El fiscal mantiene que hubo intento de atraco y pide 9 años de cárcel

El acusado de herir al director de un banco en un supuesto intento de robo dice que actuó por encargo


El acusado de herir al director de una sucursal bancaria de Baiona durante una supuesta tentativa de robo con violencia, Jorge R.R., ha alegado este miércoles ante el tribunal que, en realidad, su intención era la de 'hacer una advertencia' a esa persona, por encargo de otras personas que, según ha explicado, posteriormente le pagarían.

Según ha contado el acusado, que ha sido juzgado por la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, el 18 de diciembre de 2012 entró en la oficina del Banco Santander, con la cara semicubierta por una capucha y una pañoleta, y con un cuchillo oculto en un bolsillo interior de la chaqueta.

Jorge R.R., que no supo explicar el motivo por el que llevaba consigo esa arma blanca, ha señalado que había ido a esa oficina bancaria para hablar con su director, al que no conocía ni sabía su nombre, para darle 'un susto' por encargo de terceras personas, que posteriormente le pagarían. El acusado, no obstante, se ha negado a desvelar el nombre de esas personas ya que, según ha apuntado, se lo dio en su día a la Policía 'y si entonces no hicieron nada, ahora no merece la pena'.

El acusado ha señalado, según su versión de los hechos, que entró en el despacho del director y que éste se levantó hacia él y vio que llevaba el cuchillo. Como el empleado de la oficina hizo además de cogérselo, el acusado se adelantó y empuñó el arma para evitar que el director de la sucursal se la arrebatase.


FORCEJEO

A partir de ahí se inició un forcejeo en el que el empleado resultó con cortes profundos en las manos. Según la versión del acusado, tras unos minutos de forcejeo, pidió al director del banco que le dejara marcharse, y finalmente salió de la sucursal.

'No quería hacerle daño, no tenía esa intención, fue allí a advertirle, por hacerle un favor a otra persona', ha insistido, al tiempo que ha reconocido que 'cabe la posibilidad' de que se hubiera equivocado de persona, y que no fuera ese director la persona a la que tenía que 'advertir'.


VÍCTIMA

Sin embargo, la versión de la víctima, J.L.F.A., es diferente a la del acusado, ya que ha asegurado que fue éste quien sacó el cuchillo cuando ya estaba dentro de su despacho. Así, este testigo ha explicado que el supuesto agresor entró en la estancia con la cara semicubierta de vendas (algo que negó Jorge R.R.) y, alegando problemas de movilidad por una reciente operación, le pidió que le ayudase a sacar un documento del bolsillo.

Cuando el director del banco se levantó para ayudarle, el acusado habría sacado el cuchillo y se habría iniciado el forcejeo, en el transcurso del cual, ambos llegaron a caer al suelo y, según el empleado de la oficina, Jorge R.R. llegó a darle patadas y un cabezazo.

Finalmente, el director logró empujar al atacante hacia la puerta de la sucursal, hasta que se fue. La subdirectora de la oficina ha testificado ante el tribunal que su compañero le pidió a gritos que llamase a la Policía, porque le iban a matar.

J.L.F.A. resultó con cortes profundos en ambas manos, cuyas secuelas todavía persisten, ya que presenta deformidades, inutilidad parcial de movimientos y cicatrices. Ha sido sometido a varias intervenciones y está pendiente de que se conceda una incapacidad parcial. Asimismo, está en tratamiento psicológico por un diagnóstico de estrés postraumático.


PENAS

Tanto el abogado de la víctima como la del Banco Santander han modificado sus escritos de acusación, y consideran al procesado responsable de un delito agravado de lesiones.

Así, el primer letrado (que inicialmente acusaba también de homicidio en grado de tentativa) ha solicitado que sea condenado por lesiones con agravantes (pago de recompensa, alevosía y uso de disfraz) mientras que la abogada del banco se ha adherido a esta petición. Ambos han reclamado una pena de 7 años y medio de cárcel, 11 años de alejamiento, y una indemnización de 112.500 euros.

En su caso, la defensa ha pedido la libre absolución de Jorge R.R. O, en caso de condena, en su grado mínimo por el delito de lesiones. El abogado ha sostenido que no concurrieron las circunstancias agravantes ni de disfraz ni de alevosía.


FISCAL

Por su parte, el fiscal ha mantenido su petición de nueve años de cárcel por los delitos de robo con violencia y lesiones. En sus conclusiones, el representante del ministerio público ha apuntado que el acusado se inventó la versión de que había actuado por encargo para exculparse.

'Entró armado con un cuchillo en un banco porque hay dinero, no en un taller, iba a lo que iba. Blanco y en botella', ha concluido el Fiscal, quien ha señalado que, si no llegó a verbalizar la petición de dinero, fue porque 'no le dio tiempo'.

Según ha indicado, Jorge R.R. fue 'a por el director' de la sucursal para 'usarlo como parapeto', llegar hasta la caja, y hacerse con el dinero. En ese sentido, ha coincidido con la versión del instructor de la Guardia Civil que llevó el caso, y que declaró ante el tribunal que, pese a que no hubo robo, su opinión es que estos hechos tuvieron una 'motivación económica'.

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