El conselleiro maior del Consello de Contas, Luciano Fariña Busto, avisó ayer de que las administraciones deberán reducir el plazo de rendición de cuentas ante esta institución si se pretende agilizar el proceso de fiscalización, de forma que los informes emitidos sean más próximos en el tiempo al ejercicio ejecutado. 'A buen entendedor, pocas palabras bastan', sentenció, tras señalar que este paso es indispensable para lograr la 'pretendida' aproximación temporal. Ahora, detalló, Contas aborda la fiscalización correspondiente a 2008, y avanzó que ésta podría estar cerrada 'a final de año o a principios de 2011', lo que
'A buen entendedor, pocas palabras bastan', sentenció, tras señalar que este paso es indispensable para lograr la 'pretendida' aproximación temporal. Ahora, detalló, Contas aborda la fiscalización correspondiente a 2008, y avanzó que ésta podría estar cerrada 'a final de año o a principios de 2011', lo que, a su juicio, permite 'afirmar con rotundidad que su trabajo está al día'.
Éste fue el principal mensaje de Fariña tras ser elegido por unanimidad como nuevo conselleiro maior (relevará a Antonio López Díaz) y jurar su cargo ante la mirada atenta del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, quien, por su parte, estableció como 'reto compartido' la reducción del período que transcurre entre las actuaciones del Consello y la ejecución de la gestión por parte de las administraciones.
COMPROMISOS
'Tenemos el compromiso de trabajar conjuntamente, con rigor e imparcialidad, para estar a la altura de las demandas sociales', proclamó Núñez Feijóo, en un acto que también contó con la presencia del presidente del Tribunal de cuentas, Manuel Núñez Pérez, y el fiscal del Tribunal de Cuentas, Olayo González Soler, además de responsables de los órganos de fiscalización autonómicos y autoridades gallegas como la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, y la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás.
En este escenario, Luciano Fariña, que ya había ocupado con anterioridad -entre 2000 y 2007- el cargo de conselleiro maior, aprovechó también para reivindicar la labor desarrollada por el ente fiscalizador, con 325 informes elaborados. 'Su recorrido no es largo, pero su huella es profunda', aseveró.
Tras la intervención de Fariña, Núñez Feijóo puso en valor el papel fiscalizador del Consello de Contas, pero subrayó la 'responsabilidad indelegable' de las propias administraciones de gobernar 'con rigor' y gestionar 'con planificación' para no 'condenar' a las generaciones futuras a pagar la 'irresponsabilidad presupuestaria' de sus predecesores'. 'Las administraciones no pueden entregarse exclusivamente, en el ámbito de sus responsabilidades, al auditor', advirtió el presidente gallego.
Éste fue el principal mensaje de Fariña tras ser elegido por unanimidad como nuevo conselleiro maior (relevará a Antonio López Díaz) y jurar su cargo ante la mirada atenta del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, quien, por su parte, estableció como 'reto compartido' la reducción del período que transcurre entre las actuaciones del Consello y la ejecución de la gestión por parte de las administraciones.
COMPROMISOS
'Tenemos el compromiso de trabajar conjuntamente, con rigor e imparcialidad, para estar a la altura de las demandas sociales', proclamó Núñez Feijóo, en un acto que también contó con la presencia del presidente del Tribunal de cuentas, Manuel Núñez Pérez, y el fiscal del Tribunal de Cuentas, Olayo González Soler, además de responsables de los órganos de fiscalización autonómicos y autoridades gallegas como la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, y la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás.
En este escenario, Luciano Fariña, que ya había ocupado con anterioridad -entre 2000 y 2007- el cargo de conselleiro maior, aprovechó también para reivindicar la labor desarrollada por el ente fiscalizador, con 325 informes elaborados. 'Su recorrido no es largo, pero su huella es profunda', aseveró.
Tras la intervención de Fariña, Núñez Feijóo puso en valor el papel fiscalizador del Consello de Contas, pero subrayó la 'responsabilidad indelegable' de las propias administraciones de gobernar 'con rigor' y gestionar 'con planificación' para no 'condenar' a las generaciones futuras a pagar la 'irresponsabilidad presupuestaria' de sus predecesores'. 'Las administraciones no pueden entregarse exclusivamente, en el ámbito de sus responsabilidades, al auditor', advirtió el presidente gallego.
