A un metro

Casa limpia, contenedor lleno

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Sogama atribuye el "boom" en la producción de basura durante la segunda semana de marzo a la limpieza a fondo de los hogares

Se puede seguir la ruta del dinero para descubrir una piratada o la de la basura para conocer las miserias de la especie o sus hábitos de consumo. A primera hora de la mañana, durante el sabaneo a la actualidad para encontrar un tema que llevar al folio, apareció un reportaje de la compañera Elisabet Fernández en La Región sobre los residuos que recogen los 200 trabajadores del servicio de limpieza del Concello de Ourense con un titular nítido: "Basura del virus: somos lo que tiramos". Y en la planta de Sogama en el municipio coruñés de Cerceda acaba lo que la mayoría de gallegos echa al contenedor. 

Tema que vuela, a la cazuela y más si te pilla a menos de 30 kilómetros de casa, pero la dicha por el hallazgo fue en un principio contenida porque hay gestiones, como los fogones, que necesitan su tiempo. A los pocos minutos de la propuesta, la responsable de comunicación de Sogama, María Esther Campos, demostró que hay profesionales fetén realizando su trabajo por estos pagos. No podía permitir el acceso a la planta por el protocolo de prevención, pero se comprometió a enviar los datos solicitados acompañándolos de imágenes de estos días, tanto del interior de la planta como del presidente del ente público, Javier Domínguez Lino. Además, avisaría a seguridad para que no sacase el perro, entiéndase la retranca, si paraba un periodista a tomar una foto del exterior del complejo. 

"Todo va como siempre", comentó el vigilante en la garita de acceso sin sorprenderse por la visita. Durante un recorrido por los aledaños para pescar alguna anécdota apareció Chus, la propietaria del bar As Tinaxas. Desde que se decretó el estado de alarma ofrece duchas gratis a los camioneros, además de servirles bocadillos, bebidas o café para llevar. "Cómo no voy a hacerlo si paran aquí todo el año. Incluso he bajado los precios", comentó. Después de cada ducha pasa con la sulfatadora cargada con lejía y agua para desinfectar el aseo. Gente como Chus alimentan la esperanza de que un mundo mejor es posible si se pone empeño. 

Todavía de regreso, Teri, como todos llaman a la responsable de comunicación de Sogama, avisó de que los datos solicitados ya estaban en el correo electrónico. Al abrir después el documento la sorpresa fue mayúscula. Podría ser presentado en sede parlamentaria con la evolución de la recepción de residuos urbanos en Sogama desde el decreto del estado de alarma.

"Si bien durante los primeros días de confinamiento la producción de residuos urbanos bajó ligeramente, en el transcurso de la segunda semana la generación de basura convencional (bolsa negra) aumentó exponencialmente: 33.811 toneladas recepcionadas en la segunda quincena frente a las 30.983 toneladas de la primera, lo que representa un incremento del 9,45%". 

Con el contenedor para el reciclaje también fue al detalle. "La bolsa amarilla (envases de plástico, latas y briks) creció también, durante el mismo período, en un porcentaje similar, en torno al 9,80% (1.335 toneladas recepcionadas en la segunda quincena de marzo frente a las 1.215 toneladas de la primera quincena). Si la comparativa de la bolsa amarilla se efectúa respecto al mes de marzo de 2019, estaríamos hablando de un incremento del 25%". 


Material de protección


Teri merecería que este reportaje también llevase su firma porque una gran parte está escrito a cuatro manos. "Sogama considera que el “boom” en la producción de basura durante la segunda semana de marzo, teniendo en cuenta el cese de la actividad del sector hostelero, muchos comercios y centros educativos, se debió fundamentalmente a las profundas labores de limpieza de las casas, aprovechando la cuarentena". 

Durante los primeros días de abril se apreció  una disminución de los residuos de la bolsa negra en torno al 11%, mientras el contenedor amarillo del reciclaje mantiene las cifras. La dirección subraya el refuerzo en la  protección de los trabajadores de la planta, a pesar de que  la selección y el tratamiento de residuos están automatizados.

 Mucha gente se preguntará dónde deshacerse de los guantes y mascarillas, que por desconocimiento acaban con los envases. "Jamás deben ser depositados en el contenedor amarillo, sino en el verde genérico, junto con la fracción resto. Debido a las circunstancias excepcionales en las que nos encontramos, no es posible realizar caracterizaciones de residuos, pero cabe entender que la presencia de estos elementos en la basura ha aumentado". Ya no hay disculpa. 

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