Carlos Carvalhal sustituye a Chacho Coudet al frente de un Celta que roza los puestos de descenso

Carlos Carvalhal.
photo_camera Carlos Carvalhal.
El entrenador busca emular a Jose Mourinho, que firmó una etapa de cierto éxito con el Real Madrid
A los 56 años, con varios títulos en su país y una larga trayectoria como técnico, el portugués Carlos Carvalhal cumplirá su sueño de ser entrenador en LaLiga, después de ser elegido por su compatriota Luis Campos para reemplazar al argentino Eduardo “Chacho” Coudet en el banquillo del Celta.

“He jugado en Chaves, a 10 kilómetros de la frontera de España, he ido muchas veces a Riazor y Balaídos. La proximidad con el fútbol español es muy grande, hay una conexión muy fuerte. Después de haber seguido muchos años el fútbol español, quiero que se dé entrenar en la Liga", aseguró en una entrevista a finales de agosto.

Apenas tres meses después, y tras negociar con dos clubes españoles el pasado verano, ese sueño lo cumplirá en Balaídos, un estadio que conoce perfectamente porque lo visitaba con frecuencia. Ahí iniciará su camino para triunfar en España, para emular a su compatriota Jose Mourinho.

"Me ilusiona mucho hacer lo que los otros no consiguieron hacer, me gustan ese tipo de retos. El mismo reto que tuve en el Rio Ave, hacer lo mejor que había hecho el club, y en Braga, lo mejor en cien años de historia. Ahora, sería hacer algo que otros no han hecho en España. Después de Mourinho, y quizás un poco Nuno en el Valencia, muchos portugueses no tuvieron éxito en España", recordaba entonces.

Carvalhal llega a Balaídos avalado por una larga trayectoria como entrenador, la más exitosa en el Sporting de Braga. Es una apuesta arriesgada de Campos, como en su día fue la de Felipe Miñambres con Coudet.

Al técnico luso le gusta aplicar la filosofía, “la ciencia de los porqués", al fútbol, en el que, sostiene, “no está todo inventado”.

"Me gusta cuestionar las cosas y hace falta creatividad, no solo en los jugadores, también en los entrenadores. El Braga defendía en tres sistemas diferentes, de una forma creativa, y eso también entusiasma al jugador, les pone a pensar”, destaca.

Acostumbra a repartir muchos minutos entre todos sus jugadores y no le tiembla el pulso si tiene que apostar por los más jóvenes, algo en lo que se diferencia claramente de su antecesor. 

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