El presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), Miguel Ángel Cadenas, reclamó ayer 'la modernización definitiva e integral' de la Justicia tras recibir la distinción de la cruz de honor de San Raimundo de Peñafort. El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Supremo, Gonzalo Moliner, fue el encargado de imponer esta distinción, la mas alta de la judicatura española, a Cadenas en un solemne acto celebrado en la sede del TSXG, en A Coruña, al que asistieron numerosas personalidades de todos los ámbitos.
El Ministerio de Justicia concedió la cruz a Cadenas a petición de los colegios de abogados y procuradores de A Coruña. En su discurso de agradecimiento, el presidente del TSXG insistió en la necesidad de acometer las reformas que precisa la Justicia para desempeñar con eficacia su cometido.
'El juez que he sido y que todavía soy siempre se ha visto acompañado por un coro de reivindicaciones en torno a los medios para el ejercicio de la jurisdicción, unas necesidades nunca debidamente satisfechas en cuanto a su trascendencia intrínseca y dimensión social', advirtió Cadenas. Reivindicó la vigencia de la Justicia como uno de los pilares del estado de derecho, y puntualizó que, al margen de errores inevitables consustanciales al ser humano, 'lo verdaderamente exigible al jurista es haber hecho lo obligado, lo necesario para evitar el error'.
'Lo que más repugna en un juez es entregar y renunciar a mantener la independencia jurisdiccional propia', advirtió. Sobre la distinción recibida, afirmó que constituirá 'un rejón de vida, un soplo en el ánimo que dice que lo que sabes hacer hazlo bien, y lo restante afrontalo debidamente'.
Moliner contestó a las palabras de Cadenas ensalzando su 'rigurosa' trayectoria profesional caracterizada por un 'prioritario sentido de la equidad'. El presidente de la Sala de lo Social del TSXG, Antonio Outeriño, fue el encargado de glosar la figura de Cadenas, de quien destacó que ha dedicado su vida al mundo del derecho, mientras que el presidente del Colegio de Abogados de A Coruña, Antonio Platas, subrayó que su devenir profesional le hacen sobradamente merecedor de la distinción recibida. El fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, sumó a sus méritos profesionales su 'excepcional calidad como ser humano'.
Cadenas nació en Ourense el 11 de abril de 1947 e ingresó en la carrera judicial por oposición en 1974, y, entre otros cargos, el 25 de febrero de 1986 fue nombrado presidente de la Audiencia de Ourense, función que desempeñó hasta el 27 de septiembre de 1989.
'El juez que he sido y que todavía soy siempre se ha visto acompañado por un coro de reivindicaciones en torno a los medios para el ejercicio de la jurisdicción, unas necesidades nunca debidamente satisfechas en cuanto a su trascendencia intrínseca y dimensión social', advirtió Cadenas. Reivindicó la vigencia de la Justicia como uno de los pilares del estado de derecho, y puntualizó que, al margen de errores inevitables consustanciales al ser humano, 'lo verdaderamente exigible al jurista es haber hecho lo obligado, lo necesario para evitar el error'.
'Lo que más repugna en un juez es entregar y renunciar a mantener la independencia jurisdiccional propia', advirtió. Sobre la distinción recibida, afirmó que constituirá 'un rejón de vida, un soplo en el ánimo que dice que lo que sabes hacer hazlo bien, y lo restante afrontalo debidamente'.
Moliner contestó a las palabras de Cadenas ensalzando su 'rigurosa' trayectoria profesional caracterizada por un 'prioritario sentido de la equidad'. El presidente de la Sala de lo Social del TSXG, Antonio Outeriño, fue el encargado de glosar la figura de Cadenas, de quien destacó que ha dedicado su vida al mundo del derecho, mientras que el presidente del Colegio de Abogados de A Coruña, Antonio Platas, subrayó que su devenir profesional le hacen sobradamente merecedor de la distinción recibida. El fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, sumó a sus méritos profesionales su 'excepcional calidad como ser humano'.
Cadenas nació en Ourense el 11 de abril de 1947 e ingresó en la carrera judicial por oposición en 1974, y, entre otros cargos, el 25 de febrero de 1986 fue nombrado presidente de la Audiencia de Ourense, función que desempeñó hasta el 27 de septiembre de 1989.
