FORO LA REGIÓN

El 30 de 30: un antes y un después

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photo_camera José Manuel Fernández Sobrino, cronista oficial del CDO, leyendo un ejemplar de La Región en el que se recoge la gesta del conjunto ourensanista de 1968.

Carlos Bermello se las ha ingeniado para llevar al cine una historia futbolística que no ha conocido y sobre la que apenas hay testimonios gráficos. Hay archivos de prensa, un libro y ahora estas imágenes que cuentan aquella hazaña ourensanista.

El fútbol de entonces se financiaba en Ourense por un sistema simple: había que administrar bien el dinero que aportaban los socios y aficionados. En la campaña 1965-66 presidía Arturo Fernández, hombre de la construcción, pero sufría demasiado. No era capaz de nivelar las cuentas. Estaba cansado. Y se le ocurrió, con gran dolor de corazón, ofrecer la dirección del club a una peña de clientes fijos de El Cortijo, cafetería de la calle del Paseo.

Ese momento resultaba curioso. Los políticos querían 'animar el ambiente' de Ourense, que sufría de lleno los efectos tan negativos del 'alcohol metílico' que desaprensivos emplearon para la fabricación de licores, causa de numerosas muertes, y los desórdenes surgidos con motivo de la decisión gubernamental de la construcción del Salto de Castrelo, que inundaba tantos viñedos del Ribeiro. Había que hacer algo para crear optimismo. Y alguien sugirió que podía ser el fútbol, que tanta gente congregaba ilusionada en el campo del Couto.

El nuevo Ourense de Florencio Álvarez, con su espectacular y bien organizada directiva. Un presidente que llegaba, presumía de seriedad y honradez a carta cabal y para ello traía de la mano a un hombre serio y capacitado para llevar las cuentas, como Ramón Domínguez, de la entonces Caja de Ahorros Provincial que presidía Ricardo Martín Esperanza 'Caito'. La parte burocrática del fútbol era para Manuel Angel Villanueva, y el “hombre de fútbol”, cerca del entrenador, Ignacio Franco, que lo sabía todo.

Se iba el técnico Jesús Barrio y se tanteaba a Julio Martialay, pero no bajaba del medio millón de pesetas de prima de fichaje y Florencio dijo: “Nadie conoce a nuestros jugadores mejor que uno de ellos, Fernando Bouso”. Y este decía: “Hasta ahora era el jugador más veterano de la plantilla y paso a ser el entrenador más joven de la historia del club”.

Pero había un problema: el económico. Que se iba a solucionar en esa reunión que las 'fuerzas vivas' de la ciudad iban a celebrar en el Gobierno Civil.

El millón de pesetas

Causó sorpresa aquella tarde que se reunían gobernador -López Ramón-, presidente de la Diputación -Alex Reilein-, alcalde la ciudad -David Ferrer- y delegado de Sindicatos, que con ellos acudieran representantes de C.D. Ourense. Tema a tratar: lanzar al club para satisfacción del personal. Pero ¡ah! El club estaba en déficit y necesitaban un millón de pesetas para nivelar cuentas.

Cuando Ferrer intuyó que se pretendía dar dinero al fútbol montó en cólera. Pero había que hacerlo. Como no se ponían de acuerdo, uno de los ourensanistas presente en el acto, Ignacio Franco, nos contaba: “Se levantó 'Caito' y dijo: 'Dejen el asunto en mis manos, señores del Ourense, nos vemos el lunes”. Y el lunes, resuelto.

Los 30 de 30

De cómo fueron sucediendo las cosas hasta llegar a la campaña de los '30 partidos, 30 victorias' se ocupa ahora Carlos Bermello. Tras fallar en el primer intento de ascenso se llegó al segundo, y después de una liga tan brillante se daba por seguro para aquel Ourense imparable. Lo vivimos jornada a jornada y entramos en la promoción. Inolvidable aquel encuentro radiado en el Nou Camp recién estrenado contra el Condal, la primera vez que veíamos un partido desde lo alto, con los ourensanistas vestidos de blanco y que nos era difícil identificar. Se pasó a duras penas aquella eliminatoria (2-0 en el Couto y 2-1 en Barcelona), pero caímos en la siguiente contra el Ilicitano (0-0 en el Estadio y 2-1 en Altabix).

Furiosa reacción

Aquello no lo entendió el personal. Tan desmedida euforia previa para un final tan horrendo. Cómo sería la cosa que si en otras ocasiones el autocar del club por aquellas tristes carreteras orensanas era acogido a su paso por aficionados que increíblemente iban a saludarles en el camino, también salían al paso ahora, pero para reprocharles el desenlace. Porque un buen sector de la afición sostenía la tesis del 'non quixeron ascender'.

Aquella actitud no era fácil de entender. Y curiosamente, más que contra el plantel, las quejas iban contra la directiva. Florencio Álvarez se sentía herido, humillado y anunció que se iba. No llegaba 'la sangre al Miño'. Estaba programado en las fiestas de Ourense el Trofeo Corpus, que se esperaba fuera para celebrar el ascenso. Precios populares ante el Sporting de Braga. Pero ni por esas. Mucha gente fue al campo para tener a los jugadores cerca y protestar.

Final feliz

No fue fácil la planificación de la siguiente temporada, la 1968-69. Pero se salió con fuerza, se mantuvo la racha al final, tras ser campeones, se promocionó frente al Bilbao Athletic, al que se le ganó en los dos partidos: 2-1 en el Couto y 0-1 en San Mamés. Era el segundo ascenso a Segunda.

Por cierto. El partido era narrado para Ourense por Radio Popular, con la voz de Matías Prats nada menos, que estaba acompañado en esta ocasión por el locutor deportivo de esa emisora, Pepe Ruipérez.

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