Los lugares públicos donde mantener relaciones íntimas, encuentros casuales o quedadas se multiplican y se especializan según las preferencias sexuales de cada individuo o el nivel de visibilidad deseado
Vigo cuenta con su propio mapa del sexo al aire libre, que en los últimos años no sólo se ha ido ampliando sino especializando según las preferencias sexuales o de intimidad de cada persona.
La muestra está en internet, todo un mercado de oferta y demanda, también para el sexo con páginas, plataformas y guías completas al estilo Michelín con la mejor ruta para llegar, consejos prácticos y hasta de seguridad para evitar imprevistos. Sólo en el casco urbano se contabilizan hasta una veintena de “sexcondites”, lugares recomendados para las clásicas parejas que buscan intimidad con o sin vehículo.
Entre ellos, los más recomendados son El Castro, el callejón de la Pastora, el parque canino de Ponte Nova a orillas del Lagares o los concesionarios de la Rúa Gandarón, en el entorno de la avenida de Madrid. Ampliando el perímetro, también se encuentran el Cuvi, el Ifevi o el monte A Guía.
La oferta se dispara cuando se trata de encuentros casuales, el conocido como cancaneo (si es entre heterosexuales) o cruising (entre homosexuales). Los lugares públicos se extienden por todo el entorno de Vigo y superan el centenar según se refleja en varias páginas web.
El lugar más frecuentado y recomendado para encuentros entre desconocidos heterosexuales, no tan casuales como antaño pues cuentan en su mayoría con una quedada en la red es Cabo Estai. Los internautas aconsejan están pendientes de las mareas para no llevarse sustos. Mejor por la noche, se advierte.
El entorno del puerto, concretamente detrás del edificio de la Xunta era uno de los lugares concurridos viernes, sábado y domingo noche pero la apertura de la oficina de la Guardia Civil de aduanas ha limitado los encuentros. Los pinares de Samil, la zona alta de día y detrás del hotel, de noche, son considerados entornos mixtos, tanto para el cruising como para el cancaneo. Para un momento de apuro, el parking de Castrelos.
Pero sin duda, el lugar preferido de toda la provincia y uno de los más recomendados de Galicia para sexo furtivo entre homosexuales es la AP-9. El área de descanso y las estaciones de servicio entre los kilómetros 135 y 136 son consideradas en las “guías” como las mayores zonas de cruising.
Explican los usuarios que hay ambiente todos los días y a todas horas y, aunque el público también es muy heterogéneo en cuanto a edad, hay una gran afluencia de hombres sobre los 60 años. Por mayor espacio se prefiere la estación de servicio hacia Pontevedra, sin embargo, se recomienda hacia Vigo si lo que se busca en discreción.
Un digno segundo puesto ocupa el polígono de As Gándaras, concretamente en el humedal, donde el trajín es “constante”. La rotonda de Vilaboa en la N-554 o la casa abandonada del Lago Castiñeiras, también se difunden como opciones.
La lista de "sexcondites” parece interminable en el área de Vigo (Monte Castelo, Reboreda, A Risca) y recóndita en algunos puntos como el polígono de Mos, detrás del depósito del agua, o los pantalanes detrás del Liceo en Bouzas. Ponteareas o A Cañiza cuentan con varios puntos calientes.
