ENTREVISTA

Vicente Araguas: “Un libro infantil puede ser cualquier cosa menos ñoño, debe ser activo y creativo"

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photo_camera El escritor Vicente Araguas.

El escritor gallego, uno de los fundadores en el año 1968 del mítico grupo "Voces ceibe", presentará su libro infantil "Ada pierde la cabeza" y abordará la realidad de la literatura hecha para niños.

 El escritor gallego Vicente Araguas, uno de los fundadores en el año 1968 del mítico grupo "Voces ceibe", presentará esta tarde, a partir de las 20,15 horas en el Centro Cultural Marcos Valcárcel, su libro infantil "Ada pierde la cabeza" y abordará la realidad de la literatura hecha para niños.

¿En qué pensamos cuando oímos hablar de cuento infantil? 
Se nos viene a la cabeza un cuento dirigido a los niños, y la inmensa mayoría de las veces están dirigidos a cualquiera menos a los niños en sentido estricto, y no me estoy inventando nada, ya hay muchos estudios sobre el tema. Hoy hablaré de "Hansel y Gretel", que me parece de una crueldad extrema,  de los hermanos Grimm, unos señores muy cultos que se dedicaron a recopilar cuentos, leyendas, pero para nada infantiles. También tenemos a Caperucita Roja o a "Piel de asno" que es una historia de incesto. 

¿Qué claves debe manejar un cuento escrito para niños?
Cualquier cosa menos que sean ñoños. La literatura infantil está llena de ñoñerías y de gente que huye de la literatura para adultos. Han de ser historias creativas, formativas no deformativas y que los niños se sientan integrados. Un libro tiene que ser un objeto activo y creativo, y el niño se lo tiene que pasar bien, se tiene que divertir como lector.

 ¿El libro infantil se impondrá a las nuevas tecnologías o no importa el soporte en el que se lea?
No, yo creo que no da igual. Pienso que ambas cosas van a coexistir. El libro va a seguir existiendo, es fundamental y el niño lo necesita para pintarlo, ponerle una flor dentro, para dedicarlo, para tirárselo a la cabeza a alguien, yo qué sé, para mil cosas. Es un objeto necesario y válido a todos los efectos.

¿Se lee de manera diferente dependiendo del soporte?
Estoy convencido. No puedo imaginarme al niño que lee en alto, que pone voces, que transmite, sin tener un libro en la mano, la parte gestual del lector, del que dirige la lectura, tiene que hacerlo así, entiendo yo, y para eso no vale la tecnología. Que luego el libro tiene desventajas, evidentemente, ocupa mucho espacio, pero, ¿vamos a vivir pendientes del espacio? En absoluto, también los libros acompañan e incluso adornan.

¿Cómo llega al libro infantil?
Empieza por esa niña, por Ada, que es mi ahijada. Ahí arrancó todo, y a partir de ahí como la cuestión funcionó, ya vamos por el segundo. Y llegué a este libro, porque yo empecé ahí. Seguí el proceso normal de cada niño, leyendo primero aquellos cuentos de Calleja, hablamos de los años 50, pasando luego a Enyd Blyton, y fue siguiendo ese proceso. Lo normal en un niño grandísimo lector que fui y que seré hasta que me muera. Y al final he vuelto al punto de partida, de alguna manera.

¿Cuál es la gran dificultad de escribir literatura infantil?
La dificultad, bueno, es que tienes que meterte en otro mundo. Debes evitar la ñoñería y pensar qué es lo que les puede gustar a los niños. Pero el mismo planteamiento que cuando escribes para mayores, también debes pensar cómo llegas a ellos. Quién debe contar algo? El que tiene ganas, una historia y sepa cómo hacerlo.

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