GALICIA

El acusado de matar a Tatiana Vázquez mantiene en el juzgado su inocencia

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photo_camera El acusado por la muerte de la joven Tatiana Vázquez, su exnovio Ibrahima Ndiaye.

El juicio comenzaba con la elección de los once miembros que forman el jurado, integrado por cuatro hombres y siete mujeres

El juicio por el asesinato de la joven Tatiana Vázquez -que tenía 24 años en el momento de su fallecimiento- arrancó esta mañana en la Audiencia Provincial de Lugo con la declaración del único acusado, su exnovio, Ibrahima Ndiaye, que ha seguido manteniendo su inocencia e incluso llegó a afirmar que la convivencia con la joven era buena, aunque se negó a responder a las preguntas del fiscal y sólo contestó en parte a la acusación particular.

El juicio comenzaba con la elección de los once miembros que forman el jurado, integrado por cuatro hombres y siete mujeres.

En torno a las once de la mañana, Ibrahima llegaba de la prisión en la que ha permanecido recluido desde el 10 de abril de 2016, un día después de la aparición del cadáver de la víctima, cosido a puñaladas, en el interior de un coche en el barrio de San Fiz, y a preguntas de los periodistas, custodiado por cuatro guardias civiles, volvió a afirmar, hasta en tres ocasiones, que es "inocente".

"No tengo ni puta idea de esta mierda que está montada", dijo Ndiaye a gritos mientras era conducido por los guardias que lo custodiaban al interior de la Audiencia Provincial, aunque la madre de la propia víctima, a las puertas de sede judicial, dijo a los medios de comunicación que no tiene "ninguna duda" de que fue él quien asesinó a su hija.

En la sala de vistas, después de escuchar el relato de los hechos y la primera intervención del fiscal, Ibrahima Ndiaye se negó inicialmente a sentarse en el silla reservada para las declaraciones, tanto del acusado como de los testigos, e insistió en que él no tenía por qué ocupar ese lugar porque no tuvo nada que ver con la muerte de Tatiana.

La presidenta de la sala, María Luisa Sandar, lo invitó "a tomar asiento en el lugar indicado y le garantizó que iba a tener run juicio justo".

"A mí me parece que no", dijo el acusado, aunque finalmente tomó asiento en el lugar indicado para prestar declaración, después de que la propia presidenta de la sala le indicase que carecía "de criterio" para hacer tal afirmación, porque el juicio todavía no había "empezado".

Durante su intervención inicial, el fiscal jefe de Lugo, Roberto Brezmes, aseguró que Ndiaye había convertido su relación con Tatiana en un "verdadero infierno", presidida por la "amenaza" pero no por el "cariño", hasta que al final la "mató", una afirmación a la que el propio Ibrahima respondió airadamente: "Eso es mentira2.

636625898233475858wPor su parte, la acusación particular, representada por el letrado Pablo Freire, aseguró en la sala de vistas que su intención era demostrar que "cada uno de los indicios" que figuran en el sumario "encajan perfectamente" y van a dar "con el rostro del autor" del asesinato de Tatiana Vázquez, que "está aquí sentado", apostilló.

Recordó, asimismo, que más allá de la propia Tatiana, también su familia, sus padres y su hermano, presentes en la Audiencia Provincial, son también "muertos en vida", porque son los que "sufren su falta".

Por su parte, el letrado de la defensa, César Lodos, aseguró en su primer mensaje para los miembros del jurado que Ibrahima es "el más perjudicado por la muerte de Tatiana, porque dependía económicamente de ella y era la persona que lo acompañaba a todas partes y a la que su patrocinado más quería".

Desde su punto de vista, la policía encauzó la investigación por lo que le parecía "más obvio" y desde un primer momento se hizo a la idea de que "había sido él", porque "era su pareja" y "la última persona que lo vio con vida", de modo que descartó otras posibles vías de investigación.

Ibrahima se negó a responder a las preguntas del fiscal, al que llamó "tramposo", y también dejó de contestar a la acusación particular después de media hora de interrogatorio y de varios desencuentros con el abogado Pablo Freire, pero sí atendió a las cuestiones que le planteó el letrado de la defensa.

"Convivíamos bien. No teníamos ningún problema, aunque a veces discutíamos por alguna tontería", dijo el acusado, quien también aseguró que ambos tenían una relación abierta y que él nunca la vigiló, la amenazó o le prohibió salir con sus amistades o trabajar en ningún lugar.

"Yo no la trataba mal. Nunca le pegué ni le hice nada. Ella estaba conmigo porque quería. Nunca la amenacé para nada", dijo Ibrahima, quien también reconoció que, a su vuelta de Senegal, fue la propia Tatiana la que pagó la pensión en la que estaba cuando fue detenido por la policía, en la calle San Roque.

También dijo que tenía buena relación con la madre de Tatiana, aunque con el padre, que lo había denunciado por supuestos malos tratos a su hija, se llevaba "fatal".

En cuanto a la noche de autos, mantuvo que Tatiana fue a verlo a la pensión y, de allí, ambos bajaron juntos y se subieron al coche de ella, porque la chica se marchaba para su casa, pero él quería acercarse a un 24 horas para comprar un mechero.

Dijo que de camino del establecimiento se percató de que llevaba encima un mechero, de modo que ya no llegó a ir al 24 horas, se bajó del coche y Tatiana Vázquez siguió su camino.


Según su relato, regresó a la pensión y se quedó en ella hasta que al día siguiente por la tarde lo fue a buscar la policía


Explicó que no supo más de la chica ni se enteró de que su cuerpo había aparecido en San Fiz hasta que entraron los agentes de policía en la habitación, porque los canales de televisión que solía ver "no emiten noticias".

También arremetió contra la policía y dijo que el registro en su habitación había sido run desastre total?, porque hasta que llegaron "los expertos", los primero agentes lo pusieron todo patas arriba en busca de run cuchillo? que no llegó a aparecer.

El ministerio público pide una pena de 27 años y medio de prisión para el acusado por los supuestos delitos de asesinato y maltrato en el ámbito familiar durante los seis años que duró su relación, "con episodios de convivencia", dado que además de haberla matado, el fiscal considera que Ibrahima Ndiaye le hizo ?menosprecios, vejaciones y agresiones físicas? que ella ?nunca? llegó a denunciar porque "temía su venganza y sus reacciones violentas".

De acuerdo con el relato del ministerio público, en la madrugada del día 9 de abril de 2016, un poco antes de las cuatro de la mañana, Tatiana Vázquez acudió a la habitación de una pensión en la que estaba residiendo temporalmente el acusado.

Ambos dejaron el establecimiento sobre las 04:10 horas y se subieron en un coche, propiedad del padre de la víctima, en el que se desplazaron al barrio de San Fiz, concretamente a la calle Fonte da Bica, un lugar apartado de cualquier vivienda habitada.

Entonces, "aprovechando su superioridad física y el hecho de que nadie podía acudir en su defensa, la atacó cuando estaba dentro del coche", sostiene el fiscal, para lo que utilizó run cuchillo o arma blanca similar?, con una hoja de "al menos 11 centímetros de longitud", que "clavó en su cuerpo repetidamente, hasta en 54 ocasiones, provocándole múltiples heridas" que acabaron por causarle la muerte.

La acusación particular pide para el acusado una condena de 28 años de reclusión, mientras que la defensa solicita la libre absolución.

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