Los tres acusados acordaron con la Fiscalía la reducción de las penas a cambio de la confesión

Nueve años por el secuestro y torturas a un exedil arousano

Rafael Rivas Gey, uno de los condenados, en el banquillo de la Audiencia de Pontevedra. (Foto: SALVADOR SAS)
El juicio por el secuestro en 2006 del empresario de A Illa Román Santiago previsto para ayer no se llevó a cabo finalmente, después del acuerdo al que llegaron el representante del Ministerio Fiscal y los abogados defensores de los acusados, que aceptaron penas de entre tres y cuatro años.
Según el acuerdo firmado, Rafael Rivas Gey cumplirá una pena de cuatro años y un mes por los delitos de secuestro, trato degradante y lesiones con instrumento peligroso.

Su hermano Antonio Manuel será condenado a tres años, casi la misma pena que el tercer condenado, Manuel Oubiña Otero, que cumplirá dos años y 11 meses. La cuarta implicada, Clara Romay, esposa de Rafael Rivas, salió exonerada de los cargos de complicidad en el secuestro.

El acuerdo significa que los condenados aceptan su responsabilidad en el secuestro de Santiago, al que retuvieron para obligar a su familia a saldar una supuesta deuda de 500.000 euros por una operación fallida de transporte de droga. El hermano de Santiago, que entregó 12.000 euros a los captores, también fue agredido.

Las penas fijadas son sensiblemente inferiores a las que inicialmente solicitaba la fiscalía, que llegaban a los 19 años en el caso de Rafael Rivas, a los 15 para su hermano y Oubiña y los más de ocho para Romay. Las dilaciones en el proceso judicial abierto y la confesión sirvieron como circunstancia atenuantes de la pena en un proceso en el que la muerte de la principal víctima en un accidente de tráfico dificultó la labor probatoria de los investigadores.

El acuerdo supone también la imposición de una indemnización de 30.000 euros para los herederos de Román Santiago y para su hermano, respectivamente, como compensación, a la que se suman los 12.000 euros pagados por el rescate.

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