Un rebaño de 200 de cabras, propiedad del Concello de Allariz, contribuye en la parroquia de Requeixo de Queiroás a mantener limpios los montes, prevenir los incendios y ampliar la diversidad faunística

Cabras contra el fuego

No es la primera vez que propietarios o trabajadores de explotaciones agrarias de la provincia reivindican la importancia del pastoreo para mantener limpios los montes y, por consiguiente, reducir las probabilidades de incendios en el medio rural.
Las vacas francesas Salers de Amoroce (Celanova) o la explotación de vacuno de Raza Limiá en los montes alaricanos de Penamá son un ejemplo de como la presencia ganadera ha erradicado los incendios de su territorio de pastoreo.

Expandir esa filosofía en sus 85,96 kilómetros cuadrados ha animado al Concello de Allariz ha liderar la recuperación en su territorio de la raza de cabra gallega. A través de la empresa municipal Medialsa, es propietario de una explotación en Requeixo de Queiroás con 200 cabezas que, a partir de 2012 y en colaboración con la Asociación de Criadores de Raza Cabra Galega, 'seleccionaranse para priorizar a cría de exemplares que, segundo o veterinario, cumpren cos requisitos da raza', explica Bernardo Varela, concejal de Medio Ambiente.

El proyecto, añade Varela, tiene varias peculiaridades como el que los ejemplares pastan a lo largo de 400 hectáreas de monte comunal y fincas privadas entre Santa Baia y O Briñal, en una zona núcleo de la Reserva de la Biosfera y dentro de los terrenos delimitados por la Consellería de Medio Rural para la implantación en el año 2012 de la Red Natura 2000.

Los 25.000 euros que cuesta al año el mantenimiento de la explotación, están casi cubiertos con subvenciones y venta de cabritos. 'Non da beneficios económicos, pero permite manter o territorio limpo, reducindo os incendios á vez aumenta a diversidade de fauna. Na zona volvimos ver unha aguia e lobos, que por certo fai pouco matounos 20 cabras, pero iso forma parte do xogo', añade Varela, que confiesa que 'os veciños contáxianse destas accións e anímanse a plantar castiñeiros ou apostan por novos proxectos relacionados ca comercialización de mel ou árbores frutais'.


patrimonio municipal

El inusual patrimonio agrícola municipal se completa con el 10% de las acciones de la granja ovina del Ecoespazo de O Rexo (el resto corresponden a la Fundación Ramón González Ferreiro), la cría y comercialización de bueyes a través de la comunidad de montes de Penamá, así como (también con Medialsa) la Escuela Municipal de Cestería de Santa Mariña y su plantación de vimbios en el diestro parroquial para el autoabastecimiento. 'A implicación co rural é continua. Colaboramos cos desbroces, facemos de intermediarios cos veciños para que os gandeiros poidan pastar nas fincas particulares e respaldamos calquer novo proxecto dinamizador como a elaboración de xabóns de leite de burra en San Salvador. Iso é a aposta por crear emprego no rural', destaca el alcalde, Francisco García.

Empleo y dinamización económica que, desde la oposición, el 'popular' Antonio Rodríguez entiende que debería generarse directamente a través de la iniciativa privada 'cunha colaboración puntual do Concello e para todos por igual'.

Rodríguez Miranda critica el 'oscurantismo' y las continuas ampliaciones de capital que realizan en las empresas municipales para cubrir pérdidas.

'A día de hoxe non se pode manter unha empresa como Medialsa por unha simple cuestión de folclore'. n

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