El regidor municipal volvió a pedir perdón por sus palabras sobre las víctimas del franquismo

El alcalde de Baralla se niega a dimitir en un pleno polémico

Algunos asistentes al pleno acudieron con fotos de víctimas de la represión franquista. (Foto: ELISEO TRIGO)
El alcalde de Baralla, el popular Manuel González Capón, rechazó presentar la dimisión que le exigieron ayer en un pleno extraordinario los dos grupos de la oposición municipal, PSdeG-PSOE y BNG, a causa de sus polémicas declaraciones sobre las víctimas del franquismo, y volvió a pedir disculpas por sus palabras. En la Casa Consistorial de Baralla se concentraron alrededor de doscientas personas, entre partidarios del alcalde y personas que respondieron a la llamada de los grupos de la oposición, lo que provocó que se viviesen momentos de tensión en el salón de plenos.
El resultado de la votación durante la sesión fue de ocho votos en contra de su renuncia, los de sus compañeros de filas, frente a los tres que sumaron BNG y PSOE para exigirle que dejase el bastón de mando.

Durante la sesión, el alcalde afirmó que sus palabras fueron un error y volvió a pedir disculpas. 'Errar es de humanos y de sabios rectificar', afirmó el regidor durante un momento de su intervención ante los asistentes.

El pleno fue demandado por la oposición, después de que en una sesión anterior el alcalde hubiese abierto la polémica al señalar que quienes fueron condenados a muerte en el franquismo 'será porque lo merecían'.

González Capón admitió que sus palabras sobre las víctimas del franquismo fueron 'una imprudencia' y que para nada 'reflejan' ni su forma de 'sentir' ni su 'forma de pensar', por lo que volvió a pedir 'perdón' y acusó a la oposición de hacer 'demagogia' a cuenta de esas desafortunadas declaraciones. De hecho, recordó que en su 'larga trayectoria' política, 'más importantes que las palabras fueron los 'hechos, porque 'nunca' tuvo una conducta antidemocrática.


GRITOS Y FOTOS

Entre el público, sus detractores le exigieron a gritos en varias ocasiones que se presentase su dimisión y mostraron fotos a tamaño folio de represaliados por el antiguo régimen, pero sus partidarios, más numerosos, acompañaron con aplausos algunas de las palabras del regidor local, lo que hizo subir todavía más la tensión que se vivía en el salón de sesiones.

Al finalizar la sesión hicieron acto de presencia varios agentes de la Guardia Civil, pero no fue precisa su intervención, dado que no se registraron incidentes de importancia entre los presentes que esperaron a la salida del Concello.

Precisamente, a la salida de la Casa Consistorial, militantes y simpatizantes del BNG y de la organización Galiza Nova esperaban al alcalde con varias pancartas en las que se podían leer lemas como 'Fascismo nunca máis' o 'Alcalde dimisión'.

Mientras, miembros de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) desplegaron otra gran pancarta que reproducía una imagen de una fosa común, en la que se podía leer claramente: 'Nunca debieron ser asesinados'. Cuando abandonó el Ayuntamiento, el regidor local saludó brazo en alto a los vecinos del municipio que lo arroparon en el transcurso del pleno extraordinario y estos le despidieron con fuertes aplausos.

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