Viaqua lleva más de medio siglo dedicados a la gestión del agua en Galicia, prestando servicio a más de 750.000 personas distribuidas en más de 50 municipios. Estos datos los convierten en la empresa líder del sector en la comunidad. Alberto Sánchez es su director de Transformación e Innovación.
¿De qué forma el agua actúa como vector de transformación y adaptación territorial?
Además de ser un elemento esencial para la vida, el agua siempre ha sido el principal vector fundamental para el desarrollo económico y social de una ciudad o de un territorio. Está estrechamente relacionada con la agricultura y la ganadería, la industria, la producción energética, el turismo, etc. Resulta complicado imaginar un futuro próspero a nivel social para un territorio sin asegurar una adecuada gestión del agua para los distintos usos ni una rápida adaptación de este territorio al actual contexto derivado del cambio climático. Su transversalidad e importancia unidas al marcado carácter innovador del sector hacen del agua el máximo exponente para abanderar la transformación de cualquier territorio.
¿Cómo ha evolucionado esa relación en Galicia?
La gestión del agua debe entenderse como una herramienta fundamental para la organización de cualquier territorio. De hecho, la integración entre la gestión del agua y las políticas sectoriales es un concepto clave en la Directiva Marco del Agua, la norma básica referente en esta materia para toda la Unión Europea. Lo que a mi juicio hace particular a Galicia es ese tradicional concepto muy arraigado de que es una región en la que “sobra el agua”. Urge romper lo antes posible con esta visión sesgada y simplista de un tema tan complejo. De hecho, si algo de positivo pueden tener episodios de escasez de precipitaciones como el actual es ayudarnos a entender que debemos evolucionar en nuestra relación como ciudadanos con el agua, que no puede limitarse a abrir el grifo, tirar de la cisterna y pretender que no haya un coste asociado. Debemos ser conscientes y reconocer el gran valor que tiene una adecuada gestión. Un valor que implica el trabajo continuado de muchas personas, la operación, mantenimiento, renovación de sus infraestructuras y la aplicación continuada de soluciones tecnológicas innovadoras. Solo una vez llegados a ese punto de madurez a nivel social podremos evolucionar realmente en nuestra relación con el agua y todas sus implicaciones a nivel territorial.
¿De qué forma la digitalización se puede aplicar para frenar el cambio climático?
Creo que todos podemos estar de acuerdo en que afrontamos grandes retos como sociedad y que nos será más fácil superarlos con el apoyo de la tecnología y las herramientas digitales. Debemos poner la tecnología a nuestro servicio y no al revés. Vivimos en un contexto de incremento de las necesidades de recursos que se solapa con una menor disponibilidad de agua. Según la OCDE, en 2050 más de un 40% de la población mundial vivirá en zonas de estrés hídrico severo y España es uno de los países de la UE más afectados por el cambio climático, lo que se traduce en episodios de eventos extremos cada vez más frecuentes y graves. Se trata de un reto global al que cada territorio debe dar respuesta desde una perspectiva de acción local. En el ámbito de la gestión del ciclo del agua resulta fundamental disponer de unas infraestructuras adecuadas y actualizadas, pero también de una adecuada digitalización.
¿En qué consiste el proyecto impulsado por la Diputación que AquaOurense presentará a los PERTE?
Se trata de una iniciativa muy singular promovida por la Diputación de Ourense que busca transformar la gestión del agua a nivel provincial. Tendemos a asociar la aplicación de tecnologías innovadoras a las grandes ciudades, pero el mismo derecho tienen los ciudadanos de entornos rurales de beneficiarse de este tipo de soluciones que al final redundan en una mejor prestación de un servicio público esencial. Este proyecto trata de intentar llegar a la mayor parte de los municipios de la provincia para aplicar nuevas soluciones digitales en las diferentes partes del ciclo del agua urbana. El proyecto actuará sobre la digitalización de los sistemas de abastecimiento y depuración, así como sobre las redes de distribución y los consumos domésticos, para reforzar la garantía de suministro, proteger mejor nuestras masas de agua y ser más eficientes. Un aspecto fundamental del proyecto es el de poder transparentar toda esta información no solo ante las administraciones competentes para ayudar en la toma de decisiones sino ante la propia ciudadanía para contribuir a la concienciación sobre la importancia de gestionar de manera sostenible este recurso. El vehículo para desarrollar este proyecto será la empresa Mixta AquaOurense, conformada por la Diputación y la empresa Viaqua, y que en la actualidad ya es reconocida como un modelo referente de colaboración público-privada mediante el cual se prestan servicios ambientales en 80 municipios de la provincia. Confiamos en que este proyecto pueda ser una realidad en el corto plazo y suponga un punto de inflexión y que Ourense constituya una referencia con respecto a la transformación digital de la gestión del agua.
¿De qué forma Viaqua se ha tenido que ir adaptando a los tiempos?
Destacaría la innovación como el elemento diferencial de nuestra estrategia, que nos proporciona adaptación y aporte de valor continuado. Así lo acreditan hechos concretos como la creación del centro tecnológico Cetaqua Galicia hace ya más de una década, el único acreditado por el Ministerio de Ciencia e Innovación dedicado en exclusiva a la I+D en el ciclo del agua, gracias al cual hemos consolidado un polo de innovación muy importante en Ourense orientado hacia la economía circular en el que estamos desarrollando grandes proyectos colaborativos a nivel internacional. Otro ejemplo es el proceso de transformación digital de nuestras operaciones iniciado hace algunos años y que recientemente nos ha permitido ser adjudicatarios de los 3 retos del programa de Compra Pública Innovadora Innovaugas promovido por Augas de Galicia para la optimización de los recursos hídricos. También hemos sabido innovar para adaptarnos a las preferencias de nuestros usuarios, como lo demuestra el premio recibido hace unos días al Servicio al Cliente del Año en el certamen de Sotto Tempo.
¿Cuáles son los principales retos que nos presenta el futuro?
Con anterioridad ya se ha puesto en contexto sobre el reto global que afrontamos y sobre el rol que puede jugar la tecnología para transformar el sector del agua desde un prisma territorial. Sin duda el PERTE de digitalización del ciclo del agua, con una inversión prevista superior a los 3.000 millones de euros, constituye una oportunidad inmejorable para mejorar su gestión, aumentar su eficiencia, reducir las pérdidas en las redes de suministro y avanzar en los objetivos ambientales. Sin embargo, cuando hablamos de lo relacionado con la gestión y el aprovechamiento no podemos caer en la trampa de pensar que con la digitalización por si sola se podrá dar respuesta a los retos. Algunas cuestiones importantes son entender que la gobernanza asociada a la gestión de este recurso es extremadamente compleja y que el sector del agua en España arrastra un importante déficit de inversión en infraestructuras, que algunos estudios sitúan ya por encima de los 20.000 millones de euros. En conclusión, resulta indispensable asegurar marcos de colaboración público-privada estables que permitan afrontar con garantías de éxito los retos de los que hemos hablado anteriormente.
