Hablar con la presidenta de la Diputación de Lugo y alcaldesa de Mondoñedo no resulta sencillo. Lleva unos días de vértigo desde que manda por sorpresa en la institución provincial.
Hablar con la presidenta de la Diputación de Lugo y alcaldesa de Mondoñedo no resulta sencillo. Lleva unos días de vértigo desde que manda por sorpresa en la institución provincial. Esta charla comenzó a gestarse el lunes y acabó celebrándose por teléfono el viernes mientras Elena Candia (Mondoñedo, 1978) se desplazaba a Madrid para asistir a la conferencia política del PP.
¿Ya se lo cree o anda con la mosca de la moción de censura rondándole?
Nada nada, como si no existiese esa amenaza. Yo tengo una responsabilidad que asumí el día que tomé posesión y al resto de circunstancias no les doy importancia.
¿Tenía alguna sospecha la noche antes a ese día de que podría acabar de presidenta de la Diputación?
Dado que no había un acuerdo entre el PSOE y el BNG y ya que éramos la lista más votada había posibilidades, claro.
¿Es cierto que llevaba dos discursos escritos por indicación de José Manuel Barreiro?
No, sólo había uno. Si no eres presidente no tienes que hablar.
Su predecesor, José Gómez Besteiro, me dijo el otro día que a él le pareció improvisado el discurso.
Yo entiendo que él y el PSOE tienen un papel muy complicado en este momento y es normal que tengan que decir cosas así.
¿Pero llevaba usted el discurso escrito o no?
El problema no era la forma o la retórica del discurso, sino tener la capacidad de saber lo que quieres hacer con la institución. Cuando la conoces y tienes un proyecto no necesitas tener ningún discurso. Cualquier político acostumbrado a hablar en público no necesita llevar nada escrito. Sólo necesitas llevarlo cuando lo único que puedes hacer es fabricar mensajes porque no sabes qué vas a hacer. En un caso así me pareció bastante fácil decir lo que se quiere hacer con mensajes claros: están gobernando los que ganaron las elecciones y queremos que la institución cumpla con sus competencias.
¿Habló con el socialista Manuel Martínez o le prometió algo estilo ‘tamayazo' para que no votase a su partido?
No, ni hablé antes ni hablé después.
Raquel Arias, la delegada de la Xunta de Núñez Feijóo, se postuló para la presidencia de la Diputación y acabó saliendo usted. ¿Es chica de Barreiro, si me permite la expresión?
Yo creo que nosotras somos chicas del PP. Las dos. Cada una está en un puesto, pero no creo que haya ni de 'A' ni de 'B'. Yo soy chica del Partido Popular.
¿Cómo es la relación con Núñez Feijóo?
Muy buena. Es un presidente cercano y siempre está cuando se le necesita.
¿Manda menos en el PP de Lugo de lo que parece?
Es que no se trata de una lucha de poder. Está el partido unido y organizado. Cada uno asume las funciones que le han encomendado.
Ya lleva unos días en la presidencia. ¿Se ha sorprendido de la situación de la Diputación o Gómez Besteiro no lo hizo tan mal?
Besteiro practicamente no hizo nada. Su gestión no existió, fue un presidente de propaganda, con titulares pero sin hechos que lo respalden. Creo que eso lo dice todo.
¿Cree que quería seguir mandando en la Diputación en la sombra al no apostar por González Santín sabiendo que el BNG no apoyaría a Manuel Martínez por estar imputado?
Eso dicen, pero quienes lo tienen que confirmar son los del PSOE.
¿Qué piensa sobre la situación que está pasando por la imputación?
Quiero ser respetuosa con la Justicia y esperar a que se resuelva su proceso. No me gusta hacer valoraciones sobre ese tema, tengo un respeto absoluto a la presunción de inocencia y al trabajo de la Justicia.
¿Lo ve candidato a la Xunta o piensa que estamos ante el final del 'Besteirismo?
No sé si en el final, pero es cierto que el 'Besteirismo' en este momento no está pasando por su mejor etapa.
Ha dicho que respeta la presunción de inocencia. ¿También en el caso de López Orozco?
Creo en la presunción de inocencia que tiene cualquier ciudadano español porque lo garantiza la constitución. No tengo información que me pueda permitir hacer un juicio de valor sobre su condena o su inocencia.
¿Son los del PP más disciplinados o sencillamente no airean sus discrepancias?
Creo que aquí no hubo una discrepancia. Lo que sucede es que el PP es un partido unido. Cuando hay unión y un proyecto en equipo las discrepancias son sanas. En el seno interno de los partidos con cultura democrática lo normal y lo sano es que haya diferencias que se debatan internamente. Eso enriquece al partido.
¿Es buena entonces su relación con Raquel Arias? ¿La felicitó?
Sí. Claro que me felicitó.
¿Trató bien el PP a Cacharro Pardo? En el velatorio en la Diputación los deudos parecían los del PSOE...
Pusieron a disposición de la familia la institución provincial, pero precisamente fue en el funeral cuando vi a más personas del PP juntas en los últimos años.
¿Qué tal lleva compaginar la Alcaldía de Mondoñedo con la Presidencia de la Diputación?
Con trabajo en equipo y con mucha dedicación. Siempre digo que no hay una presidenta y una alcaldesa, sino un grupo de doce personas en la Diputación y de seis concejales en Mondoñedo.
¿Qué tal son sus relaciones con Manuel Baltar, el presidente ourensano?
Muy buenas.
¿Será más fácil ahora impulsar proyectos conjuntos como que la Ribeira Sacra sea Patrimonio de la Humanidad?
Claro, incluso con otras administraciones. Hay que decir que el daño más importante que le hizo Besteiro a la institución y a los lucenses fue utilizarla como arma política, de forma que aunque encima de la mesa tuviera una propuesta buena, como viniera de un Gobierno que lideraba el PP siempre había el no por respuesta. El principio de colaboración entre administraciones que debe imperar al margen de quien las gobierne, aquí se rompió drásticamente porque siempre había que sacar una foto en contra del PP. Al aterrizar en la normalidad y al trabajar de manera coordinada, alejados del titular, va a repercutir en proyectos beneficiosos para la provincia.
Manuel Baltar dijo que con el resultado de las municipales el PP de Feijóo perdería la Xunta, salvo por Ourense. ¿Por qué Lugo ha dejado de ser un granero popular?
Yo no estoy de acuerdo con esa afirmación. No vamos a recordar que fue la única provincia que dio la mayoría absoluta o en la segunda ocasión que sacamos nueve de quince, si analizamos en términos electorales la Xunta. Incluso ahora la opción de ser presidenta era posible porque ganamos las elecciones y tenemos doce de 25 diputados.
¿Cuáles son los principales problemas de la provincia?
La provincia tiene un montón de posibilidades y recursos, pero también tiene que mejorar algunos aspectos. Las primeras decisiones que adoptamos son aquellas que van destinadas a personas que más lo necesitan. Precisamente, fruto del empleo político exacerbado de la Diputación, la de servizos sociais, aprobada por el PSOE y por el BNG, era incumplida por la institución. Eso significaba que los concellos no tenían las ayudas que le correspondían. Nosotros incrementamos el presupuesto del servicio de ayuda en el hogar básico hasta llegar a 1,2 millones de euros y hoy mismo anuncié que asumiremos el coste de otros servicios muy importantes como la teleasistencia. Los dos son servicios de bienestar que procuran que nuestra población más mayor pueda vivir en sus casas el máximo tiempo posible, conservando la mayor calidad de vida sin poner en riesgo su seguridad. Nos parecía que esos eran uno de los principales problemas que estaban sufriendo los concellos porque, además del incumplimiento de la normativa también estaba el de una sentencia judicial. El principal problema de la provincia era que para la mayor parte de los concellos no existía la Diputación. Creo que ya hemos dado muestras de que lo vamos a corregir y, aunque no tengamos competencias, creo que es importante que la institución lidere los sectores primarios con iniciativas que puedan ser un revulsivo.
¿Está diciendo que va a ser la presidenta de todos los lucenses, también para los concellos en los que Gobierna el PSOE o el BNG sin actuaciones partidistas?
Efectivamente, y de todos los lucenses, tanto los que nos votaron como los que no lo hicieron.
¿Hablamos de la jueza Pilar de Lara o prefiere que no la meta en un lío?
Es que no tengo nada que decir. Como le he dicho antes, la separación de poderes está instalada en nuestro sistema.
¿No cree entonces que esté interfiriendo en procesos electorales? Es sabido que su marido milita o militó en el PP de Lugo...
No tengo conocimiento de eso. No le puedo decir.
Ya que va a Madrid para participar en la conferencia política del PP, ¿ve a Rajoy otra vez como presidente del Gobierno?
Claro que lo veo.
Se ha demostrado en las pasadas elecciones que no funciona el discurso del miedo contra Podemos o las plataformas ciudadanas...
Yo no creo que sea un discurso del miedo, sino una vacuna contra tanto populismo. Creo que el miedo, aunque no sea exactamente el término, se va a visualizar en las acciones de gobierno de Madrid, Barcelona o de alguna ciudad de aquí. Como ahora mismo tienen la posibilidad de pasar de predicar a dar trigo, pues quedará clarificada su manera de actuar. Pero insisto en que no hacemos un discurso del miedo, sino que intentamos explicar que determinados compromisos de excesivo populismo no van a poder materializarse como estamos viendo. El tiempo pondrá a cada uno en su sitio.
¿Hasta dónde aspira usted a llegar en política?
Mi aspiración era ser alcaldesa de Mondoñedo porque que es lo que más legitima a cualquier político, ya que son tus vecinos los que te eligen. A partir de ahí todo dependerá del lugar que ocupes y de cómo vaya saliendo el trabajo, pero mi aspiración está perfectamente cumplida. Por cierto, la próxima entrevista será en Lugo y cara a cara. Diculpe, pero han sido unos días...
Querrá decir que los dos seguimos en el convento.
(Se ríe). n
