CRÓNICA

“Antes de verme en la calle, me suicido, pero haciendo ruido”

Ángeles Fernández, de 61 años, discapacitada y con 365 euros como única pensión mensual, será desahuciada el próximo 1 de septiembre en Vigo y reclama un alquiler social

Me siento desquiciada y al borde del colapso; estoy desesperada por no saber qué hacer”. Así, se en- cuentra Ángeles Fernández, la siguiente víctima de los desahucios en Vigo. El 1 de septiembre tiene sentencia en firme para abandonar su vivienda, después de que la propietaria la denunciase por impago: “No culpó a la dueña, ella solo quiere recuperar su piso, yo habría hecho lo mismo; lo único que pido es un alquiler social al que tengo derecho”, asegura Ángeles, quien se avisa de que si hace falta tomará medidas extremas: “Ya estoy muy cansada y sin fuerzas, ¿a dónde voy yo con la maleta, mi gata y la bolsa de los pañales?”. “Antes de verme en la calle, me suicidio, pero no en la soledad de mi casa, sino hacien- do ruido, para no ser un número más en la estadística”.

Con 61 años y un 65 por ciento de discapacidad, se mantiene con una pensión de 365 euros. Durante cinco años disfrutó del plan Aluga de la Xunta, que costeaba parte del alquiler. Asegura que no tiene manera de aumentar su paga: “Antes de que me diese el ictus, tenía más facilidad para moverme, podía limpiar por horas en alguna casa para completar los ingresos y poder asumir los pagos, pero ahora camino con mucha dificultad”.

Tiene un hijo, pero no quiere recurrir a él porque “apenas tiene para mantener a su familia; está desempleado y vive en un apartamento con su mujer y sus tres hijas; no puede además hacerse cargo de mí, ni tampoco se lo pido”.

Ángeles nació en Vigo, en el hospital que ahora es el Nicolás Peña. Acudió en varias ocasiones a solicitar ayuda al Concello con un resultado infructuoso, tal y como afirma: “Hablé hasta tres veces con el alcalde a través de sus programas de televisión y siempre dijo que lo solucionaría, pero no hizo nada”. Al no tener respuesta, pidió una entrevista en la Alcaldía y la remitieron a Asuntos Sociales, donde tiene cita el 24 de septiembre, 23 días después de que esté marcado su desahucio: “Me dicen que me bus- que un piso mientras tanto, pero no hay nadie que me alquile con una pensión de 365 euros”, apunta y reclama ayuda ahora: “Yo no me estoy inventando nada, tengo papeles e informes que avalan mi estado de salud; hasta una valoración de un psiquiatra donde alerta de cómo me afecta esta situación”.

EMERGENCIA SOCIAL

Sin saber dónde acudir, llevó su caso a la asamblea de Podemos, en donde le manifestaron su apo- yo, “dijeron que es una emergencia social”.

Ayer, el alcalde Abel Caballero hacía referencia a su situación asegurando que “si hace la solicitud y cumple con los requisitos, se le dará la ayuda municipal de alquiler cuando se otorgue de aquí a un mes o mes y medio”. El regidor aseguró ante los medios de comunicación que “esta mujer, a quien conozco, ya está recibiendo ayuda de Bienestar Social”, algo que Ángeles desmintió tajantemente: “Es una sinvergüencería decir que me están ayudando; no estoy recibiendo nada, ni siquiera solicité la ayuda para pagar la luz; tan sólo pedí este año la exención del impuesto de basura, que me denegaron”. Indignada, asegura que “no estoy acostumbrada a verme en esta situación”.

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