La crisis económica y la competencia de portales especializados provocaron el cierre de casi cuarenta agencias de viaje en Galicia en el último año, una cifra que se podría duplicar en los próximos meses. No perdieron demasiada clientela, pero sí mucho volumen de negocio. El modelo de las operadoras tradiciones se ve amenazado por las agresivas campañas que circulan por internet. Los profesionales confían en que el trato personalizado y el conocimiento del sector consigan reforzar a las agencias.
Los centros comerciales y las tiendas viven en agosto su temporada más baja. El silencio y la quietud solo la rompen algunos turistas despistados o quienes buscan un soplo de aire acondicionado para combatir el severo calor. Las agencias de viaje no son una excepción, pero siempre tienen algo más de actividad que el resto de los establecimientos.
Alguna gente viene buscando ofertas de última hora o algún chollo para una escapa de tres o cuatro días, pero no se cierran grandes operaciones estos días, explica Lisa Deibe, de Halcón Viajes. Estos días requieren nuestros servicios clientes con dos perfiles muy diferenciados: por un lado, usuarios a la caza de gangas que saben lo que buscan porque ya han consultado webs o catálogos, y por otra parte, personas que deciden a última hora hacer un viaje y recurren a la agencia para que les ofrezcamos algo bueno, bonito y barato, añade José Anca, de Viajes Paco.
Los de última hora
En la segunda quincena de agosto, cuando muchos ya están pensando en la vuelta al trabajo, aún es posible encontrar vacaciones a un buen precio. Si el viaje no está planificado, las agencias ofrecen interesantes oportunidades a destinos variados. Las ofertas de última hora son el recurso más habitual para los que buscan el mejor viaje posible con un presupuesto ajustado, indica Sagrario Bello, de Cantón Viajes. Siete días en Madeira -pone como ejemplo- por algo más de 350 euros, Canarias por 400 en un buen hotel o interesantes precios para Menorca e Ibiza, destinos habitualmente más caros este mes. En el litoral español y portugués están los destinos más asequibles, pero la lista de ofertas se ha ampliado este verano a cruceros y grandes viajes: Túnez, Egipto, Sicilia, Croacia o el Caribe. Las agencias hacen un esfuerzo para que los precios sean más competitivos aunque esto repercuta en la calidad del servicio.
¿El motivo? El miedo a la desaparición. Según un estudio realizado por Amadeus entre los establecimientos conectados a su sistema, la cifra de agencias en Galicia descendió un 8,2% entre junio de 2008 y el mismo mes de este año. Han cerrado 34 agencias en los últimos doce meses y, según fuentes del sector, otros tantos establecimientos podrían seguir el mismo camino en los que queda de año. Casi la mitad de los cierres (16) se han producido en la provincia de Pontevedra. Además de las que han cerrado hay muchas en apuros. La competencia de Internet y la crisis económica están detrás de esta situación que también sufren otros agentes del sector: los vuelos charter se han reducido en Vigo un 70%, explica Ángel Espada, presidente de la Asociación de Agencias de Viaje de Pontevedra. Hay agencias -añade- que no han perdido mucha clientela, pero sí han visto reducidos sus ingresos hasta un 30% respecto al año pasado.
El modelo de negocio tradicional había dado demasiados síntomas de agotamiento y algunas agencias tuvieron que tomar una decisión: renovarse o desaparecer. Cuando las cuentas no salen, se impone la lógica. Caen las ventas, se reducen las operaciones e Internet amenaza la posición dominante que durante años habían ocupado algunas compañías.
Lo que inicialmente era un peligro se ha convertido en un aliado preferente y las agencias han modificado su estrategia para buscar en la red las mejores herramientas de trabajo en tiempos de crisis. Pese a perder clientes, algunas compañías no ven peligrar su posición. Sabemos que la profesionalidad y la atención personalizadas son nuestras principales bazas, indica José Anca.
Pérdida de ingresos
Los últimos informes que maneja el sector estiman que las agencias perdieron en el último año cerca un tercio de sus ingresos por culpa de la crisis y la competencia de los portales especializados en viajes. Luchamos contra un modelo que maneja precios más competitivos, pero la desconfianza que genera la compra on-line tiene que ser para nosotros una oportunidad -apunta Lisa Deibe-. Debemos adaptarnos a la nuevas situación.
Este cambio de modelo permite encontrar en las agencias ofertas impensables en años anteriores: una semana en Canarias con alojamiento en hoteles de tres o cuatro estrellas por poco más de 300 euros, un crucero por el Mediterráneo con todo incluido por 600 euros o una escapada a la Costa Azul por 50 euros por persona al día. Si queremos viajar al extranjero, lo mejor es reservar con antelación y aprovechar descuentos próximos al 20% -explica Sara García, de Viajes Crisol-. Aunque no pudiésemos planificar la vacaciones con tiempo suficiente, los destinos exóticos no son prohibitivos esta temporada.
La fina línea que separa la publicidad engañosa de la agresividad comercial
Vete de vacaciones y paga lo que quieras a la vuelta. Es el eslogan escogido para esta campaña estival por una conocida plataforma de Internet (www.atrapalo.com) dedicada a promocionar ofertas de viajes; el mensaje engancha y despierta el interés del viajero que se resiste a renunciar a unas vacaciones pese a que su cuenta bancaria se tambalea los últimos días de cada mes.
La letra pequeña no descubre ninguna trampa. Los promotores aseguran que si el usuario no queda satisfecho está eximido del pago e invitan a viajar antes de fijar precio según el nivel de satisfacción y orienta dos por el precio real del viaje que se detalla en el web.
Una vez reservado, si el cliente no se presenta o cancela la operación tendrá que pagar un 10% del precio real del producto. Esa sería la única penalización. Las asociaciones de consumidores recomiendan prudencia, pero el departamento de marketing de la plataforma asegura que no hay trucos ni precios mínimos. La oferta es de calidad para asegurar la satisfacción de los clientes. Es el fruto de una nueva forma de gestión en tiempos de dificultades económicas, que favorece tanto a empresas y proveedores como a los propios viajeros.
Campañas tan agresivas despiertan el recelo de usuarios y también de los políticos. El grupo parlamentario del BNG registraba a principios de este mes una iniciativa para reclamarle a la Xunta un análisis de las páginas web de las compañías aéreas y agencias de viaje que operan en Galicia. Exigen al Ejecutivo que, tal como propone la Comisión Europea, verifique el cumplimiento de la normativa de protección de los consumidores.
Los estudios que manejan los nacionalistas revelan que un 30 por ciento de los portales examinados presentaban irregularidades.
Alguna gente viene buscando ofertas de última hora o algún chollo para una escapa de tres o cuatro días, pero no se cierran grandes operaciones estos días, explica Lisa Deibe, de Halcón Viajes. Estos días requieren nuestros servicios clientes con dos perfiles muy diferenciados: por un lado, usuarios a la caza de gangas que saben lo que buscan porque ya han consultado webs o catálogos, y por otra parte, personas que deciden a última hora hacer un viaje y recurren a la agencia para que les ofrezcamos algo bueno, bonito y barato, añade José Anca, de Viajes Paco.
Los de última hora
En la segunda quincena de agosto, cuando muchos ya están pensando en la vuelta al trabajo, aún es posible encontrar vacaciones a un buen precio. Si el viaje no está planificado, las agencias ofrecen interesantes oportunidades a destinos variados. Las ofertas de última hora son el recurso más habitual para los que buscan el mejor viaje posible con un presupuesto ajustado, indica Sagrario Bello, de Cantón Viajes. Siete días en Madeira -pone como ejemplo- por algo más de 350 euros, Canarias por 400 en un buen hotel o interesantes precios para Menorca e Ibiza, destinos habitualmente más caros este mes. En el litoral español y portugués están los destinos más asequibles, pero la lista de ofertas se ha ampliado este verano a cruceros y grandes viajes: Túnez, Egipto, Sicilia, Croacia o el Caribe. Las agencias hacen un esfuerzo para que los precios sean más competitivos aunque esto repercuta en la calidad del servicio.
¿El motivo? El miedo a la desaparición. Según un estudio realizado por Amadeus entre los establecimientos conectados a su sistema, la cifra de agencias en Galicia descendió un 8,2% entre junio de 2008 y el mismo mes de este año. Han cerrado 34 agencias en los últimos doce meses y, según fuentes del sector, otros tantos establecimientos podrían seguir el mismo camino en los que queda de año. Casi la mitad de los cierres (16) se han producido en la provincia de Pontevedra. Además de las que han cerrado hay muchas en apuros. La competencia de Internet y la crisis económica están detrás de esta situación que también sufren otros agentes del sector: los vuelos charter se han reducido en Vigo un 70%, explica Ángel Espada, presidente de la Asociación de Agencias de Viaje de Pontevedra. Hay agencias -añade- que no han perdido mucha clientela, pero sí han visto reducidos sus ingresos hasta un 30% respecto al año pasado.
El modelo de negocio tradicional había dado demasiados síntomas de agotamiento y algunas agencias tuvieron que tomar una decisión: renovarse o desaparecer. Cuando las cuentas no salen, se impone la lógica. Caen las ventas, se reducen las operaciones e Internet amenaza la posición dominante que durante años habían ocupado algunas compañías.
Lo que inicialmente era un peligro se ha convertido en un aliado preferente y las agencias han modificado su estrategia para buscar en la red las mejores herramientas de trabajo en tiempos de crisis. Pese a perder clientes, algunas compañías no ven peligrar su posición. Sabemos que la profesionalidad y la atención personalizadas son nuestras principales bazas, indica José Anca.
Pérdida de ingresos
Los últimos informes que maneja el sector estiman que las agencias perdieron en el último año cerca un tercio de sus ingresos por culpa de la crisis y la competencia de los portales especializados en viajes. Luchamos contra un modelo que maneja precios más competitivos, pero la desconfianza que genera la compra on-line tiene que ser para nosotros una oportunidad -apunta Lisa Deibe-. Debemos adaptarnos a la nuevas situación.
Este cambio de modelo permite encontrar en las agencias ofertas impensables en años anteriores: una semana en Canarias con alojamiento en hoteles de tres o cuatro estrellas por poco más de 300 euros, un crucero por el Mediterráneo con todo incluido por 600 euros o una escapada a la Costa Azul por 50 euros por persona al día. Si queremos viajar al extranjero, lo mejor es reservar con antelación y aprovechar descuentos próximos al 20% -explica Sara García, de Viajes Crisol-. Aunque no pudiésemos planificar la vacaciones con tiempo suficiente, los destinos exóticos no son prohibitivos esta temporada.
La fina línea que separa la publicidad engañosa de la agresividad comercial
Vete de vacaciones y paga lo que quieras a la vuelta. Es el eslogan escogido para esta campaña estival por una conocida plataforma de Internet (www.atrapalo.com) dedicada a promocionar ofertas de viajes; el mensaje engancha y despierta el interés del viajero que se resiste a renunciar a unas vacaciones pese a que su cuenta bancaria se tambalea los últimos días de cada mes.
La letra pequeña no descubre ninguna trampa. Los promotores aseguran que si el usuario no queda satisfecho está eximido del pago e invitan a viajar antes de fijar precio según el nivel de satisfacción y orienta dos por el precio real del viaje que se detalla en el web.
Una vez reservado, si el cliente no se presenta o cancela la operación tendrá que pagar un 10% del precio real del producto. Esa sería la única penalización. Las asociaciones de consumidores recomiendan prudencia, pero el departamento de marketing de la plataforma asegura que no hay trucos ni precios mínimos. La oferta es de calidad para asegurar la satisfacción de los clientes. Es el fruto de una nueva forma de gestión en tiempos de dificultades económicas, que favorece tanto a empresas y proveedores como a los propios viajeros.
Campañas tan agresivas despiertan el recelo de usuarios y también de los políticos. El grupo parlamentario del BNG registraba a principios de este mes una iniciativa para reclamarle a la Xunta un análisis de las páginas web de las compañías aéreas y agencias de viaje que operan en Galicia. Exigen al Ejecutivo que, tal como propone la Comisión Europea, verifique el cumplimiento de la normativa de protección de los consumidores.
Los estudios que manejan los nacionalistas revelan que un 30 por ciento de los portales examinados presentaban irregularidades.
