“España está viviendo un momento inquietante en cuanto a su estabilidad y a su futuro”, advierte Bieito Rubido, director de El Debate, que mañana presentará en Compostela El Debate en Galicia, en un acto que contará con la presencia del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.
Usted tiene amplia experiencia en radio, prensa y televisión, ahora dirige un medio digital. ¿En qué se parece este canal a otros y en qué se diferencia?
En lo básico no le encuentro diferencia. La esencia es la misma. En el ámbito digital no tienes hora de cierre, pero en cuanto fluye la noticia tienes que subirla. Más allá de las diferencias tecnológicas, la esencia es la misma. Es periodismo. Esto es: un hecho notable que interese a la gente hay que contarlo y ajustado a la verdad.
¿Qué es El Debate y por qué tipo de periodismo apuesta?
El Debate viene a atender a un público que entendimos que no se estaba atendiendo en la prensa nacional. Un hueco ideológico de centro-derecha con inspiración en el humanismo cristiano. Ese hueco lo ocupó el diario Ya, y antes, hasta 1936, lo que fue El Debate, periódico vespertino. En cuanto al tipo de periodismo, nosotros hacemos un periodismo fundamentalmente político a partir de esa inspiración de la doctrina social de la Iglesia y del humanismo cristiano, que tiene mucho que ver con esa ideología de centro-derecha que en este país funcionó muy bien. Piense que la Transición española la hace la UCD y que casi la mitad de la UCD procedía de este ámbito ideológico. Los gobiernos de Suárez y Calvo Sotelo tuvieron varios ministros vinculados al grupo que hoy saca adelante El Debate, la Fundación Universitaria San Pablo CEU.
Hace un par de años, cuando arranca El Debate, usted dijo que los muros de pago eran un gran fracaso. ¿Cómo está resultando su apuesta por los contenidos libres?
Pues yo diría que es un éxito. Tenemos una media diaria de un millón de lectores según Google Analytics y 700.000 según GFK. En estos dos años hemos protagonizado el crecimiento más espectacular de un diario digital. No hay contenidos hoy en la prensa española lo suficientemente diferenciales para poner el muro de pago. El modelo de negocio ha cambiado. Y a los periódicos digitales nos queda seguir el que tiene la radio. Es decir, generar buenos contenidos para tener mucha audiencia y que eso te garantice publicidad.
Mañana presenta El Debate en Galicia. ¿En qué consiste?
Será una edición para Galicia que estará dentro de la cabecera de El Debate. No podemos pretender ofrecer tantos contenidos como los líderes gallegos en sus provincias, como el caso de La Región; pero espero que tengamos una información diferenciada. En El Debate aportaremos una visión más crítica con el poder en Galicia. Por ejemplo, en el tema de los pélets hemos sido muy claros, denunciamos una manipulación informativa descarada… y veo que los medios gallegos han estado un poco entre dos aguas. Creo que es descarado lo que está haciendo el Gobierno central con los pélets. Cuando el Prestige, la Xunta de Fraga y de Cuíña, y digo Cuíña, porque él quería intervenir, el Gobierno les dijo que no era competencia suya, y quienes intervinieron fueron Mariano Rajoy, Martín Villa… el Gobierno central. ¿Y ahora resulta que la culpa es de la Xunta? No. La Xunta es una víctima. Y esto hay que decirlo con toda claridad, y no lo digo porque esté gobernada por el PP, lo diría igual si estuviese el PSOE. Hace falta un periodismo valiente en Galicia y un pelín más crítico. El periodismo, en todas partes, está dejando de ser crítico con el poder; y no me importa el partido, el poder está siendo demasiado omnímodo. Esta es una de las grandes virtudes de El Debate, nuestro propietario es una fundación y no estamos doblegados a ningún poder, ni político ni económico.
¿La crisis de los pélets no se habría producido sin unas elecciones a un mes vista?
Eso me parece evidente. En las playas de Tarragona aparecieron pélets, en las de Cantabria, en las de Asturias… pero todo el foco se puso en las playas gallegas y las críticas, sobre la Xunta. El Gobierno central, incluida Yolanda Díaz, se concentró en Galicia porque hay unas elecciones el 18 de febrero. Lo que me parece más preocupante es la instrumentalización mediática y no dice mucho en favor del periodismo español el caer en este tipo de trampas que nos tienden los políticos.
Dado su conocimiento de la política gallega, ¿qué le ha parecido Alfonso Rueda como Presidente y qué le parece como candidato?
Rueda era el sustituto natural, porque era el vicepresidente que tenía Feijóo y había estado a su lado desde el 2009. Y lo mismo como candidato: es lo natural. Rueda tiene su propia agenda, es distinto a Feijóo, con su propia personalidad y ofrece otra manera de gobernar, pero siempre dentro del marco ideológico que representa el PP.
¿Cuál es su pronóstico para las elecciones gallegas?
Las encuestas apuntan a una mayoría ajustada del Partido Popular. Y creo además que en Galicia no hay tanto votante de izquierda para tantos partidos de izquierda. Lo que más me preocupa es la tentación en la que han caído Democracia Ourensana y Vox, que restarán votos al PP para no conseguir ni representación.
¿Cómo se ve a Jácome en Madrid?
Creo que es un alcalde singular, por decirlo de algún modo, que no ofrece la mejor imagen ni de Ourense ni de Galicia.
¿Cómo de importantes son los comicios gallegas para Feijóo y para el PP?
Son muy importantes. Creo que la secuencia de elecciones, las gallegas, las vascas y las europeas, va a demostrar el escaso apoyo social que tiene Pedro Sánchez. Las encuestas apuntan a que el PSOE será tercera fuerza en Galicia, y que podría haber un equilibrio entre PP y PSOE en el País Vasco, y que en las europeas el PSOE podría sufrir un varapalo.
La secuencia podría continuar con elecciones en Cataluña este mismo año. ¿Cree que la cuestión territorial es el problema que más les preocupa a los españoles?
Sin duda alguna. La cuestión territorial es la gran amenaza a la estabilidad política de España. Por primera vez en democracia estamos delante de un presidente del Gobierno que parece dispuesto a ceder sin límite a las pretensiones de los independentistas. No había ocurrido antes. Rajoy decía que el no pasaría a la historia como el presidente que concedió un referéndum. Margaret Thatcher decía que los referéndums eran herramientas que le interesan a los dictadores. España está viviendo un momento inquietante en cuanto a su estabilidad y a su futuro. Lo que estamos viendo es que un partido que tuvo 380.000 votos, que se llama Junts, tiene a un país de 48 millones de habitantes secuestrado, bajo su bota. Esto no tiene nada que ver con el concepto de la democracia. Es otra cosa.
Rueda hizo mucho hincapié en centrar la campaña en Galicia, ¿cree que la agenda estatal va a influir o a condicionar la campaña gallega?
Creo que es inevitable que suceda. Es muy difícil mantenerse al margen del debate político nacional, de todo lo que está aconteciendo en el Gobierno central. A un gallego no le es ajeno que pueda convocarse un referéndum en Cataluña, ni le son ajenos los privilegios que se le están dando, ni la amnistía ni la condonación de la deuda ni la cesión de competencias en inmigración.
