El kilómetro 10 de la autovía A-55 Vigo-Porriño es el que mayor número de accidentes registra al año y también el que acumula más número de víctimas en todo el sistema viario de España, aunque en los últimos cuatro años sin muertos, según los datos de la Asociación de conductores Europeos, que realizó un estudio sobre la red estatal.
Es un hecho que no discute Tráfico, pese a que la introducción de radares fijos y móviles ha reducido de forma absoluta las víctimas mortales pero no las colisiones de 'chapa y pintura', que se suceden. En el punto 10 se encuentra la curva de Tameiga, y algo más abajo la curva de los Molinos, que compiten en cuanto a siniestralidad.
En la gasolinera situada entre ambas conocen muy bien la situación, que han vivido en primera persona en múltiples ocasiones. Hasta hace tres años, antes del cambio de asfalto y una mejora del peralte, la media de siniestros se situaba entre 10 y 30 al día, dependiendo de las condiciones climáticas. Los días de lluvia podían llegar a treinta e incluso más.
'Eran accidentes muy fuertes, con los coches destrozados, aquí lo veíamos todos los días y era una barbaridad', explican en la estación de servicio, testigo de primera fila del kilómetro 10. 'Ahora hay una media de uno cada dos o tres días, pero la mayoría en la curva de los Molinos, o algo más arriba hacia Puxeiros', señalan los encargados de Tameiga, justo en el punto kilométrico más negro de la autovía más peligrosa de España. Incluso la salida tras repostar para coger la carretera hacia Puxeiros supone jugarse el tipo. 'Antes se veían cosas terribles, los coches quedaban destrozados', aseguran los operarios.
En la Dirección General de Tráfico, la nueva responsable provincial mantiene en el mismo discurso que su antecesora, quien señalaba que la DGT ha hecho todo lo que se puede para evitar accidentes pero la A-55 no da más de sí y ya es una cuestión de Fomento. Maribel Alonso de Linaje advirtió de que es el punto más conflictivo de la red provincial, 'que soporta tráfico muy elevado, alcanzando, en algunos tramos intensidades medias diarias que exceden de los 60.000 vehículos/día'. Tráfico considera que la única forma de conseguir que no haya víctimas mortales -hace cuatro años del último- y se reduzca la siniestralidad es con mayor vigilancia de la velocidad.
RADARES
Hasta el pasado año había tres cabinas de radar operativos en los puntos kilométricos cinco, seis; 12,4 y 15,9, bien conocidos por los automovilistas que transitan a diario. Hace unos meses se colocaron otros tres, mucho menos visibles en el 7,300 sentido decreciente (entre el alto de Puxeiros y el Meixoeiro) y en los puntos 9,200 y 11,600 ambos sentido creciente, en la zona de las curvas más peligrosas.
Mientras, el Ministerio de Fomento mantiene que está elaborando un informe técnico para ver las posibilidades que hay para mejorar la autovía Vigo-Porriño y ver las acciones a tomar.
Por su parte, la Confederación provincial de Empresarios defiende como mejor solución eliminar el peaje de la AP-9 entre Puxeiros y Porriño, una vía con muy escasa utilización al ser de peaje, evitando la construcción de otra autovía, que exigiría hacer un túnel bajo Puxeiros y el Meixoeiro para que llegue a las proximidades de la avenida de Madrid.
El Concello de Mos ya advirtió de que se opondría con todas sus fuerzas a que otra infraestructura atraviese su municipio.
En la gasolinera situada entre ambas conocen muy bien la situación, que han vivido en primera persona en múltiples ocasiones. Hasta hace tres años, antes del cambio de asfalto y una mejora del peralte, la media de siniestros se situaba entre 10 y 30 al día, dependiendo de las condiciones climáticas. Los días de lluvia podían llegar a treinta e incluso más.
'Eran accidentes muy fuertes, con los coches destrozados, aquí lo veíamos todos los días y era una barbaridad', explican en la estación de servicio, testigo de primera fila del kilómetro 10. 'Ahora hay una media de uno cada dos o tres días, pero la mayoría en la curva de los Molinos, o algo más arriba hacia Puxeiros', señalan los encargados de Tameiga, justo en el punto kilométrico más negro de la autovía más peligrosa de España. Incluso la salida tras repostar para coger la carretera hacia Puxeiros supone jugarse el tipo. 'Antes se veían cosas terribles, los coches quedaban destrozados', aseguran los operarios.
En la Dirección General de Tráfico, la nueva responsable provincial mantiene en el mismo discurso que su antecesora, quien señalaba que la DGT ha hecho todo lo que se puede para evitar accidentes pero la A-55 no da más de sí y ya es una cuestión de Fomento. Maribel Alonso de Linaje advirtió de que es el punto más conflictivo de la red provincial, 'que soporta tráfico muy elevado, alcanzando, en algunos tramos intensidades medias diarias que exceden de los 60.000 vehículos/día'. Tráfico considera que la única forma de conseguir que no haya víctimas mortales -hace cuatro años del último- y se reduzca la siniestralidad es con mayor vigilancia de la velocidad.
RADARES
Hasta el pasado año había tres cabinas de radar operativos en los puntos kilométricos cinco, seis; 12,4 y 15,9, bien conocidos por los automovilistas que transitan a diario. Hace unos meses se colocaron otros tres, mucho menos visibles en el 7,300 sentido decreciente (entre el alto de Puxeiros y el Meixoeiro) y en los puntos 9,200 y 11,600 ambos sentido creciente, en la zona de las curvas más peligrosas.
Mientras, el Ministerio de Fomento mantiene que está elaborando un informe técnico para ver las posibilidades que hay para mejorar la autovía Vigo-Porriño y ver las acciones a tomar.
Por su parte, la Confederación provincial de Empresarios defiende como mejor solución eliminar el peaje de la AP-9 entre Puxeiros y Porriño, una vía con muy escasa utilización al ser de peaje, evitando la construcción de otra autovía, que exigiría hacer un túnel bajo Puxeiros y el Meixoeiro para que llegue a las proximidades de la avenida de Madrid.
El Concello de Mos ya advirtió de que se opondría con todas sus fuerzas a que otra infraestructura atraviese su municipio.
