La prostitución comienza a desaparecer por la rehabilitación de edificios

Adiós al ’barrio chino’ de Vigo

Antiguos clubs de ’alterne’ de Vigo cerrados en edificios ya adquiridos para su rehabilitación
La Ferrería, el ’barrio chino’ de Vigo, comienza a cambiar de cara con la intervención de la Administración en la adquisición de edificios para su rehabilitación. Cambio que afectará al nombre de esta parte del Casco Vello, que se convertirá en barrio de San Sebastián (por el castillo, o lo que queda, situado tras el consistorio), y a su propia historia: ya está en camino de dejar de ser el ’barrio chino’ vigués, la zona que durante años concentró la mayor parte de la prostitución.

Uno a uno han ido cerrando la mayoría de los clubes nocturnos y en la actualidad sólo tres aguantan el paso del tiempo, prácticamente sólo por la mañana, y por poco tiempo, ya que se encuentran en bajos de inmuebles ya destinados a su rehabilitación absoluta. Lo que supone que en cuestión de dos o tres años como máximo, la imagen de la Ferrería como una zona sórdida, degradada y marginal, será ya historia.

El perfil actual de la prostituta se corresponde con mujeres extranjeras (el 95 por ciento, según el Servicio Galego de Igualdade) procedentes del este de Europa, latinoamericanas o africanas, entre 25 y 35 años. En toda Galicia podría haber unas 14.000, en Vigo, quizá medio millar. En A Ferrería, ahora apenas unas docenas. Y pronto, quizá ninguna.

Así lo cree también la concejala de Cascos Históricos, Elena Maure, del BNG, quien se ocupa de la oficina de rehabilitación y también del Consorcio del Casco Vello, el organismo integrado por Concello y Consellería de Vivenda y que dispone de 30 millones de euros para invertir hasta 2’. El objetivo es que en 2010 esté recuperado el grueso del barrio histórico, con especial acento en la Ferrería, donde se irán adquiriendo hasta 200 casas para su reforma.

Maure admite como un hecho cierto la desaparición de la prostitución. ’Pasa en todos los sitios, en cuanto empiezas a rehabilitar, los negocios de este estilo empiezan a desaparecer. Nuestra intención es centrarnos en la zona más degradada y por eso empezamos comprando casas por allí’, explica la concejala, quien señala que a menudo la principal dificultad es localizar a los propietarios de los vetustos inmuebles, porque es habitual que haya varios propietarios.

Cambio de nombre

Elena Maure también defiende el cambio de nombre del barrio, de Ferrería a San Sebastián, como ’una forma de hacer urbanismo que se practica desde desde el Renacimiento’, aunque reconoce que los vigueses deberán tener todavía algo de paciencia para ver la obra terminada.

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