Los alcaldes de las localidades francesas de San Juan de Luz y Bidart, Peyuco Duhart y Emmanuel Alzuri, respectivamente, destacaron ayer que el accidente del petrolero 'Prestige' frente a las costas gallegas en noviembre de 2002 tuvo una gran incidencia en la fachada atlántica de su país y supuso un negativo impacto en el turismo 'durante años'. Duhart y Alzuri declararon por videoconferencia ante el tribunal de la Audiencia de A Coruña que juzga los daños medioambientales causados por el accidente del petrolero, el más grave de la historia de España.
Los alcaldes expusieron los perjuicios que la llegada de chapapote en enero de 2003 causó a esta zona del litoral del País Vasco francés y explicaron que la ocupación turística en un lugar que visitan cada verano unos tres millones de personas cayó entre un 30 y un 40%.
