso sobrepasó los límites de lo tolerable y sumaron fuerzas para provocar la convocatoria de un congreso extraordinario y relevar a Casado. Que esa decisión  contaba con el respaldo mayoritario de la militancia lo han expresado los compromisarios con su fuerte aplauso a quienes dieron el paso del cambio en la dirección nacional.

RESPALDO DE RAJOY

Mariano Rajoy fue uno de los dirigentes del PP, ex dirigente en este caso, que apoyó el cambio. Entró en el plenario junto a Feijóo y fue recibido con  gran afecto, tardó varios minutos en alcanzar el escenario. El otro ex presidente, Aznar no pudo acudir en persona,  por culpa del covid. También apostó estas últimas semanas por el relevo de Casado, a pesar de que había sido su padrino político. Pero  no tardó mucho tiempo en darse cuenta, como casi todo el mundo, que su pupilo no cumplía las expectativas y llevaba al PP al desastre. El tercer y último ex presidente, Pablo Casado, en un discurso político con tintes emotivos en lo personal, anunció la renuncia de su escaño, que hace prever el abandono de la política.

Feijóo, como si estuviera en campaña aunque no tenia rival para la presidencia del PP, hizo un elogio a las políticas del PP que estos años han aplicado sus gobiernos autonómicos. Dijo que es posible bajar impuestos, mantener los servicios públicos y mejorar la inversión cuadrando  las cuentas. Juanma Moreno insufló ánimos a los asistentes, aunque estaban sobrados de ello, y recordó que tras los congresos de Sevilla el PP había salido ganador.

 Es lo que esperan los participantes en el congreso extraordinario del PP. Es más, creen que el próximo congreso lo celebrarán con Feijóo en La Moncloa.

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