Por primera vez en casi 20 años, el juzgado ha citado a una persona a declarar en calidad de investigada por la desaparición y muerte de Déborah Fernández, cuyo cadáver apareció en una cuenta en 2002. Se trata del que fuera pareja de la joven, Pablo P.S.L, quien tendrá que presentarse ante Instrucción 2 de Tui el próximo 21 de febrero.
La decisión adoptada ayer da un vuelco completo a la causa ya que supone la paralización del plazo de prescripción que expiraba el próximo mes de mayo y pone por primera vez en el foco judicial al único sospechoso de la Policía.
El Juzgado de Instrucción 2 de Tui ha dictado una providencia de citación después de que la Audiencia de Pontevedra estimara el recurso presentado por los abogados de la familia y obligara a dicho órgano a rectificar, ya que había rechazado esta posibilidad, alegando falta de indicios “contundentes” e “incontestables”. Sin embargo, los letrados remitieron un minucioso y extenso escrito, con numerosa jurisprudencia, que ha sido admitido por el alto tribunal provincial.
Como en casos anteriores, de nuevo la Audiencia entiende que hay agotar todas las posibilidades en un caso tan grave de posible homicidio o asesinato y valorar todos los indicios de forma conjunta que se dirigen hacia un único sospechoso, teniendo en cuenta el escaso tiempo para la prescripción.
La reapertura del caso ha conseguido reunir numerosos testimonios que han confirmado las contradicciones detectadas por la Policía respecto a las declaraciones realizadas ante los agentes por el exnovio de Déborah. Además, existe un informe del Instituto de Toxicología sobre las fibras halladas debajo de las uñas del cuerpo de la joven que se correspondían con la de la ropa de cama analizada perteneciente al ahora investigado.
Los letrados de la familia ya han solicitado un “control específico” de la Policía sobre el citado para garantizar su personación en sede judicial el día señalado.
Los tres equipos policiales que participaron en la investigación de la desaparición y muerte de la joven de 21 años en todo este tiempo señalaron a esta misma persona. El propio inspector encargado de redactar el informe de 2010 lo ratificó recientemente en sede policial. Además, el atestado del último grupo en coger el caso y que todavía continúa con las pesquisas fue también claro en sus conclusiones. Dicho informe señala, tras hacer una secuencia objetiva de la información recabada hasta el momento y de las nuevas pruebas y testimonios obtenidos que el equipo de investigación “tiene la convicción” de que hay una persona “implicada tanto en la desaparición como en la muerte de Déborah”, dicha persona, que está identificada en el atestado “había mantenido una relación sentimental con la fallecida”. Así, la Policía solicitaba (como ya hiciera en 2010 el anterior equipo) al Juzgado de Instrucción 2 de Tui “que lo cite en calidad de investigado, al objeto de oírle en declaración sobre todos los extremos relacionados con la desaparición y muerte de Déborah y que, de considerarlo conveniente cuente con la presencia de alguno de los investigadores en la práctica de diligencia con la intención de de prestar auxilio necesario”.
Declaran siete testigos, entre ellos los que vieron a la joven en un videoclub ese día
El Juzgado de Instrucción 2 de Tui vivió ayer una jornada maratoniana de declaraciones, con un total de siete testigos que estaba citados por la mañana. Entre los que fueron ayer interrogados se encuentran las dos personas que vieron a Déborah en un videoclub en Coruxo el mismo día en el que desapareció, una nueva pista que en su día fue clave para reabrir la causa ya que sitúa a la joven lejos del punto donde había sido vista por última vez, en la curva del matadero, a escasos cien metros de su vivienda. Una de las testigos ratificó lo que dijo a la Policía y que situaría en establecimiento a Déborah para recoger una película, la misma que ella había dicho que iba a alquilar esa tarde.
También volvieron a escucharse otros testimonios con versiones contradictorias respecto a hechos ocurridos el día 30 de abril y en jornadas posteriores durante la búsqueda de la joven de Alcabre y sobre los que habrían declarado testigos anteriores.
La primera reacción de la madre: “Ya puedo morir tranquila”
La decisión judicial se daba a conocer ayer precisamente tras una nueva jornada de declaraciones en los juzgados de Tui, donde la hermana, Rosa, ya mostraba su optimismo confiada en que “la Audiencia nos vuelva a dar la razón”, como finalmente fue. Aunque la familia prefirió no hacer declaraciones por el momento, su satisfacción se mostraba en redes sociales, donde han recibido numerosas felicitaciones. “Ya puedo morir tranquila” era la primera reacción de la madre de Déborah tras conocer la noticia. Los familiares siempre insistieron en que era la Policía la que tenía un sospechoso, no ellos.
