Buzos de la Armada recuperan un torpedo alemán en la costa de Bueu

Imagen del torpedo recuperado. (Foto: Sxenick)
Un equipo de buzos de la Armada ha recuperado hoy un torpedo de fabricación alemana que se encontraba hundido en la costa del municipio pontevedrés de Bueu y que fue detectado hace unos días por miembros del Club de buceo de Ons.
El torpedo alemán localizado en la cosa de Bueu por submarinistas del Club de Buceo Ons’ se encuentra ya en dependencias militares de la Escuela Naval de Marín a donde fue trasladado por la patrullera Tabarca.

El proyectil fue recuperado del fondo del mar en una laboriosa tarea de rescate, que se inició con el reconocimiento de la pieza que estaba encastrada entre rocas cercanas al faro de Mourisca, y su preparación, por parte de buzos militares, para su extracción evitando más deterioros de los producidos por el mar en los 45 años que permaneció sumergido.

La Armada busca ahora las razones de su presencia en la zona, toda vez que se trata de un artefacto de origen Nazi que fue empleado en la segunda Guerra Mundial como un arma tremendamente efectiva y capaz de destrozar cualquier barco que pudiera alcanzar.

Se da la circunstancia de que varios de esos artilugios fueron utilizados por la Armada Española para realizar prácticas de tiro de sus alumnos y fueron lanzados desde la Escuela Naval Militar a aguas de la Ría de Pontevedra o desde los barcos militares como el ‘Antequera’ y el ‘Lazaga’, entre otros, destinados con este fin en el centro castrense ubicado en Marín.

El torpedo de la clase ‘G-7’ con un peso de tonelada y media, contaba en su época activa con un motor de aire comprimido con una autonomía de navegación de once kilómetros a una velocidad de 80 kilómetros por hora, además de dispositivos de navegación y orientación propia para llegar a su destino.

Estos proyectiles podrían ir cargados de hasta unos 300 kilos de trilita capaces de hacer volar por los aires a cualquier buque de la época.

La Armada Española contaba con varios de esos artilugios en la Escuela Naval Militar de Marín desde donde estaban dispuestos para ser lanzados desde el denominado ‘Muelle de Torpedos’ para defender la entrada en el fondo de la ría’.

‘Se tiene constancia, según fuentes de la propia Armada, de que el último torpedo lanzado desde los muelles de esta Escuela Naval fue en el año 1947, pero se continuó el lanzamiento desde los barcos surtos en puerto, como práctica de los alumnos de la Escuela Naval’, indicaron las mismas fuentes.

En ambos casos se utilizaban los ‘blancos’, unos cuadrados de enormes proporciones que se colocaban a flote en algún punto de la ría y a los que se disparaba con cañones o con los torpedos que en la mayoría de los casos eran recuperados ya que se reutilizaban con el mismo fin.

Las mismas fuentes aseguran que, como en el caso del torpedo ahora hallado, estaban exentos de explosivos en su cabecera lo cual ofreció a los técnicos rescatadores del mismo una total tranquilidad a la hora de su manipulación .

La Armada ha declinado, de momento, dar alguna explicación al respecto de este acontecimiento que genero expectación en el entorno de las poblaciones de la margen izquierda de la Ría de Pontevedra.

Tan sólo el jefe de prensa de la Escuela Naval, comandante Guitar, confirmó la recuperación de los restos del torpedo, varias de cuyas partes están totalmente destrozadas y que se procedió a dejar completamente limpia la zona de La Mourisca donde fue hallado.

Guitar manifestó, por otra parte, que de momento no se puede saber la procedencia del aparato, que puede haber sido lanzado desde la propia Escuela Naval antes de 1947, en que está registrada la última práctica de este estilo desde tierra, o desde alguno de los buques de la Armada.

Eso sí, confirma el comandante que el misil lleva no menos de cuarenta años bajo el agua y que sólo consiguiendo ver el número de identificación que tiene, se confirmará el momento en que ha sido disparado.

No obstante, Ricardo Veiga Soto, un jubilado de profesión marinero que realizó su servicio militar entre los años 1964 y 1965 destinado en el destructor ‘Almirante Antequera’ , declaró que en una de las jornadas de prácticas de tiro a bordo del mencionado buque militar, se perdió un torpedo lanzado por la popa del barco hacia el Oeste, a la altura de Bueu.

El artilugio no respondió debidamente a las órdenes con que contaba y realizó un cambio de rumbo indeterminado por lo que fue perdido de vista por la tripulación, indicó Veiga Soto, quien añadió que el propio comandante del buque mostró su preocupación y maniobró con urgencia para evitar que el propio barco fuese alcanzado por el torpedo en su extraña deriva y que, tras darlo por perdido, estuvieron buscándolo por las proximidades durante varias jornadas sin conseguir dar con él.

El veterano marinero sitúa el posible momento del suceso entre la primavera y el verano del año 1964 ya que, pocos meses después, el ‘Antequera’ fue llevado a Ferrol para su desguace.

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