ENFRENTAMIENTO ENTRE CLANES

Los autores del tiroteo dispararon a matar con un fusil automático

Los impactos se concentraron en zonas vitales para alcanzar a los conductores de las tres furgonetas 

El análisis de los vehículos de  los vendedores ambulantes que  el miércoles fueron tiroteados en el segundo Cinturón confirma que los autores de los disparos iban a matar. Así lo corroboran los impactos de bala, al menos siete, que quedaron en las furgonetas y que se concentran en zonas vitales. Dichas marcas muestran que los asaltantes dirigieron los tiros directamente a los conductores de los vehículos, alguno de ellos incluso atravesando la ventanilla. Sin embargo, la trayectoria de las balas no cumplió por fortuna su objetivo, y sólo una hirió en el glúteo a uno de los feriantes, que se recupera favorablemente.

Por otro lado, expertos consultados por este diario, señalan, a juzgar por los orificios, que podrían ser coincidentes con un fusil automático  o en todo caso con una pistola. La Policía mantiene silencio al respecto para no obstaculizar la investigación y recuerda que tendrá que ser el informe de balística el que determine esa cuestión.
Las pistas halladas en el lugar del tiroteo, las furgonetas afectadas y los primeros testimonios de los testigos confirmarían la versión de la emboscada. Los autores del tiroteo viajaban en un Golf gris y una furgoneta Citroën Jumpy que habrían estado esperando en una zona cercana a A Bouza la salida de los ambulantes del mercadillo de Coia.

El hecho de que el herido, Rafael Borja Salazar, de 37 años, y sus hermanos hubieran decidido marcharse antes que los demás para ir a recoger a los niños en el colegio, desmarcándose de la caravana, les convirtió en objetivo. Seguidos hasta el segundo cinturón, los vehículos de los tiradores, se pusieron en paralelo a la altura del túnel de Valadares, descargando al menos un arma y emprendiendo la huida, sin que hasta ahora se haya dado con ellos

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