Garzón Amo compareció a petición propia ante el juez instructor del caso para aportar nuevos datos sobre el accidente

El conductor del Alvia habló con el interventor segundos antes del choque

Un tren Alvia, entrando en la estación de Santiago de Compostela el pasado día 26. (Foto: XOÁN REY)
El maquinista del tren que descarriló el pasado 24 de julio, Francisco José Garzón Amo, se presentó ayer voluntariamente en el Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago para explicar que no estaba hablando por teléfono en el momento en que el convoy se salió de la vía, sino que había colgado segundos antes.
Según informó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, Garzón Amo, acompañado de su letrada, identificó ante el juez instructor del caso, Luis Aláez, al autor de la llamada recibida minutos antes del trágico accidente que causó la muerte a 79 personas, y que es el interventor que viajaba a bordo, Antonio Martín Marugán.

Fuentes próximas a la investigación detallaron que esta comunicación, que duró dos minutos y de cuya existencia se supo con el desprecinto de las cajas negras, se efectuó instantes antes del impacto y entre teléfonos corporativos. El de Garzón Amo se extravió tras el siniestro. El tráfico de llamadas, recibido por la policía y entregado al juez, resultaba crucial para el instructor, Luis Aláez, que ordenó un rastreo al conocer la pérdida del teléfono profesional del conductor.

El maquinista contó ayer voluntariamente que en este diálogo, efectuado entre teléfonos corporativos, se habló sobre la vía en la que 'debía parar' este convoy, que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol, al llegar a Pontedeume, localidad situada a unos 15 kilómetros del destino final.

En un Alvia el interventor no puede acercarse a la cabina. A Garzón Amo se le imputan 79 homicidios y una pluralidad de delitos de lesiones, todos ellos por imprudencia profesional.


INFORMES PERSONALES

Tras esta comparecencia, el juez solicitó a Renfe diferente documentación, entre ella, la vida laboral del imputado en lo relativo a resultados de controles de tóxicos realizados en los últimos años, de pruebas de condiciones psicofísicas, bajas laborales, experiencia donde se produjo el siniestro y cursos, entre otros aspectos. También solicitó a Renfe que le informe de la hora a la que comenzó la jornada el maquinista el día del accidente, el tiempo de conducción, el contenido de las cajas negras de otros trenes que hayan realizado el mismo recorrido y diversa documentación sobre velocidad en la línea, sobre la máquina y la normativa del personal en cabina.

Luis Aláez reclamó a Adif un informe sobre las vías y peraltes en la zona del accidente y también sobre las señales y balizas físicas y luminosas en el trayecto Ourense-Santiago, así como el radio de la curva. Según apunta el TSXG, el juez que instruye el caso también pidió a las respectivas compañías telefónicas de los móviles personal y profesional del maquinista que aporten información sobre las llamadas entrantes, salientes y mensajes de ambos terminales.

En el móvil personal se practicó una diligencia manual en el juzgado el pasado domingo, cuando Garzón compareció por primera vez ante el juez.

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