CASO MIGUELIANOS

Afectados por la orden de los Miguelianos se ratifican en sus versiones

Las víctimas están viviendo "una situación tremenda" y necesitan "seguir adelante" para recuperar "una vida normal", relata la abogada de los afectados por la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel.

Los afectados por la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel que desde ayer prestan declaración en el Juzgado de Instrucción 1 de Tui se están ratificando en su versión de los hechos, según ha destacado hoy su abogada, Ana Reguera.

Reguera ha indicado sobre la declaración esta mañana de una mujer afectada, cuya identidad no ha trascendido, que aunque tiene "el ánimo delicado" por tener que rememorar experiencias en el seno de la supuesta secta, se ha mantenido en su línea.

También ha incidido en que las víctimas están viviendo "una situación tremenda" y necesitan "seguir adelante" para recuperar "una vida normal".

La letrada ha indicado asimismo que hay padres de adeptas al exlíder de la orden, ya disuelta, Miguel Rosendo da Silva, en prisión desde diciembre de 2014, que no gozan de libertad de decisión plena, y ha insistido en que no entrarán en debates televisivos con aquellas, de ahí su silencio ante los medios.

Según Ana Reguera, existen "pruebas suficientes" que avalan los hechos ilícitos que se le imputan a la decena de investigados en la causa judicial abierta.

En la misma se investiga la presunta comisión de los delitos de asociación ilícita, contra la Hacienda Pública y abuso sexual, éste último solo con respecto al considerado líder de la organización, Feliciano Miguel Rosendo da Silva.

Según recoge el informe de un investigador que contrataron las familias denunciantes y que dio pie a la investigación policial y judicial, Rosendo mantuvo relaciones sexuales, en las que también participaron "miguelianos", con varios súbditos bajo el pretexto de ritos de sanación.

Antes de pasar a un segundo plano, víctimas y familiares relataron episodios de abusos sexuales, físicos y psicológicos, y tacharon la orden de "secta destructiva".

Describieron a Miguel Rosendo como una suerte de visionario con grandes dotes de seducción, hasta el punto de que durante años habría tenido "engañados" tanto a sus correligionarios como a la propia Iglesia, que le dio cobijo a su organización, que en su día llegó a aglutinar a unas 400 personas, hasta que estalló el escándalo.

La Orden y Mandato de San Miguel Arcángel fue reconocida por la Diócesis de Tui-Vigo en julio de 2009 como asociación pública de fieles con derecho diocesano.

La Diócesis tuvo conocimiento de unas supuestas "irregularidades" en diciembre de 2012 y para comprobar su veracidad nombró a un visitador canónico.

En su informe se basó la decisión de la Iglesia de apartar cautelarmente a Miguel Rosendo por razones de su "conducta moral", y no fue hasta que el escándalo de la secta de los Miguelianos que retiró su apoyo a esta organización y a su derivada, llamada Serviam, que se había establecido en Madrid.

Hasta que fue suspendida, esta orden, que tuvo su centro neurálgico en Oia (Pontevedra) cobró notoriedad por actuar uno de sus coros ante el Papa Benedicto XVI en las Jornadas Mundiales de la Juventud en Madrid.

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